ONU: ¿un consejo por el respeto de los derechos humanos?
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Hoy, martes 18 de junio 2024, empieza la sesión número 56 del Consejo de Derechos Humanos en la sede de las Naciones Unidas de Ginebra. Distintos son los temas de grande urgencia global, tal como la situación de Afganistán, Sudan, Myanmar, Eritrea, … Sin embargo, el Presidente actual del Consejo de Derechos Humanos, el embajador Omar Zniber, Representante Permanente de Marruecos ante la Oficina de las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales en Ginebra desde abril de 2018, parece no estar convencido de la urgencia de estas situaciones y cambia el programa de trabajo a último momento.
Es Cuba que acuerda, antes de empezar la sesión 56, junto con Eritrea, que la decisión del Presidente del Consejo de Derechos Humanos, Omar Zniber, no es lícita, como el Presidente no tiene derecho a él solo de cambiar la estructura del programa de trabajo. «Esta decisión no tiene que constituir un precedente porque otros presidentes se tomen el poder de decidir la inclusión de debates informales adentro del Consejo de Derechos Humanos, tanto como de decidir el uso de la sala XX a este fin. No teníamos informaciones acerca de esto y, por eso, no deberá haber resoluciones ni informe acerca de este mismo debate informal», subrayó el actual Embajador de la Misión Permanente de Cuba, Juan Antonio Quintanilla Román.
La discusión se concluye sin más explicaciones. Volker Türk, actual Alto Comisionado por los Derechos Humanos en la ONU, abrió la sesión presentando su informe anual: «En marzo pasado hablé del derecho a la paz. Desde entonces, los conflictos no han hecho más que intensificarse. Los asesinatos y las heridas de civiles se han convertido en algo cotidiano. La destrucción de infraestructuras vitales es algo cotidiano. Devastador e imprudente. Disparos contra niños. Bombardeos contra hospitales. Disparos de artillería pesada contra comunidades enteras. Todo ello acompañado de una retórica odiosa, divisiva y deshumanizadora. Estoy consternado por el grado en que las partes en conflicto han traspasado los límites de lo aceptable -y legal- en muchos frentes, con un absoluto desprecio por el otro, pisoteando los derechos humanos en su núcleo.
En 2023, los datos recopilados por mi Oficina muestran que el número de muertes de civiles en conflictos armados se disparó en un 72 por ciento. Horriblemente, los datos indican que la proporción de mujeres asesinadas en 2023 se duplicó y la de niños se triplicó, en comparación con el año anterior».
Volker Türk, acordó varios entre los conflictos que están devastando actualmente el Planeta. Sudan, Sudan del Sur, Afganistán, Myanmar, y, por supuesto, Palestina: «Estoy consternado por el desprecio que muestran las partes en el conflicto de Gaza por los derechos humanos y el derecho humanitario internacionales. Ha habido muertes y sufrimientos inadmisibles. Más de 120.000 personas en Gaza, en su gran mayoría mujeres y niños, han resultado muertas o heridas desde el 7 de octubre como resultado de las intensas ofensivas israelíes. Desde que Israel intensificó sus operaciones en Rafah a principios de mayo, casi un millón de palestinos han sido desplazados por la fuerza una vez más, mientras que la entrega de ayuda y el acceso humanitario se han deteriorado aún más. La situación en Cisjordania, incluida Jerusalén Oriental, se está deteriorando drásticamente».
Mirando hacia América Latina, el Alto Comisionado de la ONU no pudo no mencionar la trágica situación que está enfrentando Argentina desde la elección de su nuevo presidente, Milei: «En Argentina, las medidas propuestas y adoptadas recientemente pueden socavar la protección de los derechos humanos. Entre ellas figuran los recortes del gasto público que afectan especialmente a los más marginados, el cierre anunciado de instituciones estatales dedicadas a los derechos de las mujeres y al acceso a la justicia, y una instrucción del Ministerio de Asuntos Exteriores de suspender la participación en todos los eventos en el extranjero relacionados con la Agenda 2030. Insto a las autoridades a que sitúen los derechos humanos en el centro de su formulación de políticas, a fin de construir una sociedad más cohesionada e inclusiva. Esto también significa el pleno respeto del derecho de reunión pacífica y la libertad de expresión».
Tampoco se olvidó de Perú, donde el último presidente democráticamente elegido sigue en la cárcel sin razones algunas: acerca de este país latinoamericano Volker Türk acordó que, en los últimos meses, el Congreso ha impulsado una serie de iniciativas legislativas que podrían socavar la independencia judicial y electoral, revertir importantes avances en materia de justicia transicional y de participación política de las mujeres y restringir la libertad de asociación y expresión.
Volker Türk sigue, hablando de Yemen, Guatemala, Ecuador y Honduras. Escuchándolo, podríamos llegar a pensar que los derechos humanos se hayan ido de vacaciones, desapareciendo parcialmente de casi la totalidad del Planeta. No hay una región que no fue mencionada en su informe, y faltan aún varios casos, como el Alto Comisionado mismo quiso recordar. Aunque la imagen global tenga pintas muy grises a través de este informe, los países se encuentran todos presentes, dando la ilusión de creer en estos derechos y querer mejorarse. El camino al parecer sigue bien largo, a empezar por este mismo Consejo: ¿será emblemática de nuestro mundo actual la prepotente decisión del Presidente marroquí acerca del debate informal de este 20 de junio?
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