Pueblos Originarios

Comunidad Mapuche en Nahuelbuta lucha para salvaguardar su Cordillera

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El 17 de febrero comenzó el proceso de recuperación de la Cordillera de Nahuelbuta por parte de la comunidad Mapuche Juan Ignacio Reuca de Puren. Hasta el día de hoy, la explotación de este territorio por las empresas forestales y represas están afectando peligrosamente las especies nativas del territorio.

 

“La explotación de la Cordillera de Nahuelbuta está contaminando de forma definitiva el ecosistema de este territorio”, denuncia la Comunidad Juan Ignacio Reuca de Puren; “eso nos movió a recuperar la Cordillera de Nahuelbuta para parar las empresas forestales que vienen arrasando las especies nativas y las represas eléctricas que matan la biodiversidad, como el agua, elemento vital para todos, y no solamente los mapuche”.

La llamada Cordillera de Nahuelbuta, corresponde a un tramo de la Cordillera de la Costa que va desde el río Bío bio hasta el río Imperial en la zona de la Araucanía en el sur de Chile. Sus tierras son parte del territorio ancestral mapuche, por eso su nombre en mapudungun, que significa “Puma grande”.

Aquí se encuentran instaladas varias empresas transnacionales, entre otras, la Forestal Arauco y la empresa Tuniche.




La empresa Forestal Arauco y la empresa Tuniche mencionan un respeto total del ambiente y de las normas. Sin embargo, la población de estos lugares no la piensa de la misma manera.

“La empresa Tuniche, exportadora de semillas de maíz transgénico, híbridos y de fruta se apropió de las aguas de los habitantes de la cordillera de Nahuelbuta”, denuncian esas comunidades.

 

Una lucha que sigue desde 2017.

La lucha contra la transnacional sigue desde hace años.

A través de su filial EFG SPA, Tuniche ya eliminó los avellanos nativos en 2017 para plantar los primeros 25.000 cerezos, en 20 hectáreas del sector Junta de las Aguas.

“En su web, Tunichefruits.cl informa que cumple las normas de la certificación internacional Global Gap desde las actividades pre-cosecha hasta la manipulación del producto post-cosecha, el empaque y almacenamiento, pero sin duda no ha considerado estas normas en el inicio de los monocultivos de cerezos en la novena región. A futuro, esto puede generarle graves problemas, al menos para su relación con los mercados europeos, cuyos consumidores rechazan los productos que dañan el medio ambiente”, denunciaron en la época las comunidades.

Sin embargo, carta y denuncias no han sido eficaces a evidenciar la crítica situación que se vive en la Cordillera de Nahuelbuta.

 

Tuniche sigue operando través de su empresa, la Sociedad Agrícola EFG SPA, adquiriendo varios predios para monocultivo frutícola en la parte alta de la cordillera. En el sector Junta de las Aguas, como indica su nombre, confluyen los esteros Cabrería, Las Minas y Los Toldos, dando origen al río Purén, que a su vez descarga en el río Lumaco y luego en el río Imperial.

Eso afecta a campesinos y pequeños propietarios mapuche y no mapuche de las comunas de Purén y Lumaco, en la Novena Región, justo al límite con la región del BioBío.

 

Un proyecto de la Unión Europea, ¿Ayudará a las poblaciones de Nahuelbuta?

En septiembre 2019 se creó el Consejo Asesor de Restauración para Nahuelbuta que pretende conseguir bosques a escala de paisaje como medida de adaptación al cambio climático. La Unión Europea participa en este proyecto.

En la actividad participó Quentin Weiler, Jefe de Delegación Adjunto de la Unión Europea, quien valoró las relaciones entre la UE y Chile: “Es un honor representar a los 28 países miembros de la Unión Europea en este importante hito para la región de Biobío y para nuestro proyecto conjunto de lucha contra el cambio climático. El enfoque innovador e incluyente del plan de restauración de bosques en Nahuelbuta permitirá crear aprendizajes que facilitarán su implementación en otros ecosistemas en Chile”, dijo Weiler.

El proyecto, que concretamente consiste en mitigar el cambio climático en la zona de Nahuelbuta, asegurando el abastecimiento de agua para consumo humano y la restauración del bosque nativo natural de la zona, mediante un enfoque de gobernanza participativo, todavía no parece realmente efectivo, desde la populación, como, al final, transnacionales como Tuniche y Arauco siguen explotando el territorio.

Para luchar concretamente en favor de la zona de Nahuelbuta, habría por primero concluir con las explotaciones transnacionales de su territorio.

 

Por Elena Rusca

 



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