Aprobación de nueva planta de residuos en Tiltil: La desesperanza de una zona de sacrificio
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El viernes 19 de abril de 2024, la comunidad de Tiltil y Rungue se vio sumida en la desolación al conocer la decisión del Comité de Ministros, liderado por la ministra del Medio Ambiente, Maisa Rojas, y respaldado por los ministerios de Economía, Salud, Agricultura, Energía y Minería. En una votación unánime, se aprobó la instalación del Centro Integral de Gestión de Residuos Industriales (Cigri) de Ciclo S.A., convirtiéndose así en la empresa contaminante número 50 que impactará esta azotada comuna.
La Comisión de Evaluación Ambiental de la Región Metropolitana (COEVA) había manifestado su rechazo el 13 de febrero anterior, considerando el grave impacto que representaría para la comunidad y el entorno la llegada de una nueva planta de residuos industriales, tanto peligrosos como no peligrosos.
El alcalde de Tiltil, Luis Valenzuela, expresó su profunda decepción y desesperanza ante esta decisión, calificándola como un «balde de agua fría» para la comunidad. «El Estado y ahora el Gobierno continúan perpetuando a Tiltil como zona de sacrificio», afirmó Valenzuela, anunciando su intención de llevar esta batalla a los Tribunales Ambientales en busca de justicia.
Este proyecto había ingresado a evaluación en 2015 y había recibido una calificación favorable en 2017. Sin embargo, la intervención de la Corte Suprema había ordenado revisar su impacto en la localidad de Rungue.
La diputada Claudia Mix criticó duramente a las autoridades, cuestionando si habían visitado Rungue y presenciado las consecuencias del abuso empresarial. «Prometen mayor fiscalización, pero sabemos que actualmente no se cumple con las empresas que ya están allí», señaló Mix.
Los habitantes de Rungue y Tiltil han enfrentado condiciones adversas durante años, con escasez de agua, malos olores constantes y falta de medidas de mitigación. La comunidad se siente abandonada y agotada por tener que soportar el mayor basural del país, así como la presencia de múltiples industrias contaminantes en su entorno.
El alcalde Valenzuela anunció acciones legales a nivel internacional para buscar reconocimiento y justicia, no solo para Tiltil, sino también para otras «zonas de sacrificio» como Coronel, Huasco, Tocopilla y Puchuncaví, que han sufrido las consecuencias del progreso económico a expensas de su calidad de vida y salud.
En fin, la aprobación de la nueva planta de residuos en Tiltil ha generado un profundo sentimiento de desesperanza en la comunidad, pero también ha fortalecido su compromiso de lucha por un ambiente sano y digno para todos sus habitantes.