La actitud sumisa de los gobiernos de Francia, Italia, España y Portugal – que cerraron el espacio aéreo al avión presidencial boliviano – implica una conducta típica de los países vasallos en el patio trasero del imperio estadounidense.
La “sospecha” de que el avión que transportaba al Presidente Boliviano Evo Morales incluía entre sus pasajeros al exagente de la CIA Edward Snowden, es un constructo típico del departamento de guerra psicológica del Pentágono, que en otras épocas ha servido de pretexto para la invasión de países y asesinatos de jefes de Estado.
La orden imperial indignamente acatada por estos 4 gobiernos europeos puso en riesgo la vida del Presidente Boliviano que debió realizar una maniobra de emergencia para regresar a Austria. Se trata de una clarísima violación del Derecho Internacional y una grave ofensa a todos los países latinoamericanos. Ciertamente, EEUU no se habría atrevido a un tal acto de matonaje con el avión presidencial ruso o chino. Se trata, una vez más, de una maniobra intimidatoria, racista e imperialista, basada exclusivamente en la superioridad militar de la superpotencia del norte.
La digna respuesta del gobierno boliviano y la firme actitud del presidente Evo Morales, que impidieron el registro de la nave y no se doblegaron ante las presiones y maniobras de la Casa Blanca, merece el respeto y el apoyo de todos los pueblos y naciones del mundo, quienes debemos apelar a todas las instancias representativas, tales como UNASUR, CELAC Y ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS, para exigir las acciones de reparación y condena a este acto que constituye toda una advertencia de la ilimitada arrogancia del gobierno estadounidense que pone en peligro la estabilidad y la paz en el mundo entero.