Los otros desaparecidos de las protestas
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No hay nada que explicar de lo que estamos viviendo en Chile… En realidad, sufriendo. Si bien, es indesmentible que ha habido violencia y saqueos (algunos, como hemos visto en redes sociales, coordinados por los propios uniformados), la dura represión de los agentes del Estado contra manifestantes pacíficos ha sido la tónica. Violencia de una brutalidad que no se veía desde la dictadura cívico-militar y de la cual no se han hecho cargo ni el ministro del Interior ni el presidente de la República. Pero, ya conocemos el descaro y la calidad moral de los primitos.
El Instituto Nacional de Derechos Humanos (www.indh.cl) y el Colegio Médico han dado a conocer cifras y casos. Asimismo, las redes sociales han hecho lo suyo, en vivo y mostrando toda la crudeza de la violencia de los agentes del Estado, para que conozcamos lo que realmente está pasando. Los grandes medios y en especial la televisión, solo luego de la multitudinaria marcha del pasado viernes 25, descubrieron la injusticia estructural que sufre el país y la violencia de marinos, militares y carabineros. Violencia gratuita, exagerada y todo indica que fuera de los límites del derecho.
En plena democracia se está apaleando, sometiendo a tratos degradantes, torturando, disparando a diestra y siniestra, acribillando con balines (con el resultado de múltiples heridos y más de 100 personas con pérdida de visión en un ojo[1]) y hasta asesinando a manifestantes. La inmensa mayoría de las víctimas han sido ciudadanos pacíficos que ejercían su derecho constitucional a manifestarse.
Incluso se habla de desaparecidos. De hecho, es de ese sensible tema al que aquí quiero referirme.
Hay una cifra negra de desaparecidos de la cual nadie habla, que no aparecen en las estadísticas ni en los despachos periodísticos. Unos desaparecidos muy singulares.
Esos desaparecidos son todos quienes, como Ud. recordará, estaban tan pero tan-requete-contra-preocupados por los derechos humanos en Venezuela, que en un esfuerzo sin parangón pusieron una bandera de ese país como su foto de perfil de sus redes sociales. Igualmente, encararon a todo quien no tuviera la combativa pasión antimaduro que ellos heroicamente mostraban y compartieron noticias sobre la represión de las protestas en Venezuela.
Todo ello vía plataformas electrónicas, sí poh. Ir a protestar a la embajada, puchis… ya es mucho, ¿no? Nunca tan fanáticos. Me encanta Isla Margarita, pero uno no puede hacer más desde acá.
Ahora bien, para esos mismos actuales desaparecidos en cuanto a los derechos humanos del pueblo chino… mmmmmmm… bué… Ud. ya sabrá que en ese especialísimo caso aplica una sabia sentencia: “Cada uno tiene el sistema político que quiera darse”. El comunismo atropella los derechos humanos… pero hay comunismos y comunismos… Todos saben eso.
Estos actuales desaparecidos pareciera que estiman que las violaciones a los derechos humanos que ocurren en Chile, en verdad suceden en otro país y a otra gente anónima. Te podrás apiadar un ratito del hambre en África, de los asesinatos de palestinos por el ejército de ocupación israelí o de los muertos de algún terremoto… pero no te incumbe directamente. Apagas la tele y ya. Sigues tu vida.[2]
El punto es que los graves problemas que suscitaron este movimiento social y las consecuentes violaciones a los derechos humanos que ha conllevado la represión del gobierno de Piñera, los padece tu vecino, tu amigo, tu familiar. Los sufren tus propios compatriotas que pacíficamente reclaman justicia… incluso para ti desaparecido. Estos desaparecidos tan particulares es gente a la cual le tienen que pasar las cosas para que las comprendan o recién ahí ser empáticas, solidarias o defender en verdad los derechos humanos.
No se trata, claro está, de que todos deban seguir mis prioridades o apoyar cada una de las causas que quien esto escribe apoya. ¡Sencillamente es que estamos hablando de nuestro propio país!
Así que ya saben cabros, a Uds. les hablo desaparecidos ex fieros luchadores por los derechos humanos, como sé que les preocupa tanto el tema les aviso que han sido durísimos días los que hemos padecido las y los chilenos: ¡están atropellando nuestros derechos humanos! Sería bueno que dejen de ver el “espectáculo” por la tele y, como dijo quien puedo imaginar es uno de sus héroes, muevan sus nalgas por el país. Por tu país.
Si no hacen nada, me imagino que sabrán a dónde se pueden ir. Y, por favor, cierren la puerta por fuera al salir.
[1] “Colegio Médico denuncia que más de 100 personas han perdido visión en un ojo tras protestas” (https://www.mega.cl/noticias/nacional/280390-explosion-ocular-colegio-medico-perdida-de-vision-protestas.html?fbclid=IwAR35WjPosd7ceZ6Wqdke-Et6qHvQCxzMLcK32XbAOphFfdPatvpZLlMnqGE; 27.10.19).
[2] Otros no son siquiera capaces de reconocer en lo más mínimo el sufrimiento de sus compatriotas y creen que las movilizaciones son por querer ser como Cuba o alguna otra idiotez de esa calaña. Son gente abyecta, sin remedio. Se merecen solo una nota al pie.