Perdónalos Señor, que no saben lo que hacen
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Los chilenos que vivimos fuera nos sentimos espantosamente avergonzados por los hechos de xenofobia ocurridos en Iquique. Ya no nos atrevemos a mirar a la cara a los nacionales del país que nos ha acogido. Porque hay chilenos que viven en Francia, en España, en México, Argentina, en Cuba, en Venezuela y siempre fuimos recibidos con los brazos abiertos. Quizás algún gobierno no nos quiso mucho, no nos dio visas o un buen trabajo tan fácilmente, pero fueron muy pocos. Pero los pueblos, TODOS los pueblos nos ayudaron y nos respetaron. Porque los pueblos del mundo son solidarios y generosos con los que sufren, con los perseguidos, con los que están en peligro. Lo fueron durante las dictaduras de América Latina y también cuando en un país la gente sale por problemas económicos, laborales, de seguridad u otros.
Les cuento algunas cosas que he vivido: Cuba, que ha estado bloqueada desde la revolución, que nada tiene para dar y repartir, acogió a los chilenos que huíamos de la dictadura y nos lo dio todo, casa, trabajo, estudios para nuestros hijos, todo, absolutamente todo. Y no fue sólo el gobierno, los ciudadanos que con tremendo esfuerzo habían estado construyendo un edificio para lograr vivienda para ellos, nos la cedieron con toda generosidad, jamás escuché una palabra hostil, al contrario, pura generosidad es lo que vi.
¿Y en México? Claro, también México es un país que recibe miles y miles de inmigrantes centroamericanos y de otros países cada año. Ellos quieren pasar a EEUU, pero si se quieren quedar en México, se quedan y viven y trabajan aquí con sus hijos ¿Quiénes los atacan, el pueblo mexicano? No, los atacan las mafias de cualquier tipo que tratan de robarles y explotarlos. ¿Y saben lo que hace el pueblo más pobre? Pues hay unas mujeres llamadas Las Patronas, que se ubican al paso del tren que lleva a estos migrantes y les avientan agua, comida, hasta dinero.
Y en Chile también hemos sido acogedores y generosos. Miles de españoles que salieron después de la guerra llegaron a Chile, promovieron la cultura y las artes, lo que nos llena de orgullo. Y los judíos y los llamados “turcos”, es decir los palestinos que pueblan nuestra patria, también son queridos y considerados iguales por nuestro pueblo. La prueba es Daniel Jadue, no les digo más.
La verdad en que en Chile todos somos inmigrantes, muchos descendemos en cierto modo de los colonizadores, eso no es bueno, pero es así. Incluso los pueblos llamados originarios llegaron aquí desde algún lugar, no sé de cuál, posiblemente de Asia. Porque se dice que de allá vinieron todos los indígenas americanos, por el estrecho de Bering que no era un estrecho, sino una franja de tierra,
Y qué ¿Hay muchos negros entre los inmigrantes? Qué bueno, porque el ser humano nació en África y era negro, a imagen y semejanza del Dios que lo creó, también negro. En los países blanquitos, europeos y otros, hay cada vez menos población, por la razón que sea. Será porque las mujeres ya no quieren tener muchos hijos. En cambio en África sí que los tienen, habrá que importarlos desde allá.
En este mundo actual hay miles y millones de migrantes. La gente se mueve buscando seguridad y posibilidades de vida. Los gobiernos a menudo los rechazan, pero los pueblos los acogen en todas partes. Tratando de cruzar el Mediterráneo se ahoga mucha gente todos los años, sobre todo niños, pero los habitantes ribereños tratan de salvarlos, aunque los gobiernos hasta los castigan por eso.
En Estados Unidos, que es dónde llega más gente del resto del mundo, los gobiernos y las policías los repudian, pero el pueblo los auxilia. Al pasar desde México hacia los EE.UU, como los accesos más fáciles ya están muy vigilados, los migrantes deben atravesar el desierto de Arizona, que es uno de los lugares más áridos del mundo. Ese país es atacado y odiado por muchos, pero son sus gobiernos. Su pueblo más modesto, compasivo como tantos otros, les va dejando botellas y tiestos con agua por el camino que deben seguir, para que no mueran de sed. Pero a menudo la guardia fronteriza destruye esos tiestos, porque es gente enseñada y formada por gobiernos malvados que desprecian u odian a los inmigrantes pobres, no así a los ricos.
Entonces ¿qué ha pasado en Chile? No lo puedo entender. Será que durante tantos años sin prensa y sin comunicaciones adecuadas, los gobiernos y los empresarios le han enseñado a la gente a ser cruel y egoísta, como le han enseñado a la guardia fronteriza de USA.
Vamos a pedirles perdón a los migrantes venezolanos y a cualquier otro migrante, que el pueblo de Chile no puede quedar como el único pueblo desalmado de este mundo.
Por favor perdónenlos, que no saben lo que hacen. Ese no es Chile, amigos migrantes, ese no es el verdadero Chile. Es culpa del gobierno y de la única prensa que hay, que los ha deformado así. Los chilenos son acogedores u hospitalarios, porque ellos también han sufrido y sufren. Créanme.
Por Margarita Labarca Goddard
Gino Vallega says:
El emigrar ha sido parte de la historia del homo sapiens y diría dictada por una necesidad genética de búsqueda de habitat.La emigración por destrucción
de países por guerras ,bloqueos ,intolerancias y xenofobias (entre otros motivos varios) NO debería existir ,pero existe y hay que ser fraterno y solidario con aquel que se ve impelido a tal acción.La xenofobia de muchos chilenos ,de distintos estratos sociales , es algo que la enseñanza cultural debe tratar de corregir Por razones varias , Chile no es un país «afectuoso» con la Patria Grande y eso debe cambiar para crecer en un mundo multilateral no neoliberal
que esperamos sea la nueva consigna de la nueva constitución.
Mónica+Fernández+del+Pino says:
Columna humanamente hermosa!
Solo agregar que «Todxs nacemos iguales en dignidad y derechos». La Declaración Universal de Derechos Humanos, vigente en todo el planeta desde 1948, consagra nuestrxs derechos como UNIVERSALES. Es decir, da lo mismo donde nacemos.
Por tanto, lxs migrantes tienen exactamente los mismos derechos de todxs, sin excepción alguna.