Sin duda que al interior del FA hay críticas hacia el modelo neoliberal, pero se actúa de manera contraria, se mira desde las alturas, no está la clase en su interior, se gobierna para el consenso y los acuerdos, algo así como la vuelta de la vieja política. La muestra es que tampoco el FA vio llegar octubre a pesar de venir desde la calle, algo así como subirse a un tren