Hemos entrado en una nueva etapa de la política mundial. A EEUU ahora solo le resta dedicarse a su lucha contra China (y apretarnos un poco más en América Latina), país al que como se sabe considera su rival estratégico.
El presidente de Ucrania, Volodymir Zelensky, manifestó este jueves su intención de alcanzar un acuerdo con el expresidente estadounidense Donald Trump para poner fin a la guerra con Rusia, antes de incluir en la negociación al mandatario ruso, Vladimir Putin. Mientras tanto, los países europeos han expresado su descontento por haber sido excluidos de las conversaciones.
Desde hace muchas décadas que el mundo no contemplaba una manifestación tan explícita de imperialismo como la expresada por el nuevo presidente de Estados Unidos. Paradójicamente, todo indica que la propia decadencia económica y política que está sufriendo el país desde hace muchos años es uno de los factores que está condicionando este ominoso “despertar”.
El presidente estadunidense, Donald Trump, y su homólogo ruso, Vladimir Putin, sostuvieron una llamada telefónica este miércoles en la que discutieron la guerra en Ucrania, Medio Oriente, energía, inteligencia artificial, entre otras cosas, anunció el inquilino de la Casa Blanca a través de Truth Social.
No vale la pena seguirle el juego al show de este presidente, que además de criminal, como sus predecesores en el cargo, es un imbécil y un malvado enfermizo. Dicho esto hay algo en esa verborrea que sí parece claro. Se trata de la guerra comercial contra todos, adversarios y aliados. Esa es una línea clara. Y esa línea se va a volver contra Estados Unidos.
Es tan importante que judíos y personas de ascendencia judía empaticemos, levantemos la voz y veamos a Gaza como un territorio de vida no sólo para los palestinos, sino también para toda la humanidad, la cual necesita un poco de esperanza, en un momento en donde cualquier fanático sale de presidente y dice cualquier cosa.
Los trumpistas más acérrimos de la extrema derecha europea, con excepción de la neofascista italiana Giorgia Meloni, se reúnen estos días en Madrid al llamado de Vox, formación política neofranquista cuyo líder, Santiago Abascal, fue uno de los invitados especiales de Donald Trump a su toma de posesión.
Ninguna de sus medidas adelantadas durante la campaña tiene visos de no ser puesta en marcha: desde la persecución a los inmigrantes ilegales hasta declarar zona de emergencia la frontera con México, colonizar Groenlandia y reconquistar el canal de Panamá.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reafirmó su plan de tomar el control de la Franja de Gaza una vez finalizados los combates, asegurando que Israel le entregará el territorio y que no será necesario desplegar soldados estadounidenses en la región.
Ante este panorama, la Plataforma Internacional por los Derechos Humanos hace un llamado urgente a todas las organizaciones de derechos humanos en los cinco continentes a reaccionar y movilizarse contra esta "ofensiva mundial de la ultraderecha y el neofascismo imperial".