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Wallmapu: Con balas o sin balas hay que negociar

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Siempre se confirma que la derecha no es solamente precaria en su visión de país y que siempre apuesta por su clase, esos cuantos privilegiados que por años se/les han llenado los bolsillos con billetes de alta denominación.

UDI/RN/EVOPOLI y otros, no logran entender que Chile es un país diverso y que cada diversidad geográfica y humana ha recorrido caminos diferentes.

De público conocimiento es que antes de la llegada de los españoles estaban ellos, son sus familias y su cosmovisión. Con sus hombres y mujeres que rechazaron no solamente a los adelantados españoles sino que también a otros pueblos que intentaban expandirse.

Ni los Coloma, ni los Macaya, ni esos Cruz Coke estuvieron en aquellas clases de historia y geografía donde se explicaba como nacía Chile. No comprendieron en absoluto los parlamentos entre los españoles y los pueblos del sur que si fueron reconocidos como una nación, es decir hubo negociación.




Ganado derecho tienen las calles, plazas y poblaciones que llevan los nombres de Lautaro, Caupolicán otros tantos que se despidieron disparando futuro como dice Silvio. También están estrechamente vigentes los nuevos Lautaros y Caupolicanes sencillamente porque ellos de alguna manera son esclavos de la lucha por sus derechos, por su nación y el respeto que se les merece.

En los diferentes conflictos que han existido siempre en la historia de la humanidad las negociaciones han estado presentes, de ambos lados, incluido con más de dos y se han colocado sobre la mesa asuntos que tienen que ser resueltos, para que la continuidad de la vida pueda fluir con el mayor respeto, para que la perpetuación de la especie pueda alcanzar la felicidad, de eso se trata, sencillamente de aquello.

Para colocar en contexto lo que está sucediendo en el territorio de Walmapu, no basta condenar a la violencia ni levantar la mano para extender el estado de excepción, hay que hurgar cuales son las razones, motivos, fundamentos para comprender la razón de un pueblo esté algo más que descontento del trato que ha recibido del Estado de Chile y de las grandes empresas madereras.

Puede pensar toda la derecha y las empresas madereras que en la memoria de nuestros pueblos originarios la Pacificación de la Araucanía está en el olvido?

Puede el pueblo nación mapuche el trato hacia sus dirigentes de los agentes del Estado, como lo fue el caso de la Operación Huracán?

Pueden los Weichafes olvidar a Camilo Catrillanca donde todo el gobierno de Piñera de vistió de mentirosos y cobardes?

Es posible olvidar como los agentes del Estado llegaron para desatar una guerra sin prisioneros, violar mujeres, matar a sus hijos y llevarse los animales para que posteriormente se repartan las tierras como si de una rifa se tratara bajo la atenta mirada del general Cornelio Saavedra?

EXTREMADAMENTE LEGITIMA HA SIDO SIEMPRE LA LUCHA DEL PUEBLO NACIÓN MAPUCHE.

Notables fueron las expresiones de Izkia Siches al manifestar que el próximo gobierno encabezado por Gabriel Boric conversará para buscar con todas las organizaciones que están en la zona de Walmapu, incluido el APRA, una especie de autodefensas de las empresas madereras al estilo de Colombia, los asuntos que no son menores.

La derecha que se ufana de dialogante finalmente es excluyente, le gusta sacar las castañas con las manos del gato. Entre ellos hacen negocios en paraísos fiscales. Entre ellos se ponen de acuerdo para no pagar impuestos. Entre ellos hacen negocios con recursos naturales que pertenecen a todos los chilenos. Entre ellos se reparten el territorio a su regalado antojo. Pero se acabó, se acabaron las negociaciones, las cocinas, la política de los acuerdos. No queda duda que en el parlamento deberán buscarse los mejores caminos para avanzar en la consolidación derechos.

La dictadura militar de Pinochet, en los dos primeros años después del golpe por intermedio de Manuel Contreras intentó negociar con el Movimiento de Izquierda Revolucionaria MIR.

Se dijo que NO, el MIR no se sentaba a la mesa con los asesinos de un pueblo desarmado, mientras existían centros de exterminio. No era posible hacerlo con los que quebraron la institucionalidad del país.

Hasta hace algunos decenios en España e Irlanda había conflictos que dejaron miles de muertos y tenían que ver con asuntos de territorio, autodeterminación, reconocimiento como pueblos y también posiciones antimonárquicas. Hubieron mesas de diálogos que no llegaron a los acuerdos que se habían planteado, pero todos hicieron el esfuerzo. La lucha continuó por algunos años más hasta que finalmente las aguas volvieron a su cauce y los opositores hoy forman parte del parlamento en aquellos países.

Las negociaciones son recorridos de largo aliento, donde las exigencias están sometidas a los tiempos, a la fundamental comprensión de los órganos de expresión popular. Y si posiblemente en los próximos tiempos no se alcancen los acuerdos se habrá dado inicio a un recorrido que no se detendrá por la voluntad popular.

Muy bien que Izkia Siches se haya expresado de aquella forma.

No hay que asustarse de aquellos que como analfabetos de la historia algunos de la UDI hayan corrido a escribir actas de rechazo al fundamental dialogo entre todo un pueblo junto a todo otro pueblo.

Y cuánta razón tenía José Artigas…. patria para todos o para nadie.

Mientras tanto la constituyente avanza, trabaja sin descanso para el nuevo ordenamiento jurídico que el país a exigido por largos años. Se llegó a una nueva mesa con nuevos actores porque se negoció lo que era mejor para el país y para todos los chilenos.

 

Por Pablo Varas

 

 



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