A pesar de su discurso de unidad nacional, el fascismo siempre sirve al gran empresariado. En un Chile con una gran concentración económica y la corrupción de la clase política, el pantano está abonado para el fascismo.
La extrema derecha tiene una raigambre histórica y cultural entre quienes se caracterizan por defender los intereses de oligarquías a partir de una idea de "jerarquía humana natural", ya sea porque se pertenezca a ellas, se aspire a hacerlo o se les suponga un rol dominante en la sociedad predeterminado por creencias culturales o religiosas.
Hay mucha confusión, tergiversación y mal uso, al utilizar términos, sobre todo en América Latina, como sionismo, nazismo, fascismo y otros, vamos a esbozar algunas notas sobre este último término.
La prensa constata: tras las elecciones al Europarlamento, Europa se escora hacia la extrema derecha. El avance de los partidos racistas, xenófobos y supremacistas ganan terreno. Pero, seamos sinceros, desde los años 70 la línea que separaba el proyecto totalitario nacido del Tercer Reich de una propuesta socialdemócrata se difuminó. El triunfo de Margaret Thatcher fue el
Hay autores que afirman que en Latinoamérica existe un debilitamiento global de las izquierdas con la excepción de México. Yo creo que la conclusión que conviene sacar de esto es, dicho en palabras simples y llanas, que Europa va p ' abajo y América Latina va p ' arriba
América Latina sorprende también en el despliegue de ideas conservadoras, combinadas con un accionar autoritario. Ello ha sido evidente con la emergencia de Bolsonaro en Brasil, Milei en Argentina e incluso Bukele en El Salvador. El presidente Milei, en Argentina, habla explícitamente que su proyecto es una “guerra cultural” contra la izquierda con un inédito extremismo
La paz y la democracia están en peligro frente el avance de las nuevas versiones del nazifascismo.
El Instituto Nacional de los Derechos Humanos (INDH) emitió un comunicado a través de sus redes sociales repudiando enérgicamente este acto de vandalismo.
Gobiernos poderosos arrastran a la humanidad hacia una era carente de Estado de derecho de ámbito internacional y efectivo, en la que es la población civil la que más alto precio paga en los conflictos.
Hemos visto un regreso gradual pero consistente de opiniones, discursos y agendas políticas de derecha radical, autoritaria y violenta en todo el mundo.