COP 3 del Acuerdo de Escazú: Latinoamérica es la región más peligrosa para defensores del medio ambiente
Tiempo de lectura aprox: 1 minutos, 46 segundos
En un contexto mundial marcado por la gravedad de la crisis climática y la persistente violencia contra los defensores del medio ambiente, la tercera reunión de la Conferencia de las Partes (COP 3) del Acuerdo Regional sobre el Acceso a la Información, la Participación Pública y el Acceso a la Justicia en Asuntos Ambientales en América Latina y el Caribe, conocido como Acuerdo de Escazú, ha cobrado especial relevancia. Este evento, que coincide con la celebración del Día Internacional de la Madre Tierra, busca no solo avanzar en la construcción de un desarrollo más sostenible, sino también abordar la protección de aquellos que luchan por el cuidado de nuestro planeta.
El Acuerdo de Escazú, el primer tratado ambiental de la región, ha reunido a autoridades, representantes oficiales, expertos y miembros de la sociedad civil en Santiago, con un objetivo claro: fortalecer la democracia ambiental y garantizar la protección de los derechos humanos en asuntos ambientales. La inauguración del evento estuvo marcada por discursos enfocados en los desafíos actuales, especialmente la crisis climática que enfrentamos como sociedad.
El Presidente, Gabriel Boric, hizo hincapié en el papel crucial que desempeña el Acuerdo de Escazú en la protección de quienes defienden el medio ambiente, destacando que «el mayor desafío de nuestra época es enfrentar la crisis que nosotros mismos hemos causado: la crisis climática». Esta crisis no solo afecta al medio ambiente, sino también a las comunidades y personas que dependen de él para su sustento y bienestar.
Durante la reunión inaugural, se abordaron los tres pilares fundamentales del Acuerdo de Escazú: acceso a la información, participación pública y acceso a la justicia en asuntos ambientales. Sin embargo, uno de los temas más urgentes y preocupantes es la protección de los defensores del medio ambiente, quienes enfrentan graves riesgos y amenazas en el ejercicio de sus derechos y actividades.
El Secretario Ejecutivo Adjunto de la CEPAL, Javier Medina Vásquez, resaltó que «vivimos en la región del planeta más peligrosa para las personas defensoras del ambiente», haciendo referencia a los numerosos casos de violencia y asesinatos que enfrentan los activistas ambientales en América Latina y el Caribe. Proteger a estos defensores no solo es una cuestión de justicia, sino también de preservar la capacidad de nuestras sociedades para avanzar hacia un desarrollo sostenible y equitativo.
En este sentido, la COP 3 del Acuerdo de Escazú tiene como objetivo aprobar un plan de acción sobre la protección de los defensores ambientales, con el fin de brindarles herramientas y mecanismos que faciliten su labor y garanticen su seguridad. Este plan, elaborado de manera participativa, representa un compromiso conjunto de los países de la región para enfrentar la violencia y las amenazas que enfrentan estos valientes activistas.
El llamado a la acción es claro: es necesario unir esfuerzos para proteger a quienes dedican sus vidas a proteger nuestro planeta. La implementación efectiva del Acuerdo de Escazú y la adopción de medidas concretas para proteger a los defensores ambientales son pasos fundamentales en esta dirección. Solo así podremos construir un futuro sostenible y justo para todos, donde el respeto por la Madre Tierra y la protección de quienes la defienden sean prioridades indiscutibles.
Felipe Portales says:
Y para los defensores de los DD. HH. en general.