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Cubillos. ¿Un sueldo ideológicamente falso?

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La derecha no termina de sorprendernos. Su habilidad para camuflarse es como el camaleón. Aprovecha todas las oportunidades que se abren en esta “sociedad abierta” (Karl Popper), pero para las élites.

La Universidad privada San Sebastián, parece ser la guarida donde se van a refugiar todos aquellos que han cooperado dolosamente con la tarea de defraudar al Fisco (Chadwick, Ward, ex fiscal Guerra) o a los ciudadanos de a pie, que no terminan de caer en la cuenta de quiénes son los gamonales que los explotan, abusan y violan sus derechos. Entonces esos abusadores siguen gozando de buena salud y el pueblo chileno sufriendo de mucha necesidad insatisfecha o medio cubierta, pero a un costo desmesurado, costo que va a parar a las altas remuneraciones de una burguesía rentista, parasitara y antinacionalista (a pesar de su adicción al uso de los signos patrios).

La señora en cuestión, fue contratada por una universidad “privada” en su gestión, pero es una universidad que sigue violando la Constitución, que expresamente prohíbe el lucro en la educación, pero no sólo eso, también la normativa exige acreditar calidad de la enseñanza. Las dos exigencias son violadas por esta institución (por sus frutos los conoceréis).

La gestión privada viene acompañada de un pecado adicional, que en un 40% se financia con recursos públicos (CAE, BECAS, que suman 37.000 millones de pesos, cada año), ya que nuestro blandengue Estado permitió que el financiamiento público vaya a alimentar el lucro de las universidades privadas en vez de fortalecer el financiamiento exclusivo de las universidades públicas. Universidades que tienen menos costo, verdadera  acreditación académica e investigación de calidad, que termina beneficiando a todo Chile y no sólo a los accionistas y sus compinches.

Este “sobresueldo” evidente de la señora Cubillos, no obedece a cualidades académicas (tendría que estar siendo poseedora de un premio Nobel en su campo de conocimiento, como para gozar de una remuneración tan estratosférica), sino a una estrategia política: financiar a una figura que puede ser el relevo del liderazgo nacional en el sector político de la derecha más extremadamente corrupta, como demostradamente es la UDI.

Véalo de esta manera. Ella ha sido puesta en varios cargos políticos relevantes por su partido, la UDI, en los dos gobiernos de la derecha posdictadura. Su actual esposo postuló a ser candidato presidencial por Renovación Nacional y se frustró, pero mantiene fuerte influencia en ese partido como para hacer aceptable el apoyo a una candidata mujer (su mujer) de la UDI, pues con el aval de su esposo da garantías de un buen posicionamiento en los curules del poder, por parte de los militantes del partido Renovación Nacional, en caso que reconquisten el poder ejecutivo.

Por ahora el prospecto más visible de la derecha es la señora Matthei, pero el futuro debe ser construido, entonces una alcaldía en la comuna rica (Las Condes), asegura una presencia dentro del sector que pinta para liderazgo nacional, a pesar de los escándalos de corrupción que vienen asolando a ese municipio. Lavín fue primero alcalde de esa comuna y de ahí saltó a candidato presidencial…y casi lo logra ante Lagos.

Entonces, tejiendo los hilos de la lógica elemental, este “sobresueldo” de la señora Cubillos, al no deberse a méritos académicos, debe obedecer a un plan político debidamente camuflado. En el fondo se le está pasando plata a la señora Cubillos para que financie sus campañas y su permanencia en el liderazgo nacional. El municipio de Las Condes es un escalón, no la meta.

Pero a la señora le afloró la soberbia propia de su clase, de esa clase que- con el “desparpajo” que denuncié en un anterior artículo- tratan y maltratan a la ciudadanía de este sumiso país, donde la desfachatez asoma en la pretendida justificación de su condición de académica amateur con sueldo de genio universal. Además se descubre, por el decir de ella misma, que casi nunca estuvo en actividad mientras recibía ese sueldo de gerente de  una transnacional. Residía de hecho en España. La suplía “un goma”, que seguramente aspira a oficiar de jefe de gabinete de una subsecretaría, en caso de llegar, esta gran líder, a la meta presidencial, porque la “Mansión del Señor, cuenta con muchas habitaciones”, y a cada uno se le asigna según su pelaje.

Ni la misma señora Ossandón se atrevió a defenderla, esa que antaño dijo que su sueldo de tres millones era “reguleque” (el sueldo mínimo de entonces era como de 68.000 pesos).

Los sobresueldos se han utilizado por el Estado chileno en tiempos de Frei Ruiz Tagle y de Ricardo Lagos. Se impuso esta práctica dolosa para alentar a “los mejores” a ser servidores de la cosa pública. Eso le costó al señor Lagos tener que salvarse pactando con Longueira (otro que tal) y evitar una  acusación que le hubiese costado el cargo. Otro agregado que exigió Longueira fue el de quitar la pena de cárcel a los delitos económicos. Adivinen a quién iba dirigido el beneficio de tal medida: a terminar con clases de ética para los delincuentes perfumados (sentencia solicitada por el ex fiscal Manuel Guerra).

Esta idea que el servicio público de excelencia se debe pagar con emolumentos excepcionales, es una idea de la burguesía rentista de nuestra tierra…,y dentro de esta categoría caen los administradores de la clase subalterna que sirve a la burguesía titular.  Creen que servir al Fisco es como competencia pelotera de las grandes ligas.

En otros tiempos los servidores públicos eran excelentes, se reconocían sus contribuciones con sueldos decentes, jubilaciones suficientes y con el orgullo de haber servido a Chile de manera honesta. Hoy, si no salen con medio ministerio atrapado entre las piernas (recordemos a los célebres “interventores”), no se sienten reconocidos. En todo caso sabemos en qué terminó el gobierno de los “mejores” del primer período de Piñera, para no entrar en pelambres sobre su segundo gobierno, que fue todo un espectáculo de incompetencias.

Por tanto, no por más dinero, se obtienen mejores resultados. Eso queda claro en las universidades privadas, en las ISAPRES, en los colegios con COPAGO y hasta en el fútbol.

Porque una cosa debe quedar en claro, los países no son más competentes por virtud de unos empresarios particulares; la competencia real es del país como totalidad organizada, por el desempeño de toda su estructura cultural, educativa, institucional y política. En eso se equivocaba la escuela austriaca (Hayek, Mises y hasta Schumpeter creía en eso), quienes pensaban que el liderazgo de unos ejecutivos brillantes era suficiente para desarrollar la economía de los países.

El mismo Schumpeter, que sin duda era un economista brillante, no logró superar la prueba de levantar la economía  austriaca cuando se le designó ministro de economía de ese país.

Milei resucita esa idea, como lo intentaron también los Chicago boys, la señora Thatcher, Menem, Reagan y tantos otros que ingieren el brebaje mágico del neoliberalismo a la austriaca. Definitivamente, los resultados han sido calificados en rojo, en todo el mundo: más población pobre, más población enferma, más drogadicción, más violencia urbana, más infancia dañada, más suicidio juvenil y de la tercera edad, más deterioro ambiental, ampliación hasta el abismo de la desigualdad estructural.

La resultante no ha sido el escenario de Prometeo, sino el de Epimeteo, su hermano brutal y atrasado, el que no prevé el futuro, sino que reacciona tarde y, además, no aprende de los resultados de no prever, como sí lo aconsejaba Prometeo.

Bueno…no sé si la desfachatez de la señora en cuestión, le permitirá seguir en competencia por la alcaldía de Las Condes. Todo es posible en la derecha, pero lo cierto es que en cualquier país con democracia no tan “libre al viento”, esta situación sería incompatible con una postulación popular.

Pero Chile es Chile, y en Las Condes, aunque postulen a Barrabás, de seguro votan por él. Chile es de sus amos, así es que veremos hasta dónde estiran a la pobre bandera.

 

 

Hugo Latorre Fuenzalida

 

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Hugo Latorre Fuenzalida

Cientista social

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