Llama la atención que la Agrupación Nacional de Jean Marie y Marine Le Pen –el partido más derechista de Francia, que hasta 2018 se denominó Frente Nacional- se haya coaligado con los partidos más izquierdistas de ese país para provocar desde el Parlamento la caída del gobierno de centro-derecha, presidido por el republicano Michel Barnier. Y sobre todo, desde Chile se ve
La postura de hacer volver la figura del general Baquedano a la Plaza Italia, entusiastamente planteada por el candidato Orrego (Francisco) de la derecha; ha sido también replicada por el otro candidato Orrego (Claudio) de la “centro-izquierda”.
Por ello la verdad histórica es una compleja elaboración colectiva en que se van complementando los descubrimientos y registros de múltiples historiadores y de estudiosos de otras disciplinas.
Ciertamente que ya es muy difícil que Chile pueda clasificar al Mundial de 2026. Pero no imposible. Es importante tener en cuenta que pese a lo mal que está la selección no es descabellado pensar en que Chile podría ganarle a Perú en Lima (que está tan mal como nuestro país) y a Venezuela en Santiago, con lo que quedaría con 11 puntos y con el entusiasmo y las
El extremo individualismo, autoritarismo, sometimiento, desmoralización e injusticia social de la sociedad chilena, son factores que ciertamente contribuyen a incrementar enormemente -en ocasiones de menor control social como las celebraciones masivas- las conductas autodestructivas y antisociales.
Todo indica, pues, que en los plazos históricos previsibles se seguirá manteniendo vigente la “refundación nacional” extrema que impuso la derecha a sangre y fuego a través de la dictadura; y que la “centro-izquierda” legitimó, consolidó y profundizó pacíficamente con posterioridad…
El 8 de agosto pasado –en visita a Chile- el presidente de Argentina, el ultraderechista Javier Milei, elogió el modelo económico que desde hace décadas se viene aplicando en nuestro país. Así, señaló que “para nosotros (Argentina) Chile ha sido un claro ejemplo de lo que hay que hacer para sostener el desarrollo económico en el tiempo.
Entre las numerosas barbaridades que conserva nuestra “civilización”, hay una que no sólo se mantiene, sino que además se incrementa. Me refiero a aquella que continúa considerando el boxeo como deporte e, incluso, ¡olímpico!
Poco reconocemos que a lo largo del siglo XX la sociedad chilena conservó el profundo desprecio a los mapuches que la había llevado en el siglo XIX a expoliar con extrema violencia su territorio; y luego, a justificarlo grotescamente con el eufemismo de la “pacificación de la Araucanía”. De este modo, los estereotipos negativos asociados a ellos que surgieron en la fase
Cuando finalmente lleguemos a comprender que por el bien de Chile y de nuestra región tenemos que superar todos los resabios bélicos y limítrofes decimonónicos que aún nos separan de nuestros países vecinos; ahí nos daremos cuenta –entre muchas otras cosas- de la insensatez de haber tenido, en la principal plaza de Santiago, un monumento al general que condujo la cruenta