Chile al Día

Jornada número 62 de la rebelión popular en Valparaíso

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Fotos: Guillermo Correa Camiroaga

Al cumplirse dos meses desde que comenzó la rebelión popular, distintas manifestaciones fueron convocadas para la jornada de ayer miércoles 18 de diciembre acá en Valparaíso. Durante la mañana, organizaciones feministas e integrantes de los pueblos originarios llamaron a reunirse en el frontis del Congreso Nacional a las 09 horas, para presionar a los parlamentarios que discutirían la paridad de género y la cuota de inclusión de representantes indígenas dentro de los participantes en el proceso constituyente fijado en el “Acuerdo por la paz y la nueva Constitución”. Por otro lado, la Mesa Social de Valparaíso llamó a congregarse a las 11 de la mañana  frente a la Casa Central de la Universidad Católica, para iniciar desde allí una marcha hacia Viña del Mar, teniendo como tema central el respeto a los Derechos Humanos, la justicia y la lucha en contra de la Impunidad. Por último,  “manifestantes autoconvocados” llamaron a participar en una marcha por las calles de Valparaíso a las 17 horas, proponiendo como punto de encuentro inicial la Plaza Sotomayor.

 

 

 

 

 

Al acudir temprano frente al Congreso pude observar solo algunas decenas de manifestantes, principalmente mujeres, y un pequeño grupo de personas pertenecientes a los pueblos originarios, reunidos en la puerta de acceso al edificio legislativo ubicada por calle Victoria. Pude asimismo ver que las y los manifestantes que pretendían acceder al interior del Congreso eran detenidos en la reja perimetral por Carabineros, quienes les solicitaban la invitación cursada por algún parlamentario para poder entrar, y si no la tenían a mano o no aparecían en un listado que ellos portaban, simplemente se les impedía el ingreso.

 

Esta pretensión de solicitar, presionar o interpelar a los parlamentarios para exigir paridad de género y cuotas para pueblo originarios en el proceso constituyente pactado entre ellos mismos, me pareció una situación bastante paradojal, ya que lo que se ha venido expresando vivamente en todas las manifestaciones callejeras es precisamente un rechazo al gobierno, las autoridades y la clase política institucional en general, pues se les sindica como los responsables directos del modelo neoliberal implementado en dictadura y perfeccionado por los gobiernos civiles que lo sucedieron, modelo que es rechazado tajantemente por el pueblo movilizado, ya que este sistema es el causante de decenas de años de abusos, opresión e injusticia. Resulta aún más sorprendente la actitud de solicitar paridad y cupos a la institucionalidad que se rechaza, pues significa en los hechos darle legitimidad a este acuerdo “de paz” realizado entre cuatro paredes y a espaldas del pueblo movilizado.

 

 

La marcha programada hacia Viña del Mar por la Mesa Social de Valparaíso para las 11 de la mañana, debió ser modificada debido al pequeño grupo de manifestantes que acudió a esta convocatoria, decidiendo entonces dirigirse hacia el frontis del Congreso Nacional, para manifestar allí la posición de rechazo que esta Coordinadora de Organizaciones Sociales y Populares ha definido con respecto al “Acuerdo por la paz y la nueva Constitución”, porque consideran que no ha recogido lo que el pueblo exige en las calles, ni tampoco asegura la realización de una Asamblea Constituyente de carácter soberano y popular.




 

 

Respecto de la marcha autoconvocada durante la tarde de ayer, aún cuando el número de participantes  disminuyó significativamente respecto de otras movilizaciones, las y los manifestantes volvieron a expresar con energía la rebeldía popular, a pesar de la brutal y desmesurada represión que se ejerció de manera inmediata  en contra de ellos, quienes continuaron marchando y realizando numerosas barricadas en distintos sectores del plan de Valparaíso, eludiendo el accionar de los numerosos vehículos utilizados para reprimirlos, soportando los gases tóxicos lanzados, y  protagonizando intensos enfrentamientos con las Fuerzas Especiales que se prolongaron durante varias horas.

 

 

 

La concreción de una Asamblea Constituyente con verdadera participación popular, solo puede ser asegurada en los espacios extraparlamentarios y con las herramientas e instrumentos necesarios, que los propios sectores populares sean capaces de crear e implementar, para que ello sea realidad.

 

Al cumplirse dos meses desde que se inició la rebelión popular expondré un superficial y sencillo resumen de lo sucedido hasta este momento, manifestando que el río libertario que comenzó a buscar su cauce el 18 de octubre se transformó rápida e inesperadamente en un torrente de energía desbordada, descolocando tanto al gobierno como a la clase política institucional, quienes comenzaron a dar desesperados manotazos de ahogados, haciendo uso el gobierno de la fuerza represiva como una compuerta que no pudo detener este potente caudal de dignidad.

 

Pero luego de este período inicial de desconcierto comenzaron a buscar desesperadamente alguna rama de donde agarrarse y salir a flote, y astutamente el gobierno logró dicho objetivo involucrando a amplios sectores de la oposición política institucional, junto a los cuales creó el  “Acuerdo por la paz y la nueva Constitución”, que se transformó en un árbol seco que les permitió flotar en medio del poderoso caudal rebelde, el que comenzaron rápidamente a adornar con regalos y  brillos multicolores para presentarlo como un atractivo árbol de pascua, que, al parecer, ha encandilado a un sector de las y los manifestantes que, consciente o inconscientemente, está cayendo en las pegajosas redes institucionales tejidas pacientemente por las elites y los poderes fácticos para dividir y frenar la rebeldía popular.

 

Esto también puede apreciarse en las expresiones triunfalistas manifestadas por diferentes sectores después de la consulta ciudadana realizada en distintas comunas del país el 15 de diciembre. Si bien es muy significativo la participación de un número importante de personas en dicha consulta  y resaltando además que la opción de querer una nueva Constitución ganó ampliamente, las respuestas y resultados allí expresados carecen de carácter vinculante y solo serán entregados a manera de opinión para que sean considerados por quienes realizaran el proceso constituyente institucional fijado en el acuerdo anteriormente citado, que ha sido concebido y elaborado de manera muy meticulosa, con mecanismos y quórum especiales, para que la participación popular y soberana no tenga ningún peso real.

 

Al parecer, la historia de aceptar las reglas de juego impuestas desde las esferas del poder vuelve a repetirse, como ocurrió durante el proceso de aceptación de las reglas determinadas por la dictadura para participar en el Plebiscito del año 88, que con el triunfo del NO, permitió aceptar e  implementar todo el aparataje institucional creado por los partidarios del SI para la instauración del modelo neoliberal imperante, con todas las consecuencias nefastas para los sectores populares y que hoy son rechazadas enérgicamente por el pueblo rebelde a lo largo de todo el territorio nacional.

 

Hoy, al cumplirse 62 días desde que se inició la rebelión popular, la jornada de movilizaciones que se llevó a efecto acá en Valparaíso puede servir para plantearse algunas, entre muchas otras, interrogantes o hipótesis respecto a las posibles causas de la notoria disminución del número de participantes en ella.

 

Por una parte podría tratarse de lo que podría denominar como una “retirada estratégica”, determinada por un natural cansancio después de muchas, prolongadas y duras jornadas de protesta; por otro lado, podría ser consecuencia del período culturalmente impregnado por la tradición navideña que cruza transversalmente a todas las familias de chilenos y chilenas; por último, también pueda deberse a la vacilación y aceptación de las reglas impuestas desde la institucionalidad para participar en la cancha así delimitada, por una parte importante de quienes participaron de las multitudinarias movilizaciones anteriores.

 

Las respuestas a las preguntas planteadas en la parte final de esta crónica, interrogantes que por cierto son subjetivas y parciales, solo pueden provenir de las chilenas y chilenos rebeldes, del pueblo movilizado que, mediante las más diversas formas de lucha, comenzó a ser protagonista de su propia historia.

 

Guillermo Correa Camiroaga, Valparaíso 19 de diciembre 2019



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