ONU: El apartheid israelí ataca Gaza y Cisjordania simultáneamente
Tiempo de lectura aprox: 2 minutos, 16 segundos
«La intensificación de los ataques militares de Israel contra el norte de Cisjordania marca una peligrosa escalada de la grave violencia y las violaciones de los derechos humanos cometidas por Israel contra el pueblo palestino desde el 7 de octubre de 2023» : lo denuncia Francesca Albanese, Relatora Especial de la ONU sobre la situación de los derechos humanos en el territorio palestino ocupado desde 1967.
“La violencia genocida de Israel corre el riesgo de filtrarse fuera de Gaza y llegar al territorio palestino ocupado en su conjunto”, advirtió Francesca Albanese, Relatora Especial de la ONU sobre la situación de los derechos humanos en el territorio palestino ocupado desde 1967. “El futuro está a la vuelta de la esquina y no podemos seguir ignorándolo. Cada vez hay más pruebas de que ningún palestino está a salvo bajo el control irrestricto de Israel. Si bien esto también era cierto antes del ataque de Hamás el 7 de octubre, el riesgo se ha intensificado desde entonces”.
Las continuas incitaciones genocidas por parte de altos dirigentes y funcionarios israelíes siguen impunes y, a menudo, son llevadas a cabo por soldados, colonos armados y otros, lo que revela la intención de destruir al pueblo palestino bajo ocupación. Los llamamientos cada vez más fuertes de los dirigentes israelíes para convertir las ciudades de Cisjordania y los campamentos de refugiados en una “mini-Gaza” se están traduciendo en operaciones militares que están causando un elevado número de muertos y una destrucción generalizada en las zonas urbanas de Cisjordania.
En los últimos meses se han intensificado los ataques sistemáticos aéreos y terrestres contra las provincias de Yenín, Nablus, Tulkarem y Tubas, en particular contra los campamentos de refugiados. Recientemente, el 28 de agosto, las fuerzas de ocupación israelíes lanzaron una operación militar a gran escala contra esas zonas que ya ha matado a 22 palestinos y herido a docenas de ellos.
Las excavadoras han destruido infraestructuras críticas, incluidas carreteras y redes de agua y energía. Se han establecido nuevos puestos de control, tras la declaración del Ministro de Asuntos Exteriores israelí, Katz, de que “debemos hacer frente a la amenaza de la misma manera que hacemos frente a la infraestructura terrorista en Gaza, incluida la evacuación temporal de los residentes palestinos y todas las medidas que sean necesarias. Esta es una guerra por todo y debemos ganarla”.
Se ha emitido una orden de evacuación para el campo de refugiados de Nur Shams en Tulkarem y un hospital de la ciudad en la sitiada Yenín, que actualmente atiende a 150 pacientes. Las fuerzas de ocupación israelíes han bloqueado la entrada a los tres hospitales principales e impuesto un toque de queda, mientras que las fuerzas terrestres israelíes han invadido y sitiado el campo de refugiados de Shu’fat en Jerusalén Este.
Francesca Albanese señala que desde el 7 de octubre de 2023, 652 palestinos han muerto fuera de Gaza, incluidos 151 niños, miles han resultado heridos, más de 3.300 han sido desplazados y más de 12.000 han sido detenidos arbitrariamente, rehenes de facto de la Potencia ocupante ilegal.
La creciente violencia en Cisjordania coincide con niveles sin precedentes de desplazamiento, despoblación y confiscación de tierras llevada a cabo por el Estado de Israel en colaboración con las milicias de colonos en la zona desde la era de Oslo. Esto continúa incluso después de que la Corte Internacional de Justicia concluyó que esta ocupación es ilegal y que Israel debe desmantelarla junto con las colonias y su régimen asociado.
“El apartheid israelí está atacando Gaza y Cisjordania simultáneamente, como parte de un proceso general de eliminación, reemplazo y expansión territorial”
“La impunidad de larga data concedida a Israel está permitiendo la despalestinización del territorio ocupado, dejando a los palestinos a merced de las fuerzas que persiguen su eliminación como grupo nacional”, advirtió la experta. “La comunidad internacional, formada tanto por Estados como por actores no estatales, incluidas empresas e instituciones financieras, debería hacer todo lo posible para poner fin de inmediato al riesgo de genocidio contra el pueblo palestino bajo la ocupación de Israel, garantizar la rendición de cuentas y, en última instancia, poner fin a la colonización israelí del territorio palestino”.
