Mayo 1, 2024

Cinco puntos para entender la nueva escalada entre Irán y EEUU

El anuncio de que la República Islámica iba a dejar de cumplir algunas de sus obligaciones vinculadas al pacto nuclear acordado con distintas potencias provocó reacciones en todo el mundo. Sin embargo ¿a qué responde esta decisión de Teherán en el marco de una política abiertamente beligerante de parte de Washington?

 

 

1. ¿Qué es el acuerdo nuclear de Irán con el G5 + 1?

 

En julio de 2015, luego de dos años de negociaciones, Irán logró un consenso sobre su plan de desarrollo nuclear con el G5+1 (Estados Unidos, Rusia, China, Francia, Inglaterra y Alemania). Estos países pretendían que la nación persa no avance en el desarrollo de la bomba atómica.

 

El primer punto y más importante del acuerdo fue el reconocimiento del derecho de la República Islámica a desarrollar un programa nuclear con fines pacíficos. Es decir que está facultada para realizar el enriquecimiento de uranio y con acceso al ciclo completo para la producción de combustible nuclear.

 

Por otra parte el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas levantaba todas las sanciones económicas y financieras contra el país. Además serían anuladas todas las restricciones económicas sobre los sectores bancario, financiero, petrolero, gasífero, petroquímico, comercial, seguros y transportes impuestas por la Unión Europea y EE.UU.

 

Firma del acuerdo acuerdo entre Irán y el G5+1

Firma del acuerdo acuerdo entre Irán y el G5+1

 

Finalmente las restricciones para la adquisición de armas serían parciales durante un plazo de cinco años, y anuladas posteriormente. Así como también se le permitiría al país de Medio Oriente adquirir aviones para su flota civil.

 

Como contrapartida la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA) tendría acceso las instalaciones nucleares iraníes, incluso a algunas militares, para realizar inspecciones periódicas. Vale destacar que, previo a esta negociación, la OIEA había realizado más de siete mil inspecciones en las instalaciones nucleares de Irán, sin que se haya confirmado que dichos complejos estén en capacidad para producir armas atómicas.

 

2. La salida de EE.UU.

 

En mayo de 2018 el presidente estadounidense, Donald Trump, decidió desconocer lo acordado por su antecesor, Barack Obama. Fue así que firmó un decreto para retirar a su país del acuerdo y reimponer las sanciones económicas contra Irán sin que este último haya incumplido ningún aspecto del pacto.

 

A pesar de esta política beligerante de parte de Washington, en su momento tanto Teherán como los otros cinco países, resolvieron continuar adelante con los puntos consensuados.

 

3. El "mensaje claro e inequívoco" contra Irán

 

A principios de mayo de este año, EE.UU. anunció el despliegue del grupo de combate del portaaviones USS Abraham Lincoln (capaz de transportar 90 aeronaves), en la región de Oriente Medio. Además envió cuatro bombarderos pesados B-52.

 

Para que no queden dudas del significado de esa decisión el asesor de Seguridad Nacional, John Bolton, declaró que se trata de "enviar un mensaje claro e inequívoco" a Irán de que "cualquier ataque contra los intereses estadounidenses o de sus aliados se enfrentará con una fuerza implacable".

 

Desde hace varios meses que la administración Trump viene planteando -sin presentar una sola prueba- que la República Islámica ha vuelto a ser una "amenaza" para la región. El secretario interino de Defensa, Patrick Shanahan, respaldó las palabras de Bolton, asegurando el despliegue de la flota implica "un reposicionamiento prudente de activos en respuesta a las indicaciones de una amenaza creíble por parte de las fuerzas del régimen iraní".

 

Planta Nuclear Busher

Planta nuclear en la ciudad iraní de Bushehr

 

En esta misma línea el 3 de mayo se habían anunciado nuevas restricciones económicas contra Teherán. En concreto Washington sancionará cualquier tipo de asistencia a la planta nuclear iraní en Bushehr, así como las exportaciones de agua pesada y uranio enriquecido. Días después, también se aplicaron medidas similares contra la industria metalúrgica del país persa.

 

4. Irán no se retira del tratado pero reduce sus obligaciones

 

Luego de todo este proceso, el miércoles el Gobierno iraní notificó a los embajadores de los otros cinco países que permanecen en el acuerdo su decisión de dejar de implementar "algunas obligaciones" del mismo.

 

En concreto dejará de vender, por un plazo de 60 días, uranio enriquecido y agua pesada. Aunque se aclaró que durante estos dos meses, estarán abiertos al diálogo para renegociar los términos. A su vez, se informó que si después de esos dos meses no hay avances considerables seguirán las acciones en detrimento del pacto entre las que se destaca que aumentarán el nivel de enriquecimiento de uranio.

 

El presidente Hasan Rohani sostuvo: "Nosotros no iniciamos la violación de los compromisos, y no iniciaremos una guerra". "Sin embargo, nunca hemos sucumbido ante el matonismo y nunca lo haremos: responderemos a cualquier agresor", añadió.

 

Por su parte Mohammad Javad Zarif, ministro de Asuntos Exteriores de Irán, opinó en el mismo sentido y con contundencia señaló que Irán tiene "7.000 años de cultura y civilización", y nunca ha "buscado la guerra" mientras que EE.UU. "solo en 16 de sus últimos 240 años de existencia no estuvo involucrado en guerras".

 

5. Europa y China buscan mantener el pacto

 

Mediante un comunicado la Unión Europea repudió la decisión iraní pero afirmó su voluntad de sostener el acuerdo nuclear. "Rechazamos cualquier ultimátum y evaluaremos el cumplimiento de Irán sobre la base de su desempeño con respecto a sus compromisos relacionados con la energía nuclear", apuntaron.

 

Además instaron a Teherán "a que continúe cumpliendo con sus compromisos en virtud del acuerdo en su totalidad, tal y como lo ha hecho hasta ahora, y a que se abstenga de cualquier medida que promueva una escalada".

 

En la misma línea se pronunció China, llamando a que "todas las partes" cumplan con el pacto

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