La CELAC, un paso importante para la defensa de la democracia
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La OEA, dirigida por Luis Almagro, no sólo es el “ministerio de colonias de Estados Unidos”, sino también, y bajo la dirección del ex Canciller uruguayo, se ha convertido en una máquina para implementar la nueva estrategia ultraderechista, a fin de derrocar gobiernos progresistas: el caso de Bolivia es un ejemplo emblemático del doble estándar de la OEA que, por un lado, dice defender la democracia y, por otro lado, emplea el lawfare, no precisamente en favor de la democracia, sino para defender gobiernos de extrema derecha.
La CELAC, (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), abarca todos los países de América Latina y del Caribe, (a excepción de Canadá y Estados Unidos). Los gobiernos de derecha, liderados por Brasil, durante el gobierno fascista y genocida de Jair Bolsonaro, y secundado, en tiempos anteriores (en Colombia, por parte Iván Duque; y en Chile, por Sebastián Piñera), habían logrado mantener en sueños – como dicen los masones – a la CELAC, privilegiando la Alianza del Pacífico, (incluía a Perú, Chile y Ecuador), con claros objetivos ideológicos de la derecha.
En Triunfo en las elecciones presidenciales de Lula da Silva, en Brasil, el de Alberto Fernández, en Argentina, de Gabriel Boric, en Chile, de Gustavo Petro, en Colombia, ha abierto un nuevo camino a la unidad latinoamericana y caribeña.
El reciente encuentro de la CELAC, realizado en Buenos Aires, estuvo marcado por el liderazgo indiscutido de los Presidentes Lula da Silva y de Alberto Fernández: la bilateral entre ambos Presidentes se ha centrado en ideas importantes respecto a la unión económica entre las dos grandes potencias de América del Sur, sobre los Acuerdos, que coparon los titulares de la Prensa latinoamericana: la creación de una moneda común para los negocios entre ambos países, que permitiría independizar estas relaciones del dominio del dólar.
Los dos ministros de Hacienda, de Argentina, Sergio Massa, y de Brasil, Fernando Haddad, han aclarado que esta nueva moneda no tiene nada que ver con el Euro, pues sólo serviría para las transacciones comerciales, en primera instancia entre Brasil y Argentina, (posteriormente, para los demás países de América y del Caribe que estén en condiciones de adherir al sistema), cuyos beneficios inmediatos estarían relacionados con la venta de gas, ubicado en Vacas Muertas, con lo cual Argentina duplicaría las exportaciones a Brasil.
Alberto Fernández y Luíz Inácio Lula da Silva están decididos a multiplicar las importaciones y exportaciones entre ambos países: Brasil, (ya sin Bolsonaro, que sólo miraba a Estados, de Trump), hoy vuelve, junto con México, al liderazgo en América Latina.
El Encuentro de Lula da Silva, Fernández, Evo Morales y los nuevos Presidentes, Petro, Boric y Xiomara Castro, no sólo atrae el recuerdo de la primera ola progresista latinoamericana, sino también que marca la ruta de una nueva América Latina y del Caribe que, esta vez, no se limitará al discurso teórico de la unidad, sino que incluirá proyectos prácticos para la ansiada unión de los países latinoamericanos y caribeños.
El Ministro argentino de Relaciones Exteriores, Santiago Cafiero, agregó nuevos temas a discutir en este Encuentro, entre ellos, el feminismo y el de género, así como el de las energías limpias, que América Latina, por el triángulo de litio, (Bolivia, Chile y Argentina), encabeza las reservas y el comercio mundial.
En el plano político, la coyuntura del evento estuvo precedida por el intento de golpe de Estado en Brasilia, (el reciente 8 de enero), y antes, (el 7 de diciembre de 2022), por el derrocamiento del Presidente legítimo de Perú, Pedro Castillo. Muy acertadamente, el anfitrión Presidente de Argentina, Alberto Fernández, planteó la consagración de la CELAC a la defensa de la democracia, hoy en serio peligro en nuestro Continente.
En los discursos de los Presidentes, el de Colombia, Gustavo Petro, destacó por su profundidad y novedad, como la misión del Continente latinoamericano y caribeño en la defensa de la sobrevida de la humanidad, especialmente por el hecho de que en nuestro Continente se encuentra el principal pulmón de oxígeno del mundo. A su vez, el Presidente Gabriel Boric, de Chile, condenó al gobierno golpista de Perú, que ya completa más de 60 muertos y centenas de heridos; también destaca su propuesta sobre la construcción de la vía férrea, que una el Pacífico con el Atlántico, que se dio reafirmada en el discurso de Gustavo Petro.
El Encuentro de la CELAC estuvo marcado por amenaza de la derecha argentina, con tintes de fascista, contra la invitación de tres Presidentes latinoamericanos: Miguel Díaz-Canel, de Cuba, Daniel Ortega, de Nicaragua y Nicolás Maduro, de Venezuela, logrando que Maduro y Ortega declinaran la invitación. El Presidente Chileno aclaró que no se trataba de excluir cuando el objetivo que se pretende es el diálogo directo con estos pueblos y sus Presidentes.
América Latina y el Caribe forman un Continente de paz, que puede jugar un papel fundamental en una crisis alimentaria y de energías, (en este sentido, el Presidente de Colombia figura a la cabeza al detener las nuevas búsquedas de energías fósiles).
El Encuentro de la CELAC fue muy favorable para el gobierno argentino, de Alberto Fernández, que aparece junto a Brasil y México, en un lugar destacado en el Continente. La presidenta del Senado y Vicepresidenta de la República, Cristina Fernández, supo aprovechar muy bien el momento del poder protagónico de Argentina, en su rol de contar con la presidencia pro tempore, en su lucha contra el Poder Judicial, al invitar a un encuentro particular, en su oficina, a la Presidenta de Honduras, Xiomara Castro, logrando un importante apoyo latinoamericano en su lucha contra los jueces argentinos.
Uno de los pocos errores cometidos por la delegación argentina fue la definición por parte del Ministro de Hacienda, Sergio Massa, al tratar a Uruguay de “hermano menor”, que hay que cuidar”.
La CELAC se está convirtiendo en una instancia de integración y de protección de la democracia en América Latina y el Caribe: la unión de los pueblos del Continente parece más cercana que nunca.
Por Rafael Luis Gumucio Rivas (El Viejo)
25/01/2023
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