El arbitraje del Banco Mundial en un pleito de inversiones por el cual el español
Víctor Pey Casado reclama al Gobierno de Chile 515 millones de dólares (450 millones
de euros) está al caer después de diez largos años.
Pero, a última hora del pasado viernes, el Banco Mundial puso en conocimiento de
las partes que el Gobierno chileno está en mora: desde julio de 2007, acumula un
retraso en el pago de unos 505.000 dólares en los costes del procedimiento. En la
carta, se informa a la parte demandante -es decir, a Pey Casado, que sí ha pagado-
sobre la posibilidad de que se haga cargo, también, de lo que debe Chile antes del
31 de marzo próximo para que se pueda hacer público el arbitraje.
La carta esta firmada por Eloïse M. Obadia, secretaria del Tribunal de Arbitraje,
"en nombre de la secretaria general" del Centro Internacional de Arreglo de
Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI), del Banco Mundial. La secretaria general
no es otra que la ex ministra Ana Palacio, vicepresidenta y abogada del grupo Banco
Mundial.
Pey, ingeniero industrial, antiguo miembro de una consejería de la Generalitat de
Catalunya, salió de España ante el avance de las tropas franquistas sobre la capital
catalana en febrero de 1939. Se dirigió a Francia y desde allí se embarcó en el
Winnipeg, el vapor que fletó el entonces cónsul chileno en París, el poeta y
diplomático Pablo Neruda, y que trasladó a 2.300 exiliados republicanos a Chile.
Pey Casado se dedicó a los negocios en Chile; entre ellos, a la construcción de
puertos, y trabó en los años cuarenta del siglo pasado una estrecha amistad con
Salvador Allende. En 1972, cuando Allende era presidente de Chile, Pey adquirió por
un millón de dólares que ingresó desde el exterior la totalidad de las acciones del
diario Clarín, el de mayor tirada del país.
La dictadura de Pinochet incautó, tras el golpe del 11 de septiembre de 1973, el
diario. El nuevo y moderno edificio fue destinado a la fiscalía militar. Pero ya
durante la última fase de la dictadura, el regimen reconoció a Pey, que guarda
celosamente los títulos que acreditan la propiedad, sus derechos. Sin embargo, las
reclamaciones de Pey a los sucesivos gobiernos de los presidentes Eduardo Frei Ruiz
Tagle y Ricardo Lagos para hacer valer sus derechos no tuvieron éxito.
Fue en 1997 cuando Pey Casado y su abogado, el valenciano Joan Garcés, asesor del
presidente Salvador Allende hasta el bombardeo del Palacio de la Moneda, presentaron
una demanda ante el CIADI exigiendo el cumplimiento del protocolo de dicho organismo
de arbitraje, al que se adhieren más de 120 países, y la aplicación del Acuerdo
Bilateral de Protección de Inversiones firmado por España y Chile en 1991, vigente
desde 1994. Aunque nacionalizado chileno, Pey nunca renunció a la nacionalidad
española y en la actualidad es ésta última la que conserva.
El Gobierno chileno, según fuentes jurídicas, llegó a pagar a unos presuntos
testaferros que dijeron ser los propietarios de Clarín, pero que nunca acreditaron
con los títulos dicha afirmación. Los títulos están en posesión de Pey Casado y de la
Fundación Presidente Allende, registrada en España. El borrador del fallo del
Tribunal Arbitraje que preside el jurista suizo Pierre Lalive, sería favorable a Pey
Casado.
El Gobierno chileno no quiso negociar
La demanda fue presentada en 1997 por Pey y la Fundación Presidente Allende,
española, en virtud del acuerdo de protección de inversiones extranjeras firmado por
Chile y España en 1991. Los gobiernos de la concertación en Chile rechazaron la
negociación con Pey. El ciudadano español, que tuvo durante cierto tiempo también la
nacionalidad chilena, compró el diario Clarín por un millón de dólares en 1973. El
dictador Augusto Pinochet se lo arrebató tras el golpe de Estado de 1973.
Un moroso sin precedentes en el Banco Mundial
El Tribunal que preside el jurista Pierre Lalive elaboró un borrador que fallaba
en 2006 contra Chile a favor de Víctor Pey. Pero el árbitro designado por el Gobierno
chileno informó a éste sobre el inminente fallo adverso. Chile aprovechó para
recusar a los otros dos miembros del Tribunal. El entonces presidente del Banco
Mundial, Paul Wolfowitz, nombró a otros dos árbitros. El nuevo Tribunal ha terminado
sus trabajos y anunció a finales de enero pasado el fallo dentro de 60 días. Pero
Chile está en mora con los gastos que debía pagar. ¡Surrealista: para conocer el
fallo, Pey, aparte de pagar sus gastos, debería correr con los de Chile!.
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