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Último debate televisivo: la noche negra de Kast

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La gran mayoría de los electores elige por quien votar prácticamente cuando está encerrado en el “cuarto oscuro”. Las encuestas no tienen valor predictivo significativo pues, con el voto voluntario, apenas vota el 50% del padrón electoral, y  si a este factor se agrega una crisis de representación y de rechazo a los partidos políticos, que hacen imposible canalizar el voto de los ciudadanos, es preciso añadir que, por lo general, el ciudadano es infiel: apenas elige a un Presidente ya lo está criticando.

En el presidencialismo todo se juega en un solo día. Los 18 años en el poder de Ángela Merkel, por ejemplo, se explican por la existencia de un sistema parlamentario, con un Presidente decorativo, pues el poder reside en el Congreso, que permite el cambio de gobierno con sólo la censura de la mayoría del Congreso, (habría que ser muy estúpido, o bien, ignorante, para comparar la duración del Primer Ministro con la del Presidente, en un sistema presidencial).

Cuando en Chile la mayoría de los electores declara que no le agrada ninguno de los dos candidatos que van a la cabeza en las encuestas, (Kast y Boric), es muy probable que se inclinen por un candidato más centrista, (en general, el ciudadano es menos tonto de lo que tienden a pensar algunos políticos, y que una disputa entre programas de gobierno diametralmente contrarios, podría llevar al caos). José Antonio Kast y Gabriel Boric no tienen idea sobre economía, y lo que era aceptable hacia los años 70, hoy es inaceptable, pues el desafío en Chile se centra en lo económico, (el ignorar que el crecimiento potencial de Chile es de 2%, demuestra que el candidato Kast no está preparado para ser Presidente de la República).

Ganar o perder en este último debate, la disyuntiva es más decisiva que otrora: al comienzo, la disputa se centró en los derechos humanos, escenario muy desfavorable para Kast, pues días antes había hecho apología del régimen del dictador Pinochet, comparándolo con la tiranía de la dupla Ortega-Murillo, en Nicaragua, (en el tema de las dictaduras, todas son funestas, sean de izquierda o de derecha). Gabriel Boric fue claro y rotundo al rechazar la tiranía en Nicaragua, incluso, se sumaron algunos de los más connotados dirigentes comunistas, (Karol Cariola, Camila Vallejo y el presidente de ese Partido, Guillermo Teillier, entre otros).

Quedó claro que José Antonio Kast, de triunfar en las elecciones del 21 de noviembre próximo, sería un Augusto José Ramón Pinochet, alias “Daniel López”, y esta vez, con su sonrisa irónica acostumbrada, que parece de bobo, repite los vocablos de sus héroes y mentores, Jair Bolsonaro, Donald Trump, Le Pen, entre otros.

Sebastián Sichel, candidato de la derecha liberal, estuvo entre los mejores exponentes en el debate del 15 de noviembre de 2021. Al parecer, se sintió liberado de las cadenas y compromisos políticos de los pinochetistas del Partido Unión Demócrata Independiente, representados en la candidata a senadora Jacqueline van Rysselberger, Ena von Baer, y Camila Flores, (no disimula estar enamorada aún en la nostalgia de los ojos azules del dictador Pinochet, y de otros traidores que abandonaron a Sichel para apoyar con su voto al pinochetista Kast, y hay que ser ´el rey de los huevones´ para creer que, por ejemplo, la UDI adhiere al respeto de los derechos humanos, como lo pregonan).

Marco Enríquez es sin duda el más astuto e informado de los candidatos: no en vano tiene más kilómetros recorridos que todos sus contendores. La ciencia y la política se rigen por el ensayo y error, y mientras más pruebas se realicen, más certero es el diagnóstico de la realidad del país, por lo tanto, de las propuestas para enfrentar el desafío. Este candidato domina, con asertividad y seguridad, los datos económicos, dejando en ridículo a Kast. En el caso de Enríquez, más vale ser viejo en política que ser producto de la improvisación: aprendió de sus propios errores, (en 2005 fue un desacierto el no haberse implicado abiertamente en la candidatura de Eduardo Frei Ruiz-Tagle, y hoy podría ser Presidente de la República y con gran apoyo político).

La experiencia política es decisiva para determinar una táctica y una estrategia: Marco Enríquez demostró mucha habilidad, conocimiento e inteligencia para entender que la mayoría de los chilenos quiere un cambio real, sin violencia y sin barricadas, por consiguiente, habría que elegir durante el foro un rival que, por el hecho de ser pinochetista y ultraderechista – es el caso de Kast – había que desnudarlo en su calidad de alumno de tiranos.

La candidata de la ex Concertación, Yasna Provoste, no logró despegar completamente, aun cuando esta vez tuvo un desempeño bastante bueno, sobre todo, cuando se desmarcó de sus rivales varones. Provoste tenía que crecer, necesariamente, para lograr los votos de la derecha democrática, pero Sichel, con una buena actuación, le cerró el camino.

El desempeño de Gabriel Boric fue bueno, sin embargo se le nota inseguridad, especialmente en los datos económicos. Además, arrastra la joroba de algunos fanáticos e imbéciles que defienden la dictadura de los Ortega-Murillo – no son muy distintos a los Somoza: asesinos, nepotistas, ladrones y corruptos – como el ex diputado Hugo Gutiérrez, que no le hace ningún favor a su candidato, Boric, pues nada más desatinado que el ultra izquierdismo, (en gran parte culpable de la muerte de Salvador Allende).

El profesor Eduardo Artés, del Frente Patriótico, sólo trabaja el nicho de los “termocéfalos”, (extrema izquierda), por consiguiente, conoce el credo de esta estulticia.

En el caso de que José Antonio Kast, en la eventualidad de que pasara a la segunda vuelta, se haría necesario construir, desde ahora, el frente unido contra la vuelta del pinochetismo, representado en este candidato. Basta leer su programa de gobierno para definirlo como ultraderechista católico, inspirado – al igual que Pinochet – en el dictador español, Francisco Franco. Ayer estuvo en su noche negra al develarse  que es enemigo, por ejemplo, de la diversidad sexual, partidario de encarcelar a las mujeres que recurren al aborto y terminar con el Ministerio de la Mujer y Equidad de Género, y por qué no, perseguir con saña a los homosexuales y transexuales, entre otras discriminaciones. En temas económicos, con un Chile endeudado y con alto desempleo, no se le ocurrió nada mejor que la propuesta de baja a los impuestos.

La anti política sólo produce un lumpen que, esta vez, apoya a un candidato que no está en Chile, y desde Estados Unidos  desarrolla su campaña electoral. Sólo el Servicio Electoral, (SERVEL) chileno puede aceptar una candidatura de un personaje, acusado de deudas por alimentos de sus hijos, “papito corazón” que, de regresar al país, sería sometido al arraigo nacional.

Por el alto número de indecisos para las elecciones del domingo, este debate podría ser decisivo para determinar los dos candidatos que pasarían a segunda vuelta.

Rafael Luis Gumucio Rivas (El Viejo)

16/11/2021

Historiador y cronista

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