ONU: El agua no es un bien básico ni un activo financiero para explotar
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El agua se trata cada vez más como una simple mercancía e incluso como un activo financiero, dijo un experto en derechos humanos de la ONU a la Asamblea General de la ONU, socavando los derechos humanos al agua potable y el saneamiento y la sostenibilidad del medio ambiente.
Pedro Arrojo Agudo, Relator Especial sobre los derechos humanos al agua potable y al saneamiento, dijo en un informe que “la comercialización de los derechos de uso del agua en los mercados ha erosionado la noción del agua como bien común y del Estado como garante del interés general”.
El experto de la ONU también señaló que el comercio de agua tiende a tratar el medio ambiente como un usuario más, y no como la base de la vida, lo que obliga a los Estados a comprar caudales para las necesidades ambientales y no aborda las raíces de la insostenibilidad.
“Hago un llamado a los Estados para que reconsideren la utilidad del comercio de agua como una herramienta para manejar la escasez y consulten al público para determinar si los mercados de comercio de agua deben ser abolidos o regulados de manera más estricta”, dijo Arrojo Agudo.
Por otro lado, la reciente entrada del agua como derivado de materias primas en los mercados de futuros de Wall Street agrava la situación al someter el agua a las fuerzas de la especulación financiera y a riesgos de burbujas especulativas, sin tener en cuenta las exigencias de los derechos humanos y la sostenibilidad de los ecosistemas.
“Los Estados deben tomar urgentemente medidas legales para evitar que el agua sea objeto de especulación financiera en los mercados de futuros, lo que podría causar consecuencias de largo alcance similares a las de las burbujas de alimentos y vivienda”, dijo el experto.
En lugar de implementar mercados de comercio de agua y permitir el comercio de agua en los mercados de futuros, los Estados deben gestionar el agua como un bien público, garantizar una gestión sostenible y desarrollar planes participativos de adaptación al cambio climático (como recomiendan los expertos y la ONU), a fin de garantizar los derechos humanos al agua potable y al saneamiento, dijo.
«La dura experiencia de la pandemia nos recordó que el agua y el saneamiento son la piedra angular de la salud pública. Es fundamental que los Estados, el Banco Mundial y la comunidad internacional comprendan que nos enfrentamos a un desafío global democrático», dijo el experto de la ONU. Este desafío requiere un esfuerzo de inversión pública, sin fines de lucro, que garantice no dejar a nadie atrás, aprovechando los fondos disponibles para implementar el Green New Deal del siglo XXI».
Elena Rusca, Ginebra, 27.10.21