El Mercurio y la CIA en el Golpe contra Allende
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Presentamos aquí antecedentes de dos de los protagonistas del golpe cuyo 50° aniversario conmemoramos. Son antecedentes en gran parte conocidos, pero no está de más recordarlos. La historia juzgará si es legítimo hacerlo. Son parte de mi reciente libro “La Reforma Educacional de Allende a 50 años del golpe”. RIL Editores. 2023.
El Mercurio y otros medios de comunicación sostenidos por la CIA jugaron un papel importante en crear las condiciones para el golpe militar del 11 de septiembre que derribó a Allende
El Mercurio es vehículo regular del trabajo de la Agencia Central de Inteligencia norteamericana (CIA). El documento del Senado norteamericano “Covert Action in Chile, 1963-1973” (1976) lo define como “vehículo clave para las tareas propagandísticas de la CIA” durante el periodo 1970-1973. En el periodo 1963-1973 la CIA destina –según este documento- la suma de US$ 4.000.000 para “producción y distribución de propaganda y financiamiento de los medios de comunicación chilenos”, y de los treinta y tantos proyectos de acción encubierta emprendidos en ese periodo por la CIA en Chile, una media docena fueron dirigidos a la propaganda, donde El Mercurio juega un papel clave. Sostiene este documento del Senado norteamericano:
Las posiciones en la prensa eran apetecidas porque cada columna podía producir múltiples efectos, siendo recogidos y vueltos a poner en circulación por otros canales masivos distintos del usado originalmente.[1]
El dinero que recibieron el propietario y los miembros del directorio de El Mercurio en el periodo 1970-1973 –al menos los revelados en este documento- fueron US$700.000 en septiembre de 1971 y US$996.000 en abril de 1972. En otra parte de este informe se señala aún con mayor claridad los vínculos de El Mercurio con la CIA y las corporaciones transnacionales interesadas en las riquezas de Chile:
Una institución que fue usada en Chile en una campaña general anti allendista fue la cadena de diarios El Mercurio. Tanto el gobierno de los EE.UU., como la ITT, llenaron de dinero las manos de los accionistas del diario. Este financiamiento continuó después que Allende comenzó a ejercer.[2]
Según este informe, a El Mercurio le cupo un importante papel en la preparación del golpe militar:
Un memorándum sobre la renovación de los planes de la CIA concluye que El Mercurio y otros medios de comunicación sostenidos por la CIA jugaron un papel importante en crear las condiciones para el golpe militar del 11 de septiembre que derribó a Allende. Esta preparación incluyó varias “campañas del terror” y la difusión de “propaganda negra” (apócrifa), para las cuales este diario juega un papel importante. Esas campañas tienen origen en la CIA norteamericana. Además del aporte para los partidos políticos, la CIA montó una campaña masiva de propaganda anticomunista; se hizo extensivo el uso de la prensa, radio, panfletos, afiches, volantes, cartas directas, banderitas de papel y rayados murales. Esta fue una campaña del terror que se basó en imágenes de tanques soviéticos y patrullas cubanas disparando y fue dirigida especialmente a la mujer.[3]
La CIA también influye directamente en la elaboración de editoriales y en la selección de la información internacional que aparece en El Mercurio. En la “acción secreta” del periodo 1964-1969 y hablando de un “tercer proyecto” en que aparece el financiamiento al PDC y otras publicaciones y “útiles” (periodistas comprados por la CIA), la Agencia se vanagloria de sus posiciones en El Mercurio, que alcanzan a los niveles superiores:
Otros útiles financiados bajo este proyecto de la CIA publicaron editoriales casi diariamente en El Mercurio, el mayor periódico chileno y, después, en 1968, ejerció sustancial control sobre el contenido de la sección de noticias internacionales de este periódico.[4]
La CIA se vanagloria ante en la comisión del Senado norteamericano de haber inervado progresivamente al diario El Mercurio.Ya el año 1968 prácticamente dirige su línea editorial y la sección de cables, es decir, las secciones de mayor impacto en la formación de opinión. Otro párrafo del informe destaca la participación de El Mercurio en una campaña de la CIA llamada especialmente “campaña dañina” alrededor de las elecciones presidenciales de 1970:
Otros útiles, todos empleados de El Mercurio, facilitaron a la Estación (centro de operaciones de la CIA en Santiago) la generación de más de un editorial basado en las líneas entregadas por la CIA. El acceso a El Mercurio tuvo múltiples efectos, dado que sus editoriales fueron leídos en todo el país. Además, El Mercurio era uno de los diarios con más influencias de Latinoamérica, especialmente en el círculo de los negocios en el extranjero. Un proyecto que buscaba publicación de artículos anticomunistas en la prensa y en la radio fue recibido en 1970 por una audiencia que alcanzaba a más de cinco millones de auditores.[5]
Una vez que ha consolidado sus posiciones dentro de este medio de comunicación, la CIA lo defiende como una de sus propias “estaciones”. Dice la comisión investigadora:
En respuesta a una crítica hecha a El Mercurio por el candidato Allende, la CIA, a través de sus recursos de acción secreta, orquestó cables de apoyo y protestas de periódicos extranjeros, una protesta formal formulada por la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) y el mundo impreso cubrió la protesta de la sociedad.[6]
La CIA ha seguido operando a través de los medios después del golpe, donde El Mercurio es pieza clave:
Con vistas a continuar el proyecto de propaganda, un número de actividades, incluyendo la edición de libros, los envíos postales a personalidades y líderes de opinión, el programa de asociación militar y los esfuerzos de coordinación de los medios de comunicación fue mantenido a fin de posibilitar a la estación de la CIA en Santiago ayudar a construir un apoyo público chileno para el nuevo gobierno, a través de presiones ejercidas por los medios de comunicación.[7]
Por José Miguel Arteaga
[1] Covert Action in Chile, 1963-1973: Hearings of the Select Committee to Study Governmental Operations with Respect to Intelligence Activities.
[2] Covert Action in Chile, 1963-1973. Op. cit.
[3] Covert Action in Chile, 1963 – 1973. Op. Cit.
[4] Covert Action in Chile, 1963 – 1973. Op. Cit.
[5] Covert Action in Chile, 1963 – 1973. Op. Cit.
[6] Covert Action in Chile, 1963 – 1973. Op. Cit.
[7] Covert Action in Chile, 1963 – 1973. Op. Cit.