Valparaíso eterno: Puerto querido
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y mis raíces florecían.
Amando esta tierra
que es parte de mi vida
lugar de ensueño de poesía
miro tus cerros que son majestuosos
Valparaíso eres hermoso.
Moriré yo algún día
y seguiré siendo
parte de esta tierra mía.
(Valparaíso Eterno. F.C.O.M)
Valparaíso es eterno. Ha sobrevivido a los incendios, a los terremotos e incluso a la administración pública, ésta última parece que olvidará su compromiso con el patrimonio más allá de un escritorio burocrático al interior de los gobiernos que siguen pasando sin pena ni gloria. Valparaíso es eterno, mítico, como el conocido «mito del Paraíso». En la «Poética del acontecer», Gastón Soublette nos habla de los cerros prodigios en bosques nativos de peumos, pataguas y palmeras, ahí donde hoy está el Palacio Vergara y la Quinta Vergara. Creo que podemos imaginar todos esos cerros que rodean la costa hacia el Puerto querido con esa imagen. En esos cerros fueron floreciendo las casas de los capitalistas del siglo XIX y las casitas de los trabajadores que encontraron acá una posibilidad para el sustento, se fueron quedando aventureros marinos y viajeros que construyeron el «arco iris de múltiples colores» como expresa la canción «La Joya del Pacífico» grabada por primera vez al comienzo de la década del 40 por Víctor «negro» Acosta, que popularizó Jorge «Negro» Farías el Gardel del Puerto conocido también como el «Ruiseñor de los cerros»; versionaron la canción Lucho Gatica y Joe Vasconcellos.
Recorrer Valparaíso nos coloca en la paradoja de volver a lo que ya conocemos o atreverse a caminar por nuevos rincones. Las ciudades están en movimiento no siempre son las mismas. Los puertos tienen su encanto, pienso en el Callao, Buenos Aires, Montevideo, etc. Por cierto, Valparaíso encanta, parte de este encanto es que es una ciudad para caminar, acercarse en un trolebus, empinarse en un ascensor, lamentablemente no están todos funcionando. Los ascensores habituales son el Concepción y el Reina Victoria, útiles para llegar al paseo Gervasoni donde está el emblemático Café Turri y el emblemático Hotel Gervasoni con una vista privilegiada a la bahía y para llegar al Cerro Alegre lleno de barcitos y hoteles renovados como el New Voga entre sus pintorescas calles que tienen como vertebras la calle Cumming o la peatonal Templeman. Casi en la estación del Reina Victoria uno se encuentra de frente con el Cinzano y si se levanta la mirada se ve el hotel Brighton.
Caminar por sus calles desde el terminal de buses, entrar al Mercado Cardonal a disfrutar sus quesos de cabra, aceitunas, duraznos, etc. Seguir caminando hacia el Puerto, alejarse de Avenida Argentina, entrar a alguna iglesia como la de los Sagrados Corazones que mantiene un órgano impecable, zigzagear hacia Bellavista, la Plaza Aníbal Pinto, almorzar en «El moneda de oro», palpar la brisa junto a los botes y las primeras gruas, entrar al Mercado Puerto, la Plaza Echaurren, seguir marisqueando en Los Porteños, una copa de vino de los menos industriales en Porto Di Vino.
La gastronomía se ha renovado ofreciendo comida de alta calidad por ejemplo se destacan restaurantes con comida de autor como el «Tres Peces», «La Caperucita y el Lobo», «El Circular», otra alternativa «El Terrat». Buscando comida de mar más tradicional y de calidad está el Café Bistró «La Colombina» con una terraza con vista al puerto, unos hermosos comedores, buen café, buen pisco sour, buenos vinos incluyendo alguna botella de cepa País, la cazuela de pescado y mariscos exquisita, la atención acogedora y cálida, con esa buena costumbre de ofrecer el bajativo de la casa, que en este caso es literal, ya que en las opciones hay un licorcito a base de café, ron y cascara de naranjas creación del barman que es además un gran conocedor del puerto, lo mismo las socias a cargo del lugar con quienes pude hablar de los viejos bares y alguna historia de los hinchas del Wanderes, entre ellas las del reconocido filósofo porteño Agustín Squella. Valparaiso eterno, mítico y renacido, siempre lleno de historias.
Alex Ibarra Peña.
Dr. En Estudios Americanos.
@apatrimoniovivo_alexibarra