Biden y Xi tratan de evitar el divorcio: los acuerdos y los desacuerdos
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Los presidentes de Estados Unidos y China, Joe Biden y Xi Jiping, llegaron a tres grandes acuerdos: un compromiso para frenar la producción de fentanilo, cuyo uso fue declarado como epidemia en EEUU por el grave problema de salud que ha provocado; la reanudación de las conversaciones directas entre militares de ambas naciones y el análisis sobre la seguridad de la inteligencia artificial.
En una conferencia de prensa nocturna, Biden señaló que se lograron avances importantes, pero afirmó que aún considera un dictador al líder chino: “Mire, lo es. Es un dictador en el sentido de que es un tipo que dirige un país que es comunista y que se basa en una forma de gobierno totalmente diferente a la nuestra”.
China no tardó en reaccionar a la provocación: «Esta afirmación es extremadamente errónea y constituye un acto político irresponsable. China se opone firmemente a ella», dijo la portavoz de Exteriores Mao Ning en una rueda de prensa.
Biden, ya con 80 años a cuestas, sabe que las encuestas señalan que perdería en las elecciones del año próximo -y posiblemente ante Donald Trump-, sobre todo por la crisis económica que vive el país . Por eso a lo largo de este 2023 los miembros de su gabinete han realizado una peregrinación a Pekín, donde han estado el secretario de Estado, la de Comercio, y la del Tesoro.
La consigna de la Casa Blanca es clara: la economía mundial ya tiene puntos de fricción de sobra debidos a problemas geopolíticos -sanciones a Rusia, guerras de Ucrania y Gaza, tensión con Irán, alejamiento de Arabia Saudí- como para encima tensar la cuerda más y desatar una guerra comercial con China. Ésa fue, sin dudas, una de las principales razones de este encuentro.
Cara a cara
“Para dos países grandes como China y Estados Unidos, darse la espalda el uno al otro no es opción (…) No es realista que una parte remodele a la otra, y el conflicto y la confrontación tienen consecuencias insoportables para ambas partes. El planeta Tierra es lo suficientemente grande para que los dos países tengan éxito”, dijo Xi.
Y Biden respondió: “Creo que es primordial que usted y yo nos entendamos claramente, de líder a líder, sin conceptos erróneos ni faltas de comunicación. Tenemos que asegurarnos de que la competencia no se convierta en conflicto”.
Los resultados fueron importantes en éstas, sus primeras conversaciones cara a cara en un año, al margen de la conferencia anual del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC). Se reunieron durante unas cuatro horas en la finca Filoli, a las afueras de San Francisco, para abordar puntos que han tensado las relaciones entre ambas naciones. La última vez que se vieron fue en Bali en noviembre del año pasado.
Los líderes también se refirieron sobre los conflictos en Ucrania y Gaza, así como la situación de Taiwán. Ambos calificaron como positiva la reunión en San Francisco, tras la cual no hubo una declaración conjunta. Biden señaló que “partiendo de la diplomacia que ejercimos en los últimos meses, hemos logrado progresos importantes. Después de varios años de pausa, hemos reanudado la cooperación en temas de narcóticos”, afirmó.
El mandatario chino señaló que dos países como China y Estados Unidos “se den la espalda no es una opción», en clara respuesta a las declaraciones del consejero estadounidense de Seguridad Nacional Jake Sullivan, quien había declarado que. «Estados Unidos y China están compitiendo. El presidente Biden está tratando de gestionar esa competición de manera responsable».
Xi lanzó un par de cargas de profundidad. La primera, sobre el orden democrático que el gobierno de Biden quiere para el mundo, y que China, entre muchos otros países, rechaza: «No es realista que ninguno de nuestros países trate de remodelar al otro».
La segunda carga de profundidad fue más geopolítica, cuando señaló que «el planeta es lo bastante grande para los dos», una exigencia para que EEUU lo trate como igual, porque lo es, le guste o no a Washington.
Fentanilo y después
Biden explicó que hay un compromiso para “reducir significativamente” el flujo de químicos que utilizan bandas criminales para la producción del fentanilo. “Esto salvará vidas y agradezco al presidente Xi”, agregó. Esta sustancia provoca la muerte de unos 200 estadounidenses al día, de acuerdo a los Centros de Prevención y Control de Enfermedades.
El fentanilo es la principal causa de muerte por sobredosis en las grandes ciudades de EEUU, que causó más de 110 mil muertos el año pasado en Estados Unidos. China se comprometió a emprender acciones contra las empresas químicas que fabrican precursores de ese opioide sintético. Los expertos consideran que EEUU está viviendo su cuarta ola de la epidemia de opioides
Horas antes de la cumbre presidencial, EEUU y China se comprometieron a incrementar la cooperación en la lucha contra la emergencia climática y en la reducción de los gases de efecto invernadero. En un comunicado conjunto, reconocieron que desempeñan un “papel importante” en la respuesta global a la crisis climática y se comprometieron a colaborar para “enfrentar uno de los mayores desafíos de nuestro tiempo para las generaciones presentes y futuras de la humanidad”.
Además, han anunciado la creación de un grupo de trabajo para llegar a compromisos concretos en lo que llaman la “década crítica” de los 2020.
Los dos líderes acordaron reanudar los contactos militares que China rompió después de que la entonces presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, visitó Taiwán en agosto de 2022.
Por su parte, Biden solicitó que ambos países institucionalicen los diálogos entre militares, y el jefe del Pentágono, Lloyd Austin, se reunirá con su homólogo chino cuando éste sea designado. Los ejércitos de Estados Unidos y China han estado varias veces a punto de enfrentarse por diversos incidentes en el último año.
Xi trató de tranquilizar a Biden sobre sus intenciones en torno a Taiwán –que Pekín reclama como su territorio–, al asegurar que no tiene planes de actuar por la vía militar al menos en los próximos años. Pero expuso las condiciones en que se podría utilizar la fuerza. Sobre la guerra en Gaza, Biden reiteró que apoya a Israel en su derecho a defenderse de Hamas y que su gobierno aboga por la solución de dos Estados.
Mirko C. Trudeau
*Politólogo y analista estadounidense, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)
Fuente: Estrategia.la