Pedro Barrientos finalmente enfrentará a la justicia: De la deportación a la notificación judicial por crímenes de lesa humanidad
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El esperado retorno de Pedro Barrientos a Chile marca un hito significativo en la búsqueda de justicia por los crímenes cometidos durante la dictadura civil militar en el país. Desde su llegada en helicóptero al Batallón de Policía Militar de Peñalolén, Barrientos enfrentará la notificación por parte del ministro de la Corte de Apelaciones Guillermo de la Barra, por su presunta implicación en la muerte del cantautor Víctor Jara y el secuestro y homicidio del director de prisiones Littré Quiroga Carvajal, ambos en el contexto del régimen dictatorial.
La embajadora de Estados Unidos en Chile, Bernadette Meehan, anunció la expulsión de Barrientos de Estados Unidos, destacando el compromiso del gobierno estadounidense en perseguir a quienes buscan refugio para evadir la justicia por crímenes de lesa humanidad. Esta expulsión se produjo luego de una investigación de una década, culminando con la revocación de la ciudadanía de Barrientos a principios de este año.
Barrientos estuvo bajo custodia del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos, siendo detenido por la HSI, la oficina de investigación del Departamento de Seguridad Nacional, el pasado 5 de octubre en Deltona, Florida, durante un control carretero.
El tribunal estadounidense revocó su ciudadanía el pasado 14 de julio, basándose en la denuncia presentada por la Oficina de Litigios de Inmigración del Departamento de Justicia. El tribunal determinó que Barrientos ocultó intencionalmente información relacionada con su rol como uniformado en sus solicitudes de inmigración, lo que desencadenó la investigación de la HSI y posteriormente, la cancelación de su ciudadanía.
Esta acción legal abrió la puerta a su deportación a Chile, donde ahora deberá enfrentar la justicia por los crímenes de los cuales se le acusa, marcando un momento crucial en la búsqueda de verdad y justicia para las víctimas y sus familias tras años de lucha y persistencia.
El regreso de Barrientos a Chile no solo simboliza la responsabilidad individual por actos cometidos en el pasado, sino que también representa un paso firme hacia la rendición de cuentas por crímenes de lesa humanidad que han dejado una huella imborrable en la historia del país.