Regresión y negacionismo en la Cámara de Diputados: Chile Vamos y republicanos justifican el golpe de 1973
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Un clima de polarización y negacionismo se apoderó de la Cámara de Diputados y Diputadas durante una sesión de esta mañana en la que se debatió sobre el golpe de estado de 1973 que derrocó al presidente Salvador Allende. Las bancadas de derecha (Chile Vamos y el Partido Republicano) expresaron su respaldo a la declaración de los diputados de 1973 que antecedió a la intervención militar, lo que generó un fuerte enfrentamiento con los partidos progresistas y de izquierda. Este respaldo ha generado controversia al ser visto como una falta de condena al golpe y a los crímenes cometidos durante la dictadura de Augusto Pinochet.
En un hecho inusual, las bancadas de derecha manifestaron su respaldo jurídico y político a la declaración de los diputados del 22 de agosto de 1973, la cual fue utilizada por la dictadura como sustento para justificar el derrocamiento de Allende. Esta declaración, emitida hace 50 años, acusaba al gobierno de la Unidad Popular de un «grave quebrantamiento del orden constitucional» y fue vista como una «luz verde» para la intervención militar.
Polarización y Críticas
La reacción de los partidos progresistas y de izquierda fue de crítica y repudio hacia la postura de la derecha. Acusaron a los defensores de la declaración de estar respaldando a familiares de torturadores y genocidas de la dictadura, y resaltaron que esta actitud equivale a negar los crímenes de lesa humanidad cometidos durante el régimen de Pinochet. El diputado Daniel Manouchehri, líder de la Bancada PS, expresó su preocupación por la dirección que está tomando la derecha y su retroceso hacia actitudes pinochetistas.
La Resolución de 1973
La resolución de la Cámara de Diputados de 1973 fue vista como parte de una estrategia para desestabilizar el gobierno democrático de Allende. Para los partidos progresistas, esta resolución no tiene un efecto jurídico y fue una de las acciones previas al golpe cívico-militar. Acusan a la derecha de intentar justificar el golpe, el terrorismo de Estado y los crímenes de lesa humanidad, lo que consideran un negacionismo peligroso para la democracia y los derechos humanos.
En tanto, la Bancada del Partido Socialista en una breve declaración expresó que «la derecha pretende justificar el golpe cívico militar, el terrorismo de Estado y los crímenes de lesa humanidad. Éste es el camino del negacionismo y una peligrosa señal a la democracia y los derechos humanos. La resolución de la Cámara de Diputados del 22 de agosto de 1973 parte del conjunto de acciones desplegadas para desestabilizar al gobierno democrático del Presidente Salvador Allende, que partieron antes que el presidente asumiera, con crímenes como el asesinato al General Schneider, y que prosiguieron con las acción de la CIA financiando a partidos políticos y parte de la prensa nacional y atentados terroristas perpetrados por grupos de ultra derecha como Patria y Libertad. Los proyectos de acuerdo representan mayorías políticas consustanciales y no un análisis jurídico. Estos no tienen ni han tenido jamás ningún efecto constitucional».
El debate en la Cámara de Diputados sobre la resolución de 1973 y el respaldo de la derecha a esta declaración ha exacerbado la polarización política y ha avivado el debate sobre la memoria histórica y el reconocimiento de los crímenes cometidos durante la dictadura. Mientras la derecha insiste en respaldar la resolución como una manifestación de sus principios políticos, los partidos progresistas y de izquierda critican esta actitud como un intento de minimizar los horrores del pasado y advierten sobre los riesgos de un retorno a prácticas autoritarias.