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El mito del mercado: Macarena García y la falacia de la eficiencia privada

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En medio del caos generado por los prolongados cortes de electricidad que han sumido a cientos de miles de hogares en la penumbra, la economista de Libertad y Desarrollo Macarena García ha ofrecido un pronóstico tan predecible como indignante. En su intervención en El Primer Café de Cooperativa[1], García no solo cuestiona la medida de caducar la concesión de Enel, sino que plantea que atacar a las empresas distribuidoras de electricidad podría ser contraproducente. A primera vista, sus argumentos parecen sensatos: no se trata solo de castigar a una empresa, sino de garantizar que el servicio llegue a los consumidores. Sin embargo, bajo esta premisa se ocultan cuestiones mucho más profundas sobre el verdadero funcionamiento del mercado y la eficiencia del sector privado.

García sostiene que el objetivo no debería ser la empresa, sino el cliente, y que la caducidad de la concesión podría empeorar la situación. Este argumento se basa en una premisa fundamental del pensamiento neoliberal: la creencia inquebrantable en la eficiencia del sector privado y su capacidad para superar cualquier crisis. No obstante, lo que se omite en este análisis es la evidente falacia que subyace en la premisa de que la competencia y la privatización siempre conducen a una mejor calidad del servicio.

El argumento de García también toca un punto delicado: la supuesta falta de interés de las empresas en la relicitación de concesiones y el riesgo de que el Estado termine administrando servicios para los cuales no estaba preparado. Esta visión, aunque aparentemente lógica, ignora el hecho de que la privatización de servicios esenciales no siempre garantiza una administración eficiente. La experiencia ha demostrado que, en muchos casos, la privatización puede conducir a la explotación de recursos para maximizar las ganancias a expensas de la calidad del servicio. La falta de competencia real y la ausencia de regulaciones efectivas pueden llevar a situaciones en las que las empresas priorizan sus beneficios sobre el bienestar de los consumidores.

García también menciona la responsabilidad compartida entre diversos actores: municipios, Superintendencia, empresas y autoridades. Si bien es cierto que el problema es sistémico y multifacético, su enfoque parece minimizar la responsabilidad de las empresas privadas, que, en última instancia, han sido delegadas para gestionar un servicio esencial con el objetivo de maximizar sus beneficios. La falacia de que el mercado privado solucionará mágicamente los problemas de infraestructura se desmorona cuando observamos cómo las empresas a menudo priorizan la reducción de costos y la maximización de ganancias sobre la inversión en mantenimiento y mejoras.




La crítica implícita de García a la caducidad de la concesión como un castigo desproporcionado es una defensa clásica del status quo neoliberal. En lugar de cuestionar la eficiencia y la equidad del modelo privado, se prefiere adoptar una postura de apología del mercado, argumentando que cualquier intervención pública podría empeorar la situación. Esta lógica ignora la realidad de que, en muchos casos, el mercado no ha sido capaz de ofrecer soluciones efectivas a los problemas estructurales.

Para finalizar, en mi opinión, el llamado de García a centrarse en el cliente y no en la empresa es una invitación a ignorar las deficiencias estructurales del modelo privatizado. La verdadera cuestión es si el mercado y la competencia realmente ofrecen soluciones viables para servicios esenciales o si, por el contrario, perpetúan una estructura que prioriza los intereses privados sobre el bienestar colectivo. La evidencia sugiere que, cuando se trata de servicios básicos, la intervención estatal y una regulación efectiva son a menudo las únicas herramientas capaces de garantizar un servicio justo y de calidad para todos.

 

Fabián Bustamante Olguín.

Doctor en Sociología. Académico del Instituto de Ciencias Religiosas y Filosofía, Universidad Católica del Norte, Coquimbo

 

[1] Puede verse https://www.cooperativa.cl/noticias/pais/servicios-basicos/electricidad/libertad-y-desarrollo-matar-a-enel-probablemente-empeorara-el-problema/2024-08-08/105207.html



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Fabián Bustamante Olguín

Doctor en Sociología, Universidad Alberto Hurtado Magíster en Historia, Universidad de Santiago Académico del Instituto Ciencias Religiosas y Filosofía Universidad Católica del Norte, Sede Coquimbo

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