Presidente Boric asegura que el proceso de cambios sociales no se detendrá
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El pasado domingo 11 de septiembre, durante la conmemoración de 49 años desde el golpe de estado, el presidente Gabriel Boric enfatizó en lo necesario que era el lograr cambios tanto en el país como en la constitución en búsqueda de dejar atrás esta oscura época de la memoria chilena. Estas aseguraciones vienen a una semana de la derrota del apruebo en el plebiscito de salida del 4 de septiembre.
“Sabemos que el legado de quienes han venido luchando en continuo por una patria más justa desde hace tanto tiempo, no caduca. A quienes vienen a convidar a arrepentirnos de las convicciones que tenemos, les decimos claramente que nosotros no renunciamos, vamos a defender firmemente el mandato por el cual llegamos acá, que es un mandato de transformación, un mandato de diálogo, un mandato de generar condiciones de vida digna para nuestro pueblo” Comentó el mandatario durante la conmemoración.
“Estamos trabajando en conjunto con el Parlamento para aunar las voluntades necesarias y llegar a acuerdos que permitan delinear ese futuro en el corto plazo.”
Agregó el presidente “la democracia toma su tiempo, y estoy profundamente convencido que durante nuestro periodo tendremos una Constitución de la cual todos y todas, más allá de nuestras legítimas diferencias políticas, podamos sentirnos orgullosos.”
“como he repetido hasta el cansancio y lo vamos a ejercer en la práctica, seremos leales a ese mandato, gobernando también con la conciencia de las necesidades urgentes de nuestro pueblo hoy día: la seguridad, el costo de la vida, las listas de espera en salud, la falta de vivienda.”
Realismo sin renuncia
Durante las últimas semanas, se ha comenzado a hacer distintas comparaciones a estos procesos de cambios que ha planteado el gobierno para asegurar los derechos sociales, con el “Realismo sin renuncia” que marcó presencia durante el segundo mandato de la ex presidenta Michelle Bachelet.
El proceso del Realismo sin renuncia implementado en el 2015, fue una especie de cambio de ritmo que utilizó el pasado gobierno que buscaba el cumplimiento del programa de gobierno a un ritmo desacelerado, además de la llegada de los ministros Jorge Burgos (DC) y Rodrigo Valdés (PPD).
La correlación de estos dos momentos en la política nace de lo dicho por el presidente durante la mañana del 11 de septiembre, en la cual expresó que “La victoria marea, hace perder perspectiva; en cambio, en la derrota se fortalecen las convicciones, nos ayuda a avanzar -como creo, tengo la convicción, que nos llama el pueblo de Chile-, con mucha decisión, con gradualidad, pero sin renunciar”.
Junto a esto, también se agrega el cambio de gabinete realizado la semana pasada en el cual distintos ministros fueron reemplazados en lo que se le refirió como “un golpe de timón” necesario para el gobierno, pero que aun así tuvo sus complicaciones tras la designación de poco menos de una hora que tuvo Nicolás Cataldo como subsecretario del Interior.
Un clima político complejo
Estos procesos de cambios y de renovación política se está planteando en un contexto muy complicado para el país, ya que no solamente existe un ambiente de alta inflación, sino que también está la presencia de otros procesos externos como lo son la nueva reforma tributaria, la cual ha sido material de discusión de parte de la oposición.
La ministra del Interior, Carolina Tohá, comentaba sobre esto último que “una prueba de fuego que vamos a tener como Gobierno y como oposición es que logremos que haya en Chile una reforma tributaria”, ya que según explicaba era imposible tener cambio sin lograr esta reforma primero.
Patricio Serendero says:
Esperemos la «reforma tributaria» para ver que tan «reforma» es y a quien favorece. Y luego acontecerá muy probablemente lo que se espera de un gobierno entregado a la Derecha: no habrán las tales prometidas reformas sociales.
En seguida veremos el plan de inversión que el Sr. Marcel ha hecho con la Sofofa y la CPC. Para entender todavía mejor lo que pasa.
Gino Vallega says:
Sería bueno empezar un proceso de cambios sociales, que tanto se necesitan para terminar con los bosquejos de divisiones sociales de los cívico-militares y sus leales seguidores, los «partidos30años», que ya rondan los 50 años.
Felipe Portales says:
Palabras completamente irresponsables y demagógicas, desde el momento que el gobierno no tiene mayoría parlamentaria…