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El feminismo de Orellana incomoda a la oposición conservadora: La CIM cierra la puerta a sus denuncias

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La Comisión Interamericana de Mujeres (CIM) de la Organización de Estados Americanos (OEA) desestimó una solicitud presentada por un grupo de diputadas de oposición que buscaba un pronunciamiento sobre supuestos actos del gobierno de Chile, incluyendo la remoción de la ministra de la Mujer, Antonia Orellana, de su cargo como vicepresidenta del Comité Directivo de la CIM.

La acción, liderada por diputadas de derecha y ultraderecha como Flor Weisse, Marta Bravo y Marlene Pérez (UDI), junto a Camila Flores, Paula Labra y Marcia Raphael (RN), además de Sara Concha y Francesca Muñoz (socialcristianas), fue rechazada por la CIM, que consideró que los asuntos presentados son «procesos internos del país» y están fuera del mandato del organismo.

Una ofensiva conservadora contra el feminismo

Desde agosto de 2024, estas legisladoras conservadoras han emprendido una cruzada contra la ministra Orellana, una de las figuras más visibles del pensamiento progresista en el gobierno de Gabriel Boric. El primer intento por destituirla surgió tras la remoción de Isabel Amor del Servicio Nacional de la Mujer en Los Ríos. La segunda embestida se concretó en noviembre, en medio de las denuncias de violación contra el subsecretario Manuel Monsalve y una desacreditada acusación por acoso contra el Presidente Boric.

En su carta dirigida a la CIM, las diputadas criticaron el respaldo de Orellana y del gobierno al movimiento feminista, destacando el uso de consignas como “Amiga, yo te creo” en defensa de víctimas de delitos sexuales. Según las legisladoras, la administración de Boric ha mostrado una supuesta falta de compromiso real en la materia.




Respuesta contundente de la CIM

Pese a los argumentos presentados, la CIM rechazó categóricamente la solicitud. Basándose en el Artículo 3, inciso e) de la Carta de la OEA, el organismo recordó que cada Estado tiene el derecho de organizarse sin injerencias externas. “Lo señalado en la carta no es parte de las materias y mandatos de la OEA o de esta Comisión, al tratarse de temas y procesos internos del país”, aclaró.

La decisión representa un revés para las diputadas opositoras, quienes intentaron utilizar instancias internacionales para atacar a una figura clave del feminismo en Chile.

Contexto político y relevancia del rechazo

El rechazo de la CIM no solo respalda la gestión de Antonia Orellana, sino que también pone en evidencia la incomodidad de ciertos sectores conservadores frente al avance de agendas progresistas en el país. Desde su llegada al cargo, Orellana ha impulsado políticas en favor de los derechos de las mujeres, lo que ha generado fricciones con sectores que buscan mantener un enfoque tradicional en estas materias.

Esta resolución reafirma el compromiso de la CIM con la autonomía de los Estados y deja claro que los organismos internacionales no deben ser instrumentalizados con fines políticos internos. Para el gobierno de Boric y la ministra Orellana, el dictamen es un respaldo a su gestión, mientras que para las diputadas opositoras significa un claro portazo a sus intentos de deslegitimar el enfoque feminista que guía la actual administración.

 

 



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