Los sistemas agroalimentarios de América Latina y el Caribe deberán cambiar para enfrentar la postpandemia y el aumento del hambre
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América Latina y el Caribe deberá transformar sus sistemas agroalimentarios para enfrentar los enormes desafíos de la post pandemia, señaló hoy la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
Una nueva publicación de la FAO –Sistemas Alimentarios en América Latina y el Caribe. Desafíos en un escenario post pandemia–, analiza el impacto del COVID19 en la región y ofrece soluciones y análisis sobre temáticas urgentes, como el aumento del hambre, los efectos de la pandemia sobre la oferta y demanda de alimentos y la digitalización del sistema agroalimentario regional.
“La construcción de ecuaciones sostenibles entre prosperidad económica, huella ambiental y climática, inclusión social y salud humana es el desafío central que enfrentan los sistemas agroalimentarios en el escenario de la post pandemia” dijo Julio Berdegué, Representante Regional de la FAO durante el lanzamiento de la publicación.
Según José Graziano da Silva, Director General del Instituto Fome Zero y ex Director General de la FAO, y autor del primer capítulo del libro, la pandemia no generó una crisis alimentaria en la región, ni una caída significativa en sus exportaciones agrícolas.
Sin embargo, el confinamiento social sí generó un crecimiento importante los precios de los productos alimenticios básicos, lo que –sumado drástica reducción en el ingreso disponible de los más pobres– hizo empeorar la seguridad alimentaria en la región.
En comparación con 2019, alrededor de 14 millones de personas más se vieron afectadas por el hambre en América Latina y el Caribe en 2020, según la FAO. Actualmente, el 9,1 % de la población de la región padece hambre.
Pero no todos los impactos de la pandemia han sido negativos: otro de los autores incluidos en el libro –Ricardo Rapallo, Representante de la FAO en Guatemala- señaló que la preparación de alimentos en el hogar, las venta en línea, la demanda por productos frescos y nutritivos y el interés por la trazabilidad y la calidad, ofrecen un inmenso espacio para impulsar cambios hacia la sostenibilidad de todo el sistema agroalimentario regional.
Según Mario Jales economista de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), la producción de alimentos en la región ha sido más resiliente a la pandemia de lo previsto.
Sin embargo, los efectos adversos de la pandemia sobre los hábitos alimenticios de los consumidores y los medios de vida de los productores más pequeños pueden ampliar las brechas que ya existían entre la disponibilidad, el acceso y el uso de alimentos en la región.
“Para reconstruir mejor en un marco post-COVID-19, es necesario rediseñar las políticas públicas para incentivar transformaciones que promuevan la seguridad alimentaria, la nutrición y el desarrollo de sistemas alimentarios sostenibles e inclusivos en la región”, escribió Jales en el libro.
El libro, que fue presentado gracias a una alianza con el Centro Internacional para el Desarrollo Sostenible (CIDES), y la Fundación Ciudad del Saber (FCDS), es un insumo de cara la próxima Cumbre sobre los Sistemas Alimentarios convocada por Naciones Unidas, que busca repensar la manera en que producimos, consumimos y concebimos los alimentos.
Los 10 capítulos del libro analizan aspectos como el rol de la innovación institucional, tecnológica y financiera, las leyes de etiquetado nutricional, las regulaciones y políticas alimentarias de la región, el rol de los consumidores en los sistemas agroalimentarios, y la digitalización de dicho sistema, entre otros.