Celso Amorim: «La mediación de Brasil busca evitar una escalada de violencia en Venezuela»
Tiempo de lectura aprox: 1 minutos, 58 segundos
El veterano diplomático brasileño Celso Amorim, conocido por su destacada trayectoria en la política exterior, ha vuelto a ocupar un papel fundamental en el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva desde el regreso del líder izquierdista al poder en 2023. Amorim, quien fue ministro de Exteriores durante los mandatos anteriores de Lula, ahora sirve como asesor especial del presidente, enfocándose en la mediación de la crisis política en Venezuela. En una entrevista publicada por el diario El País el 27 de agosto, Amorim expresó su firme convicción en la importancia del diálogo como única vía para resolver el actual impasse político en Venezuela, derivado de las disputadas elecciones del 28 de julio que dieron la victoria oficial a Nicolás Maduro.
Desde Brasilia, Amorim destacó la complejidad de la situación, subrayando que no existe una «salida mágica» para la crisis venezolana. Señaló que tanto Brasil como Colombia, liderados por el presidente Gustavo Petro, están trabajando conjuntamente para fomentar un entendimiento mínimo entre el gobierno venezolano y la oposición, aunque reconoció que la falta de comunicación entre las partes hace que la tarea sea extremadamente difícil.
Amorim dejó en claro que Brasil no reconoce la victoria de Maduro sin haber visto las actas oficiales, pero tampoco respalda la supuesta victoria de la oposición, advirtiendo que tomar partido podría crear un peligroso precedente. Ante esta encrucijada, el diplomático sugirió la posibilidad de convocar nuevas elecciones como una forma de desbloquear la situación, aunque subrayó que cualquier solución debe ser aceptable para ambas partes y debe incluir garantías como el respeto al perdedor y la posibilidad de participación política sin represalias.
El exministro también criticó la falta de flexibilidad en el diálogo con el gobierno de Maduro, pero insistió en que Brasil está abierto a escuchar y buscar un entendimiento. Propuso la creación de un grupo de facilitadores que actúen como intermediarios entre el gobierno y la oposición, con el objetivo de encontrar una solución que, entre otros elementos, implique el levantamiento de sanciones internacionales. En este sentido, Amorim criticó a la Unión Europea por no haber suspendido las sanciones contra Venezuela, argumentando que tal medida habría permitido a la UE desempeñar un papel más efectivo como observador en el proceso electoral.
Amorim también mencionó la importancia del expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero en una posible mediación, describiéndolo como un «maestro del diálogo» y un «buen amigo de Venezuela». Según Amorim, Zapatero ha demostrado en varias ocasiones su capacidad para comprender los problemas del país sudamericano y podría ser de gran valor en futuras negociaciones, siempre y cuando ambas partes estén dispuestas a dialogar.
En cuanto a la postura de Brasil, el asesor de Lula insistió en que la prioridad es mantener el diálogo con todas las partes involucradas. Afirmó que Brasil no tiene la intención de imponer soluciones ni de romper relaciones diplomáticas, sino que busca encontrar un camino que sea aceptable para ambas partes y que evite una escalada de violencia en el país caribeño. Amorim concluyó diciendo que, aunque enero, la fecha prevista para la toma de posesión de Maduro, parece lejana, Brasil mantiene la esperanza de que se pueda encontrar una solución antes de ese momento.
La entrevista con Celso Amorim, publicada por El País, revela la posición cautelosa pero activa de Brasil en la crisis venezolana, destacando la apuesta por el diálogo y el respeto a la soberanía del país sudamericano como principios fundamentales de su política exterior.