Corrientes Culturales

Fados al Sur del Mundo: inspiración mistraliana

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Pocos lugares existen en Santiago que permitan una expresión musical de calidad en un formato íntimo que posibilite la expresión más espontánea y auténtica con participación de público y otros músicos que se suben sorpresivamente al escenario. El Mesón Nerudiano es una leyenda vigente para convocar a la buena música con su anfitrión Luis Vera Nieto, un servicio de coctelería, comida, buenos vinos, agradable servicio como el de Eduardo Neculhual y sus colegas.

Hace unos días atrás se presentó la agrupación Barrio de Tango (Paquita Rivera, Jimena Rey, Jorge Prado) con un espectáculo consolidado que comenzó en ese escenario y que de vez en cuando se sigue presentando con una notable selección de clásicos de este género musical. Junto a este grupo también se suele presentar una agrupación que se destaca como la más importante en nuestro país como cultora del Fado llamada Fados al Sur del Mundo (Jorge Prado, Paulina Paz Muñoz, Miguel Angel Álvarez). Ambos géneros musicales que son patrimonio de la humanidad destacándose universalmente.

En esta presentación Jorge Prado y sus compañeros recordaron lo importante que fue Lisboa para la carrera diplomática de Gabriela Mistral, considerando su previa mala experiencia madrileña. Este mejor momento en Portugal (1935-1937) le permitió una mejor imagen política colaborando en la causa de los exiliados republicanos españoles que pudieron salir del país escapando de la persecución. Fados al Sur de Mundo incorpora en su repertorio algunos poema de nuestra Premio Nobel, hace casi 80 años, musicalizados por Jorge Prado en su disco «Saudade de Gabriela» (2022).

Este año deberíamos llenarnos de relatos y manifestaciones artísticas que contribuyan a visibilizar desde el reconocimiento poético la tremenda figura de nuestra madre intelectual con la que seguimos manteniendo una deuda cultural. Tenemos el desafío de rescatar a la señera y profunda Gabriela Mistral, este año es una buena posibilidad para impulsar un relevamiento que asegure el reconocimiento necesario a la maestra que nunca olvidó su pertenencia nortina ni su pertenencia chilena desde su anhelo por una transformación social y cultural más justa desde su convicción de somos una «voluntad de ser».




 

Alex Ibarra

 



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