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Banco Central ajusta proyecciones: Inflación alcanzará 5% en 2025 y crecimiento del consumo se ralentiza

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El Banco Central de Chile presentó esta mañana su Informe de Política Monetaria (IPoM) de diciembre de 2024, donde se destacaron los principales desafíos macroeconómicos del país, particularmente en términos de inflación y consumo. Según expuso la presidenta del organismo, Rosanna Costa, las proyecciones de inflación indican que el índice cerrará este año en un 4,8%, fluctuará en torno al 5% durante el primer semestre de 2025 y se reducirá progresivamente para alcanzar la meta del 3% en los primeros meses de 2026.

La trayectoria inflacionaria ha superado las estimaciones realizadas en informes anteriores. Costa explicó que esta alza responde a un conjunto de factores, incluyendo la apreciación global del dólar, el incremento en los costos laborales y los ajustes en las tarifas eléctricas. “La combinación de estos elementos ha reducido los márgenes operativos de las empresas, generando un traspaso de costos a los precios finales mayor al previsto inicialmente”, señaló la presidenta durante su presentación ante la Comisión de Hacienda del Senado.

Impacto en la política monetaria y el consumo

En respuesta a este escenario, el Consejo del Banco Central redujo la Tasa de Política Monetaria (TPM) a 5% en su última reunión, completando un descenso acumulado de 625 puntos base desde julio de 2023. Sin embargo, Rosanna Costa enfatizó que el balance de riesgos para la inflación sigue sesgado al alza, lo que obliga a mantener una postura cautelosa.

Por otro lado, el consumo privado ha mostrado un débil desempeño, afectado por la baja creación de empleo, la depreciación real del peso y expectativas económicas pesimistas. La demanda interna, que incluye el gasto de los hogares y las inversiones, creció menos de lo previsto en el tercer trimestre. Según el informe, el consumo privado será un factor determinante en la desaceleración de la economía en 2025.

El Banco indicó que la actividad económica fue retomando niveles de crecimiento este año. “Tras un dinámico primer trimestre, la actividad ha estado evolucionando más estable, estimándose que en el año el crecimiento será 2,3%, lo que está en torno a la capacidad de la economía”, precisó en el informe.

Condiciones internacionales y sus efectos locales

El contexto global ha intensificado las presiones sobre la economía chilena. Factores como la incertidumbre internacional derivada de tensiones geopolíticas, el fortalecimiento del dólar y las altas tasas de interés de largo plazo a nivel global han influido en la depreciación del peso chileno y las condiciones de financiamiento externo.

“La incertidumbre respecto a las políticas económicas del nuevo gobierno de Estados Unidos, junto con otros riesgos globales, continuará marcando el escenario internacional”, sostuvo Costa. No obstante, destacó que el inicio de recortes en las tasas de la Reserva Federal desde septiembre podría aliviar parcialmente estas tensiones.

Perspectivas de inversión y actividad económica

En cuanto a la formación bruta de capital fijo (FBCF), las proyecciones también se han ajustado a la baja, con un dinamismo limitado fuera del sector minero. La inversión minera seguirá liderando en 2025, mientras que rubros como la construcción y los servicios financieros continuarán rezagados.

Por su parte, los sectores productivos mostraron un desempeño dispar. Aunque la minería y la industria tuvieron resultados favorables en el tercer trimestre, otros sectores como la construcción y los servicios empresariales mantuvieron su debilidad. El informe también destacó la volatilidad de la actividad económica en los últimos meses, impulsada por factores transitorios como fluctuaciones en días laborales y ajustes de oferta.

Conclusión y desafíos futuros

El IPoM de diciembre subraya los retos a corto plazo que enfrentará la economía chilena, con una inflación persistente y una actividad económica limitada por el menor crecimiento del consumo y la inversión. No obstante, el Banco Central mantiene su perspectiva de que, a mediano plazo, las presiones inflacionarias cederán, apoyadas por una moderación en los costos y una recuperación gradual del consumo privado.

El llamado de la autoridad monetaria es a la cautela y la observación constante de los indicadores económicos, especialmente en un contexto de alta volatilidad tanto local como global

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