Estados Unidos ha pasado de la barbarie a la decadencia
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Este país, con el triunfo y ascensión al poder del Presidente, Donald Trump, está pasando de la barbarie a la decadencia, sin haber rozado la civilización: en el caso del COVID-19, Trump comenzó a catalogarlo como una simple gripe, a quien se sumaron Jair Bolsonaro y Andrés Manuel López Obrador en la minimización del problema que se estaba incubando. Al poco tiempo, la realidad les ha dado en las narices, especialmente es Estados Unidos: Nueva York, tanto la ciudad como el estado están sobrepasados, y el país figura a la cabeza de contagiados y muertos.
Trump, que estaba trabajando para ganar en las próximas elecciones de noviembre de 2020, el triunfo se le está escapando de las manos, y tiene una dosis de suerte, pues el candidato a todas luces ganador dentro de las filas del Partido Demócrata, Joe Biden, es tan malo como Trump; Biden, después de desaparecer por 15 días, dio una conferencia de prensa en se mostraba más envejecido y con signos de padecer el temido Coronavirus.
Donald Trump, “gerente” de los Estados Unidos, pudo darse el lujo de dar un giro en 360º, al darse cuenta que la peste, sumada a la recesión, conducía al país directamente a la decadencia, y mostrando cara de desesperado, anunció que vendrían dos semanas trágicas para el pueblo norteamericano, agravadas por la cesantía de 6 millones seiscientos mil norteamericanos, que reclamaban Seguro de Desempleo.
El gobernador de Nueva York, Andrew Coumo, (cuyo hermano Cristián se cuenta entre las víctimas del virus), se ha convertido en la figura más popular en Estados Unidos por la valentía y decisión con que está enfrentando este flagelo, (ocupa el primer lugar en las encuestas de opinión por su labor en esta crisis), sin embargo, las necesidades actuales son tales que a pesar de disponer del portaviones-hospital, además del uso del Central Park como hospital de campaña, Nueva York sigue desolada y en crisis, debido a la tardía reacción del gobierno federal para implementar las medidas pertinentes.
En Estados Unidos existen balances y contrabalances, uno de ellos es el federalismo, por consiguiente, los gobernadores cuentan con amplias facultades por sobre el gobierno federal para actuar en casos de catástrofes, por consiguiente, los gobernadores de Nueva York, California y Florida han adoptado acertadas medidas, haciendo caso omiso de las nimiedades de Trump.
En el mundo tripolar, tanto Rusia como China han aprovechado de la crisis para adelantar a los Estados Unidos, incluso, Rusia se ha dado el lujo de prestar ayuda humanitaria a Estados Unidos, por medio de un avión con insumos médicos; algo similar ha hecho China, en plena guerra comercial.
Países como Rusia, Chile e, incluso, Cuba, han acudido en ayuda a los países que necesitan mayor apoyo médico, de medicamentos, mascarillas y de respiradores mecánicos, (en Europa lo han hecho con Italia, España y Francia, y en América Latina, principalmente en Venezuela, Ecuador, Argentina, Chile…).
En toda crisis de epidemias se da lo peor y lo mejor de los seres humanos y, sobretodo de quienes tienen el poder de implementar las medidas necesarias, los gobernantes en el caso actual, contra el COVID-19. En Europa, por ejemplo, se ha desatado una guerra por la importación de mascarillas: Francia se robó un cargamento de estos implementos, cuyo destino era España; Trump prohíbe a todas las empresas la exportación de mascarillas, alegando que el país las necesita; en el caso de Chile, los locatarios de edificios impiden el uso de ascensores y espacios comunes a Profesionales de la Salud; personajes de gobierno y otros están usando mascarillas, que son de uso exclusivo para médicos y enfermeras, que deben protegerse para evitar contagios.
Trump recomendó a sus “chupamedias”, Iván Duque, Jair Bolsonaro, Sebastián Piñera, y otros, que acepten la ayuda de Rusia, China y Cuba, pero ellos previamente habían tomado la decisión, aduciendo que “seremos canallas, pero no tontos”.
Un Donald Trump desesperado trata de animar una lucha contra el narcotráfico del Caribe a fin de presionar a Venezuela, esta vez nombrando cinco presidentes de “transición” sacando de la lista a “su muñeca inflable”, Juan Guaidó, en quien ya no confía ni el mismísimo Trump, pues pasó de héroe a ladrón, corrupto y paramilitar, y cuya ambición es el poder, sumado al nepotismo.
Toda catástrofe trae consigo cambios radicales, y uno de ellos podría ser el derrumbe sanitario, económico y social de los Estados Unidos, y Trump sería el “Rómulo Augusto”, el último emperador de Roma.
Rafael Luis Gumucio Rivas (El Viejo)
06/04/2020
hugo randier says:
Ramon, las exageraciones escritas son siempre producto de cierta ignorancia
global. Cuando alguien, que con frecuencia habla de sí mismo o su familia, no
tiene que garrapatear, se excede en sus apreciaciones y «verdades» a medias
al creer que todos son giles que se tragan opiniones poco serias…
rafael gumucio says:
obvio meti mal el dedo donde dice chile debe decir china
ramon roman says:
Don Rafa Gumucio, quiero creer que lo que escribió más arriba es solamente un error tipográfico y no una opinión seria viniendo de usted: Usted escribió esto: «Países como Rusia, Chile e, incluso, Cuba, han acudido en ayuda a los países que necesitan mayor apoyo médico, de medicamentos, mascarillas y de respiradores mecánicos, (en Europa lo han hecho con Italia, España y Francia, y en América Latina, principalmente en Venezuela, Ecuador, Argentina, Chile…).». ¿Chile ayudando, en esta crisis, a países que necesitan ayuda médica? Esta bien que Mañalich diga en serio que Chile tiene el más avanzado Sistema de Salud del planeta y comprendemos que este gallo sufre de algún problema en su cerebro, pero que usted escriba lo que escribió de la ayuda que Chile supuestamente está dando a otros países en esta crisis, esto me comprueba que no solamene Mañalich está ca gado de la cabeza, sino que además tambien usted. Qué maldita lástima que usted caiga en esta propaganda neoliberal.