Mayo 8, 2024

La reforma ratona del Sistema de Pensiones para “adultos mejores”

El Presidente tiene una inclinación irresistible para inventar frases  inoportunas y  desatinadas: a los adultos mayores, por ejemplo, los llama adultos mejores, y en cierto grado tiene razón, pues un cotizante que no tenga cuarenta años de imposiciones y, además, un sueldo de parlamentario de 7 millones de pesos, es lógico que le convenga el Sistema de Ahorro individual – las AFP -.

 

 

Para la derecha el ideal de país sería aquel en que, producto de una peste, por ejemplo, desapareciera la mayoría de los viejos pobres y de las mujeres que nunca han cotizado en las AFP, y sobrevivieran solamente los rubios, de ojos azules, arios – es decir, como expresaba antes, “gente como uno”.

 

Sebastián Piñera no sólo desprecia al Estado, sino que también es marcadamente individualista: su reforma ratona al Sistema de Pensiones, recién enviada al Congreso, está inspirada en esta concepción de la vida y del hombre, (aunque tibia y deficiente la reforma presentada por la Presidenta Michelle Bachelet, a fines de su gobierno, era solidaria en el uso del 5% que imponían los empresarios. En el caso del proyecto de reforma de Piñera, el 4% va directamente a los cotizantes.

 

El Presidente actual, Sebastián Piñera, adopta las ideas de la “derecha compasiva”, y se emociona en su discurso en cadena nacional de televisión cuando habla de los adultos, las mujeres y, sobre todo la clase  media, que contribuyó con su voto para el Piñera 2.

 

No es verídico que la cotización de los afiliados al Sistema de Pensiones sea del 14,2%, pues habría que agregarle el 1,5% en comisiones a  las AFP, y el resto al seguro de invalidez. Finalmente, la cotización es del 17%, un punto menos que el promedio de los países de la OCDE, en consecuencia, a los gobiernos que le sucedan les quedaría muy poco margen para aumentar dicha cotización. Para llegar al 14,2% serían necesarios ocho años, en cuales gradualmente se terminaría la implementación de la reforma.

 

Piñera pretende fortalecer el eje solidario, es decir, la Pensión Básica Solidaria (PBS), además el aumento de las pensiones cuando el ahorro es muy bajo. El 0,2% se destinaría a un Seguro para los adultos mayores no-valentes.

 

El Estado aportaría el 1,2% del PIB para financiar la reforma, que equivaldría a 3.500 millones de dólares, de los cuales un millón quinientos mil se destinaría a mejorar las Pensiones Solidarias.

 

En el primer año, a partir de la aprobación del proyecto de ley, la PBS aumentaría en un 10%, es decir, de $105.000 pasaría a $118.000, y así paulatinamente hasta llegar a los 85  años de edad. Hay que considerar que la rentabilidad que logran los clientes de las AFP ha bajado de un 12% en la década de 1980, a 3% en 2019, es decir, que si sigue tan baja  la rentabilidad, el 4% más desaparecerá con el tiempo, (es muy probable que las pensiones futuras sean menores que las actuales).

 

En el mercado de la previsión chilena el 30% de los trabajadores no cotiza, y otro 30% cotiza sólo un mes por año; en resumen, un total de trabajadores de  5 millones que no cotiza.

 

So pretexto de favorecer la competencia y la propiedad de los cotizantes de su ahorro, el proyecto de ley actual permite que las Compañías de Seguros u otras instituciones administren el 4%. El problema que surge en el mercado chileno es que muchos de los dueños de estas instituciones también pertenecen a las AFP.

 

El cotizante que retire de su AFP el 4% y lo cotice en otra institución tendrá que pagar dos meses el porcentaje de administración. Ni tontos ni perezosos, las AFP tratan de conquistar clientes ofreciéndoles el no cobro por administración del 4%.

 

Los sueldos en Chile son muy bajos, y las pensiones, en su mayoría, son menores que el sueldo vital.

 

Algunos se preguntarán: si se permite al cliente elegir la administradora del 4%, ¿por qué no hacerlo con el 14,2% ampliando el mercado a otras instituciones que no sean las AFP?

Mientras sigamos con el sistema de ahorro individual y no adoptemos uno de solidaridad, o bien mixto, con una franja solidaria y una pequeña para los más ricos, de ahorro individual, las pensiones seguirán siendo bajas en un mercado muy precario del empleo.

 

El ciudadano de nuestra débil democracia se ha convertido en consumidor y terminará siendo deudor: el poco dinero que cotiza será comido por las AFP, que cada día reporta abultadas ganancias.

 

Nuestro Presidente ofrece una serie de premios destinados a las capas medias, a los adultos mayores y a las mujeres de clase media, (a estas últimas, con una base de menos de $700.000 y que tengan 16 años de cotizaciones, recibirán   0,15 UF,  equivalentes a $4.150; a las que completen 22 años de cotizaciones recibirán O, 25 UF, $6,222. Las mujeres, por el solo hecho de ser tales, tendrán un aporte adicional de 0,05 UF, $1.385. En total, recibirán $12.000 al año).

 

Para los nuevos cotizantes las pensiones aumentarán de un 14,2% a 40%. Una mujer de 40 años, por ejemplo, que le restan 20 años por cotizar, recibirá $34.000 en su jubilación; una mujer de 25 años percibirá casi $100.000; un hombre de 40 años, que aún le faltan 25 años para jubilar, recibirá $52.000 más; y de 30 años, le quedan 35 para jubilar, recibirá $84.300 al momento de jubilar.

 

Sebastián Piñera no quiso que fuera obligatorio el aumento de años para jubilar, ni tampoco subir el aporte de los cotizantes. La coordinación de AFP proponía un aumento de un 20%, pero es evidente que esta cifra perjudicaría el empleo, pues se haría  muy difícil que las micro y pequeñas empresas pudieran pagar el 10% de las cotizaciones.

 

Aun cuando se hace urgente la reforma de las Pensiones, es muy difícil que la mayoría de los parlamentarios apruebe esta reforma ratona y pro AFP, cuya ideología es individualista e interesada en sumar millones de dólares en favor de estas empresas, que explotan a los trabajadores.

 

Piñera cree que con este proyecto de reforma al Sistema de Pensiones va a dejar contentos a los “adultos mejores” ya las mujeres de la clase media, y como Jesucristo, siente que tiene el poder multiplicar los peces y los panes y convertir el agua en vino.

 

Rafael Luis Gumucio Rivas (El Viejo)

07/05/2019      

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