Para Milel la ideología woke, o sea los avances progresistas son: “la gran epidemia que debe ser curada, es el cáncer que hay que extirpar. Colonizó las instituciones más importantes del mundo”. Y, se complace, con haber encontrado en su lucha (o sea, la de Trump) al “maravilloso” Musk y a “la feroz dama italiana, mi querida amiga” Giorgia Meloni, la primera ministra italiana.
La idea de conquistar Marte de Donald Trump, es la continuidad directa de la carrera espacial iniciada en la guerra fría y la consecuencia de lógicas civilizatorias previas de muchos siglos atrás
Aprender a escuchar se ha convertido en una habilidad esencial que tanta falta hace en la política de hoy. Paulo Freire, uno de los pedagogos más influyentes del siglo XX, nos recordó con sus enseñanzas que el acto de escuchar no sólo es una condición para el aprendizaje, sino también para la transformación social.
Es notable la trascendencia de los pueblos indígenas en nuestra América, con sus procesos de organización sintetizados en la demanda central por la autonomía, con el caso paradigmático de los mayas zapatistas, que recién celebraron el 31 aniversario de su histórico levantamiento armado, junto a un nutrido y representativo acompañamiento nacional e internacional.
El recurso a la teología no debe ser visto como una capitulación, sino como una herramienta más en la búsqueda de alternativas. En un mundo donde las certezas parecen haberse derrumbado, la capacidad de creer, incluso contra toda evidencia, puede ser el primer paso hacia la construcción de una nueva realidad.
Si Lenin se hubiera propuesto ser uno de los profetas de la era capitalista, no lo habría conseguido con tanta precisión como hoy podemos ver que resultó. El capitalismo adquiere una nueva dimensión imperialista. Se trata del tecnoimperialismo –al que Yanis Varoufakis considera un tecnofeudalismo– al que sirven de escolta el imperialismo de las finanzas y el imperialismo
“El Estado soy yo”, decía Luis XIV, en la misma Francia de Napoleón. El 20 de enero Trump lanzó una chorrera de decretos en los primeros minutos de su mandato, decretos que más parecen un deseo de venganza, pues nombra en las carteras a fulanos que han actuado justamente en contrario de lo que sus ministerios se proponen.
Para terminar con las AFP, se requieren votos en el Parlamento, y ese mismo pueblo que no quiere AFP eligió parlamentarios pro AFP”, afirmó entre aplausos de la ultraderecha que piensa lo mismo.
Este señor Trump se está haciendo enemigo de todos: porque América Latina unida y muchos más vamos a defender el Canal de Panamá para que continúe la navegación libre y sin discriminación por sus aguas.
Un país pequeño como Chile no puede renunciar al espacio internacional para reproducirse económicamente; pero necesita implementar una apertura inteligente al mundo, no de forma indiscriminada como hasta ahora, sino con adecuadas regulaciones que cuiden y promuevan las industrias modernas y de servicios, principales generadores de empleo.