Poder y Política

La arrogancia mató a los cadáveres

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Este jueves 16 de enero se publicaron los resultados de la encuesta que mide la opinión pública sobre el gobierno, los partidos políticos y las instituciones. Al examinarlos en detalle, entré en reflexión y recordé el anuncio necrológico, aparecido hace unos meses en un diario. Como Sebastián Piñera obtuvo un raquítico 6% de apoyo ciudadano, los partidos políticos un 2% y el Congreso un 3% —¿acaso son descuentos por saldo de temporada?— es legítimo mencionar la anunciada nota fúnebre. Figura en la página del obituario y dice: “Para nosotros constituye un honor servir a nuestros clientes, los empresarios de las pompas fúnebres de este país. En esta oportunidad nos queremos presentar. Después de quince años de continuos esfuerzos en la producción de ataúdes de madera, hechos por expertos artesanos, sentimos orgullo de ser fabricantes líderes en China. Alrededor de trescientas personas de la ciudad de Nantong, se encuentran inspiradas en fabricar productos de reconocida calidad y belleza, que representen el modelo más rentable del mercado internacional. Disponemos de ataúdes de roble, cedro y caoba, cuyo diseño se traduce en robustez, elegancia, que cualquier deudo espera al definir su selección: seguridad y excelencia, con el interior impermeabilizado, revestido de tela apropiada. Lo cual le permite al difunto reposar en paz y permanecer ajeno a las vicisitudes del clima. Si usted precisa de un modelo especial, por exigente y rebuscado que sea, no dude en consultar al departamento de creatividad. Lo invitamos a visitar nuestros salones de venta, sin compromiso e informarse del valor de las diarias promociones, donde los precios se ajustan a cualquier presupuesto. También ofreceremos lápidas y epitafios elaborados en la sección de arte, donde trabajan escultores y poetas de reconocida trayectoria. Confiamos en vuestra disposición para recurrir a nuestros servicios”.

 

Desde estas páginas hago llegar a los interesados, donde brilla la clase política de rey a paje, el oportuno ofrecimiento de la empresa china. Es inmejorable la oferta y debe ser atendida con prontitud. La dispersión de cadáveres políticos insepultos en esta fecha, donde los hay de distintas clases sociales y pelajes, no se puede postergar. Es cierto qué, fallecieron de la misma peste, la extrema arrogancia, aunque lo nieguen. En la nota de la publicidad, no se habla de precios ni fórmulas de pago, menos aún de créditos, debido a las estrategias comerciales. La delicadeza de cómo se ha presentado el tema, debe ser reconocida por los usuarios. Bien sabemos que hay ataúdes que cuestan varios millones de pesos, y como si fueran automóviles deportivos de marcas exclusivas, depende de la calidad y del servicio de las pompas fúnebres.

Los difuntos de la UDI, EVOPOLI y asociados, desde luego se inclinarán por servicios de primera clase, donde exista profusión de coronas, misas cantadas, en lo posible, incluido el coro de los Niños Cantores de Viena. La ostentación para ellos, constituye un sistema de vida, aprendido desde la infancia, y ni siquiera la muerte los hace cambiar. Piensan irse al cielo, aunque los caminos para llegar hasta ahí, a veces tienen recovecos, rumbos desconocidos y atajos que nadie conoce. La ceremonia debe realizarse en los templos más presumidos de los sectores privilegiados de la ciudad. A Renovación Nacional, el partido proletario del gobierno, se ve menos ostentoso en sus pretensiones funerarias. Se debe a la presencia en sus filas del medio pelo chileno, que aun cuando se lo deje crecer, igual se les nota su estirpe mestiza. Han empezado a entender que la proximidad de la UDI y sus pecados de vanidad, cursilería y de creerse señoritos, les daña el cutis de señoritas.

En la Democracia Cristiana, de ambigua coloración y estilo de vida, como en la izquierda desvalijada, coja y ambidiestra, se inclinarán por ataúdes de precios populares. Al menos constituye una demostración de mesura. Se encuentra en su naturaleza de vida, aunque ahora los haya visitado la muerte. Nada de suntuosidad al momento de fallecer. Si en vida privilegiaron la austeridad en el vivir, no por ello al morir van a cambiar de conducta. Se sabe que en la Democracia Cristiana, a sus difuntos les realizarán misas austeras, en una iglesia de barrio —no a todos— mientras en la izquierda se limitarán a ceremonias privadas en un lugar sindical, en las sedes de los partidos políticos, a punto de cerrar por falta de feligreses, o en un centro cultural.

Al final de esta historia, todos los cadáveres huelen mal, aunque sean embalsamados, sometidos a tratamientos de maquillaje, lavados con aguas perfumadas y sellados sus orificios. ¿Y cuáles serían los personajes ilustres de nuestra política, que van a ser sepultados en los próximos días? La velocidad de los acontecimientos, entre dimes y diretes, zancadillas y empujones, no da respiro alguno. En épocas de estallido social, marcadas por la incertidumbre, cualquiera se transforma en cadáver político y debe resignarse a ser inhumado.      

 

Por Walter Garib

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