La corrupción, desgraciadamente, se ha extendido en Chile a demasiados ámbitos, incluso bajo nuevas formas como las de las transferencias injustificadas a fundaciones privadas
Hay que diferenciar entre los no comunistas, los adversarios del comunismo como ideología, y los anticomunistas. Lo distintivo de la obsesión anticomunista es su conversión mitificada como el enemigo absoluto a liquidar, por cualquier vía, lícita o no.
Poco o nada tienen que ver los ciudadanos con la llamada ingeniería electoral, es decir ese obsesivo empeño por construir pactos y alianzas que les aseguren a las distintas colectividades tener representantes en el Ejecutivo, el Parlamento, los gobiernos regionales y comunales.
El partido se pone interesante cuando descubrimos que no todas las 346 comunas chilenas cuentan con su PRC, dejando un espacio abierto para los jugadores astutos como Gabriela
Ciertas acciones colectivas y sistemas de ideas pueden ser muy perniciosos, como lo demuestra la historia, pero no hay otro camino que el de la acción común democrática, local y global