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Sobre el acuerdo “por la paz y la asamblea constituyente”: una mirada desde el Frente Amplio

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Solo por una cuestión analítica presentare el asunto en dos dimensiones; forma y fondo, aun cuando es evidente que en la realidad operan en relación.

 

Sobre la forma en que se produjo el acuerdo:

  1. Creo que nos equivocamos radical y profundamente en el modo en que participamos de esa instancia, nos equivocamos en dos sentidos, por una parte debimos habernos levantado de la mesa como FA una y cien veces si era necesario y haber acudido a un diálogo, como mínimo con Unidad Social y de ser posible con otros espacios que correspondan al movimiento social organizado. Por otra parte, que es el fundamento del error anterior, nos equivocamos en la lectura de las demandas del movimiento social, haber pesado que este acuerdo así como fue producido sería bien recibido por el campo social movilizado muestra de manera clara una falta de comprensión de la diversidad y amplitud del movimiento social.
  2. Creo que desde convergencia social culpar a Gabriel Boric como único responsable e intentar desmarcarse de lo que hizo es la opción más fácil pero políticamente menos responsable. Que el compañero Boric debe hacer una profunda reflexión sobre el valor que le asigna a las decisiones colectivas en relación a las personales, me parece muy necesario, no obstante, me resulta inevitable consignar que son la falta de claridad política y la falta de potencia orgánica, las que abren la posibilidad de actuar de ese modo.
  • Ya habiendo cometido los errores antes mencionados hubo en mi opinión un tercer error, la forma en que participamos del espectáculo final, teníamos el derecho y la obligación de impugnar ese acuerdo desde el minuto uno, dejar claramente establecido que si bien fue lo mejor que fuimos capaces de negociar; no estamos de acuerdo con la forma en que entienden “la paz”, que es un acuerdo que en su contenido incluye todos los amarres que la derecha pudo poner, que vamos a seguir luchando en la calles en todas las formas que se dé el pueblo, hasta trasformar esta “convención” constituyente en una verdadera asamblea constituyente y que, por lo tanto, hoy no se cierra ningún proceso sino que solo hemos dado un pequeño paso en un proceso que las y los chilenos abrieron, sin preguntarle a nadie y que ellos cerraran cuando y de la forma quieran.

 

 

 

 

  1. Todos estos errores se cometieron, me parece a mí, por ineptitud, por falta de experiencia, por atender a falsos fantasmas, por autorreferencia y falta de comunicación con el movimiento popular incluso con las propias bases del FA, militantes de las orgánicas e independientes.
  2. Respecto a las críticas que han surgido por este modo de operar creo que es justo dividirlas en dos; por una parte está la legitima y fundada critica que ha hecho una parte muy amplia de movimiento social, las y los movilizados ya bien saben de las cocinas que procesaron sus demandas el 88’, el 2006, el 2011 solo por nombrar algunas. La gente común cada vez que vio a la clase política celebrar acuerdos trasversales perdió. Es esa experiencia colectiva de exclusión la que se manifiesta hoy en una profunda desconfianza, toda esta crítica es comprensible y debemos asumirla con humildad. Por otra parte existe la crítica interesada y oportunista de sectores de la izquierda, dentro y fuera del FA, que lo que pretenden es usar la indignación de la gente para acumular, sectores que practican una política permanente de antagonismo más con la izquierda que con la derecha, que nunca se equivocan simplemente porque no hacen nada y que desde la comodidad de ese lugar de sensores, siempre van a tener espacio para impugnar la realidad desde el mundo de las ideas.

Sobre los contenidos del acuerdo:

  1. Me parece a mí que en términos absolutos debe ser considerado un avance de las demandas del movimiento social, ergo, en términos relativos siempre será discutible, ¿podría haber salido de la correlación de fuerzas actual un acuerdo mejor?, es una pregunta que se responde según como se estime esa correlación, cuestión que siempre será problemática.
  2. ¿Este acuerdo es un cierre del proceso social en curso? Esa, sin duda, era la apuesta de la derecha, me parece que todxs quienes suscriban esa tesis tanto por izquierda para criticarlo como por derecha para promoverlo, juegan el mismo juego. Mi opinión es que primero en términos empíricos no lo fue y lo que corresponde es consignar este acuerdo como un primer hito material del avance de las demandas, del que ya no se pude retroceder, al mismo tiempo que mostrar su insuficiencia y seguir luchando desde ahí para conseguir lo que el movimiento social demanda.
  • ¿Qué considerar y afirmar como avance?. La posición de la derecha en esta materia fue; en un primer momento, solo hacer cambios a la constitución, mas, en ningún caso producir una nueva, luego se movieron a la posibilidad de una nueva constitución vía congreso nacional, argumentando que una asamblea constituyente nos llevaría a “estar como Venezuela”. Esta posición consideraba un plebiscito solamente ratificatorio, pues bien después del acuerdo lo que tenemos es, un plebiscito que abre la posibilidad de que las y los constituyentes sean 100% electos. Por otra parte, redactar la constitución sobre una “hoja en blanco”, es condición necesaria, por supuesto, no suficiente, para garantizar la superación de la constitución del 80’, es verdad que esa hoja en blanco es solo una condición formal y que eso en la realidad nunca existe, es verdad también que el estado de derecho es mucho más que la constitución, es verdad que por la fuerza que ha mostrado el movimiento social tenemos el derecho a aspirar a algo más que una constitución minimalista, que debemos luchar por una constitución que garantice derechos sociales, reforme radicalmente el sentido de la propiedad, que garantice participación real de la mayorías en la decisiones colectivas, que distribuya y descentralice de manera radical el poder político etc. El estado actual del acuerdo no entrega garantías en lo absoluto sobre estas cuestiones, no obstante, abre de manera clara, me parece a mí, el campo de disputa.
  1. ¿Cuáles son los amarres que debemos disputar?. Existen una serie de cosas en el acuerdo que de no ser modificadas, producirían un proceso que no se corresponde a la fuerza que ha desplegado el movimiento social y que por lo tanto inhabilitan todo el procedimiento. Me parece a mí que las cuestiones que mencionaré deberían ser puestas como condición necesaria para participar del proceso y por tanto para darle legitimidad.
  • El modo en que se eligen las y los constituyentes tal cual está excluye a las grandes mayorías del proceso, por lo tanto, como mínimo; debe garantizar paridad de género efectiva (no solo en la presentación de cadidatxs), debe garantizar la participación de los pueblos originarios reconociendo, en este acto, el carácter plurinacional del proceso, debe reconocer la participación de las y los jóvenes que; han sido vitales en el proceso de movilizaciones y sobre los cuales ya se han ampliado sus responsabilidades penales. En definitiva debe eliminar el sistema que esta propuesto y ser reemplazado por uno que se acuerde en un dialogo que incorpore a todos los sectores sociales y que garantice su participación.
  • Sobre el quórum de 2/3 debe ser discutido de manera amplia por el movimiento social, formulando una figura que no permita el poder de veto de una minoría. En mi opinión la mejor fórmula es que todas las materias en que no se alcancen los 2/3 deben ser sometidas a plebiscitos previos a la formulación del texto final que será plebiscitado en su conjunto.
  • Sobre la “comisión técnica”, si bien no existe claridad en el texto de sus competencias, atribuciones y mandatos, en el modo que está compuesta es ilegítima, por cuanto, no considera al mundo social. Debe ser reformulada en sus funciones y composición.

Muy probablemente existan una serie de aspectos que se me escapan, lo central políticamente es que el movimiento social incorpore todas las modificaciones que considere necesarias para garantizar la participación de todos los sectores de la sociedad y procesamientos que garanticen un proceso radicalmente democrático.




 

 

Gonzalo Silva Brunetti

Santiago 19 de Noviembre de 2019   



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  1. Me molestan los «consensos» en que los ganadores son siempre los mismos , la derecha neoliberal y que se sustentan en diealogos cerrados (entre cuatro paredes) sin consultar a la població insumisa (lo reconocen por ahí) y ya me molesta la barbita de Boric que sólo causa problemas a lo que naciera como FA.(qué ha dico Boric sobre el problema ? Nada?).
    Dicen que los humanos solemos tropezarnos en la misma piedra varias veces…hasta que no nos levantamos del porrazo.

  2. El error que no quieren comentar es que estan acostumbrados a los «acuerdos»,al «dialogo para seguir anvanzando» a espaldas de los propios militantes y el Pueblo chileno en general,al cual han acudido siempre cuando hay elecciones,han convertido la politica en una profesiòn màs y la destruccion del Paìs y la convivencial social de los chilenos es culpa de los vendedores de humo en que se han convertido……ASAMBLEA CONSTITUYENTE AHORA!!!!! y no en tres años màs

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