El costo del tiempo libre en Chile: entre los más elevados de la OCDE
Chile se encuentra en una posición desafiante dentro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), destacándose como uno de los países donde el tiempo libre tiene un costo significativamente alto. Según un reciente análisis de Cvapp, Chile ocupa el cuarto lugar en la lista de países con el tiempo libre más caro, solo superado por México, Colombia y Costa Rica. Este elevado costo está estrechamente relacionado con las largas jornadas laborales y los bajos salarios en comparación con otros países miembros de la OCDE.
El costo del tiempo libre se calcula como el valor económico que se le asigna al tiempo que una persona decide no dedicar al trabajo remunerado, sino a actividades de ocio, descanso u otras no productivas en términos económicos. Este concepto es fundamental en economía para entender decisiones sobre el uso del tiempo, como cuánto trabajar y cuánto tiempo dedicar al ocio
Jornadas laborales extensas y bajos salarios: Una combinación costosa
En 2022, los trabajadores chilenos registraron un promedio de 1.963 horas trabajadas al año, lo que representa un 12,05% por encima de la media de la OCDE. Esta cifra sitúa a Chile como el cuarto país con la jornada laboral más extensa dentro de la organización, superado solo por Colombia, México y Costa Rica. Además, los trabajadores chilenos enfrentan uno de los tiempos de desplazamiento más largos, con un promedio de 39 minutos diarios, lo que se traduce en aproximadamente 155 horas al año dedicadas únicamente al transporte.
El costo del tiempo libre en Chile, medido a través de un índice que combina las horas trabajadas y los salarios, se sitúa en 12,51, uno de los más altos de la OCDE. Este índice refleja la realidad de que los trabajadores chilenos tendrían que trabajar un 62% más de horas para alcanzar el sueldo base promedio de la OCDE, una situación que agrava aún más la relación entre trabajo y vida personal.
Desigualdades regionales: El tiempo libre vale oro en algunas regiones
El análisis también revela disparidades significativas en el costo del tiempo libre entre las diferentes regiones de Chile. La región de Araucanía se posiciona como la más costosa en términos de tiempo libre, con un índice de 9,02, seguida por Arica y Parinacota (8,37) y O’Higgins (8,25). Estas regiones, caracterizadas por menores salarios y jornadas laborales extensas, reflejan un escenario donde el tiempo libre es prácticamente un lujo.
En contraste, las regiones de Tarapacá (6), Maule (6,20) y la Metropolitana de Santiago (6,25) ofrecen un tiempo libre relativamente más accesible. La jornada laboral más corta se encuentra en Los Ríos, con un promedio de 46 horas semanales, lo que contrasta con las casi 48 horas que se registran en Antofagasta, la región con más horas trabajadas a la semana.
El estudio de Cvapp también destaca a México como el país con el tiempo libre más caro dentro de la OCDE, con un índice de 31,87, impulsado por una jornada laboral de 2.226 horas anuales. Colombia, por su parte, registra la jornada laboral más extensa, con 2.405 horas trabajadas al año, lo que equivale a más de 50 horas por semana.
Estos países, junto con Chile, comparten el desafiante escenario de jornadas laborales prolongadas que superan las 48 horas semanales, en contraste con países como Alemania, donde el promedio se sitúa entre 36 y 40 horas por semana. En estos países, el equilibrio entre trabajo y vida personal parece ser más alcanzable, como lo demuestran los índices significativamente más bajos de países como Islandia (2,83), Luxemburgo (2,97) y Dinamarca (3,14).
El desafío de mejorar el equilibrio trabajo-vida personal en Chile
El alto costo del tiempo libre en Chile refleja un desafío considerable para sus trabajadores. Aunque no llega a los extremos de Colombia, donde los empleados enfrentan la jornada laboral más extensa de la OCDE, la realidad laboral en Chile sigue siendo una de las más exigentes. La necesidad de trabajar más horas para alcanzar salarios comparables con la media de la OCDE subraya la urgencia de políticas que busquen mejorar el equilibrio entre trabajo y vida personal en el país.
