El PR jugará la carta del odio a los comunistas en campaña del Plebiscito
Tiempo de lectura aprox: 5 minutos, 36 segundos
El PR jugará la carta del odio a los comunistas en campaña del Plebiscito del próximo 17 de Diciembre. Campaña que ya han iniciado al margen de la ley. No serán los amigos del Servel los que van a cuestionar a la Derecha por esta ilegalidad.
La idea de centrar la campaña de propaganda política dirigida contra los comunistas y el PC tiene muchos años. Ha sido utilizada con todo éxito por la Derecha. Se ha incitado el odio anticomunista globalmente, por parte de la burguesía internacional durante todos los años de la Guerra Fría e incluso antes. Prácticamente desde los tiempos cuando el «Occidente» se levantó atemorizado por el triunfo de la Revolución Bolchevique. Desde allí para acá «los comunistas» fueron el blanco de toda la burguesía internacional contra los cuales movilizaron y movilizan hoy ingentes recursos económicos. Tienen razón. Es su peor enemigo ideológico y político. Su doctrina es contraria al Capitalismo. La peor acusación que puede recibir un político occidental del establishment es que sea comunista, se haya aliado con ellos, o simplemente muestre simpatía por ellos, así sea por mostrarse de acuerdo con estos por políticas públicas con las cuales cualquiera podría estar de acuerdo. Y en EEUU es simplemente estar fuera de la ley.
Durante la Guerra de Corea y la Guerra de Vietnam del siglo pasado, los EEUU dirigieron su campaña anticomunista a todo el mundo. Recuérdese el Macartismo, nombre que recibió la política del senador estadounidense Joseph McCarthy en los años 50 del siglo pasado, donde desató toda una caza a las brujas en EEUU contra todo lo que podía oler a comunismo. Ni las estrellas de cine se vieron libres de dicho obscuro período donde fue incentivada masivamente la delación. Cualquiera que fuese denunciado por simpatías con «los comunistas» era inmediatamente blanco de la persecución oficial, investigación, espionaje y muchas veces cárcel.
En Chile, donde la política de la Derecha tradicionalmente siguió aquella de EEUU en la arena internacional, las campañas anti-comunistas fueron utilizadas exitosamente en las dos campañas electorales que perdió el candidato Salvador Allende. Fue igualmente utilizada en la campaña para la elección de 1970 cuando Allende fue finalmente el vencedor por estrecho margen. La campaña anti-comunista fue el puntal de la campaña de la Derecha. Que los comunistas en Cuba se comían las guaguas. Que tendríamos los tanques rusos luego frente a la Moneda. Que caeríamos en las manos del comunismo ruso y sus regímenes totalitarios que negaban la libertad y castigaban el desarrollo y espíritu emprendedor de los individuos. Además de negar la existencia de Dios, lo que los convertía en enemigos declarados de las iglesias. De todas ellas.
Dicha propaganda ha estado presente desde entonces en todas las campañas de la Derecha en Chile. Ese es un hecho objetivo. De comunista fueron etiquetados los gobiernos de Bachelet I y II y de comunista es tachado hoy el gobierno de Gabriel Boric, a pesar que no puede estar más lejos de las políticas y la ideología comunista.
La idea de centrar la próxima (y probablemente las que sigan) campaña política azuzando el miedo a los comunistas y consiguientemente el odio contra ella ya la ha adelantado el cabeza de cartel de la Derecha José Antonio Kast en recientes entrevistas.
Y ya la están poniendo en práctica. Personajes tan derechistas y anti-comunistas como los diputados Gonzalo de la Carrera, Gloria Naivellán, el eterno pinochetista Hermógenes Perez de Arce, Axel Kaiser o Teresa Marinovic. Todos ellos acusados por los republicanos de estar en la «orilla comunista» como dice en rigor el miembro de la Iglesia Católica y Opus Dei Luis Silva Irarrázaval, mano derecha de Kast. Queda bien y con plena coherencia esto que un católico acuse de comunista a otros.
De anticomunistas furiosos está llena la pequeña política chilena. El senador Iván Moreira o ciudadanos como aquel exaltado empresario de Osorno Pool que a menudo indica que hay que matar los comunistas, algo así como lo hacía el cura Hasbún que manifestaba un odio semejante (y que carga un muerto a sus espaldas en los atentados de Patria de Libertad para silenciar una radio afecta al gobierno de Allende en Concepción, del cual salió ileso sin nunca haber ido a juicio). En fin. Todos habremos escuchado la gente de Derecha alguna vez decirnos que «no hay mejor comunista que un comunista muerto», como le repetían y repiten con una sonrisa en los labios.
¿Cómo centrar una campaña por una nueva Constitución en una campaña contra los comunistas?. Considerando que formalmente la campaña es para votar a favor del proyecto de nueva Constitución, el asunto requiere algunos pasos previos.
Primeramente es necesario convertir la campaña por la nueva Constitución no ya en una discusión si la propuesta es buena o mala per se. Nada de eso. La campaña se hará sobre la base de una campaña contra el gobierno de Boric. Este será mostrado como uno que acarrea todos los problemas actuales de los chilenos: seguridad, pensiones, emigración, salud, etc. Con esa facilidad de mentir que tiene el Partido Republicano (PR) es posible que los acusen de ser culpables del comportamiento hasta de los estudiantes secundarios. El Presidente del PR Arturo Squella en un video en la plataforma web de Youtube repite todo esto.
Hasta ahí la fase 1 de la estrategia comunicacional. Enseguida, y aprovechando la ignorancia de mucha gente que todavía no entiende bien para qué sirve una Constitución y qué se puede esperar o no de ella, la campaña defenderá y ensalzará unas medidas propuestas por el PR -puesto que es su proyecto – que puede resolver ahora muchos de los problemas de los chilenos. No es por casualidad justamente que el PR ha escogido redactar un texto, que además de conservador y fundamentalista-religioso, incluye todo tipo de medidas que corresponden a un programa de Gobierno más que a una Constitución. Hasta algunos parlamentarios de la Derecha han denunciado este «error».
El destino del dinero de las pensiones, la mantención de las Isapres, la responsabilidad fiscal que se le exige al Estado en medio de su definición como Estado Social, el uso del agua, etc.
Una vez conseguido el efecto que la gente entienda que lo que está en juego es la gobernabilidad de este Gobierno y su ineficacia en las medidas de seguridad, propuesta de impuestos y otros, el nuevo texto se presentará como solución a dichos problemas actuales. Este será el corazón de la fase 2.
Pero luego viene la pregunta central de la campaña. ¿De quien es la culpa de las políticas erradas que adopta este gobierno? Del Partido Comunista por supuesto, del que se dirá y repetirá lo que la prensa de Derecha utiliza ya insinúa desde algún tiempo. El que Lautaro Carmona, el actual Presidente del PC, es ni más ni menos que el hombre que mueve los cordelitos para todo lo que Boric diga o haga. En sus entrevistas, Kast cita varias situaciones en las que nos dice y afirma categóricamente que lo que hace Boric es lo que le dice Carmona. Sin proporcionar ninguna prueba de ello naturalmente. Tal es el carácter fundamental de hacer pasar una mentira en una discusión para llegar a conclusiones falsas. Las premisas sobre las que se basa la conclusión son falsas. Y por consiguiente su conclusión. Los griegos de la Antiguedad conocían estas técnicas como la Erística. Las reglas para ganar una discusión de buena o mala manera independientemente de la búsqueda de la verdad. El filósofo Schopenhauer ha escrito un libro sobre Erística y ha resumido en 28 reglas las formas posibles que tiene un interlocutor para ganar una discusión. Kast y en general muchos políticos utilizan algunas de estas reglas. Algunos de ellos hasta sin haber nunca escuchado la palabra Erística. Cambiar el tema, provocar al contrario para hacerle perder la paciencia, ataques a la persona y no a sus ideas, crear incertezas sobre generalidades donde se discute algo en particular, llevar al adversario a exagerar sus posiciones en el calor de la discusión, utilizar un argumento haciendo aparecer que el contrario es el único contrario a el, etc.[i]
Kast utiliza a veces premisas verdaderas y luego manda una conclusión falsa que nada tiene que ver con estas. Una regla de discusión del libro de las falacias. O entonces mezcla premisas diferentes como elementos de una misma discusión. La conclusión así incluye una premisa fuera de todo contexto. Hasta es capaz de demostrar que el no es conservador a pesar de todos los amigos neofascistas y de ultra conservadores que tiene en el mundo entero es solo una casualidad. Recuérdese que corrió a felicitar a Bolsonaro cuando este ganó la presidencia en Brasil. Pero el continúa tranquilamente sonriendo diciéndonos que no es conservador ni ultra de cosa ninguna. Tiene la piel dura el hombre. El es «Mr. Erística».
La presencia de un numerario del Opus Dei entre el cuerpo dirigente del Partido Republicano da cuenta de la mirada más conservadora que tiene la Iglesia Católica, y que demuestra que está presente en las filas del PR y sus políticas sobre la mujer, la familia, el aborto, etc. Curiosamente entre los mayores partidarios de Kast están algunas iglesias evangélicas. Pero ningún militante o dirigente digamos así de estas iglesias está presente en la dirección del PR. Bueno, no todos los evangélicos llevan el apellido Irarrázaval como es el caso del señor Luis Silva Irarrázaval. Las clases sociales y sus símbolos están ahí siempre presentes.
De manera que los votantes deben estar advertidos del tenor que tendrá esta campaña por la Constitución. Una campaña contra el gobierno pidiendo castigarle por malo, soportada ideológicamente por el factor comunista y su Partido, de ser el responsable en último término de este desastre.
Habría que saber cómo pretenden combatir esto los organizadores de la campaña por el «En Contra».
Por Patricio Serendero
[i] Ver en Erística Dialéctica ; https://pt.wikipedia.org/wiki/Dial%C3%A9tica_Er%C3%ADstica
Las opiniones vertidas en esta sección son responsabilidad del autor y no representan necesariamente el pensamiento del diario El Clarín