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Perú vota segunda vuelta presidencial ante un resultado incierto

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Los peruanos acuden hoy a las urnas a elegir un nuevo presidente, en un balotaje entre el izquierdista Pedro Castillo y la neoliberal Keiko Fujimori, para el que las encuestas avizoran una final muy apretada.

 

Así lo indican los últimos sondeos de las encuestadoras más importantes, Ipsos, Instituto de Estudios Peruanos (IEP) y CPI, cuyos resultados no pueden publicarse en Perú desde el domingo anterior a los comicios, por mandato de la legislación electoral.

Según esas mediciones, Fujimori logró alcanzar y superar por décimas a Castillo, que la aventajó durante toda la campaña, todavía con márgenes de indecisión que dejan en suspenso el desenlace.

La más reciente encuesta, realizada ayer por la empresa Ipsos, arrojó ocho décimas de diferencia, con 50,4 por ciento para la candidata y 49,6 para el maestro rural, sin considerar, como será en el cómputo oficial, a 11,1 por ciento de votos en blanco y viciados.

Horas antes, las otras dos encuestadoras situaron primera a la candidata. IEP reportó 40,9/40,8, con 18,3 de votos en blanco y nulos e indecisos, y CPI con 50,1/49,9, sin animarse ninguna a hacer vaticinios contundentes.

En la víspera, Lima fue un hervidero de rumores y en las redes de Internet hubo innumerables noticias falsas y alarmistas, como la de un corte masivo de energía eléctrica en los llamados barrios mesocráticos de Miraflores, Surco y Barranco.

En el contexto de muchos días de una campaña de miedo contra el candidato Castillo, esa falsa información generó la idea de un posible atentado dinamitero como los que ocurrían hace décadas, durante la actividad de grupos alzados en armas.

También en Miraflores, rumores sobre supuestos posibles disturbios, llevaron a un hotel y otro negocios a proteger con planchas de matera prensada sus puertas y ventanales de vidrio temporalmente.

El ministro del Interior, José Elice, informó que todos los oficiales y agentes de la Policía fueron puestos en alerta máxima para dar seguridad al proceso electoral que, para evitar aglomeraciones propicias a contagios de Covid-19, se realizarán escalonadamente.

Para ello, la jornada electoral se amplió de ocho a 12 horas, reservándose dos para los adultos mayores y cada una de las otras 10 a grupos de votantes con el mismo dígito final en sus carnés de identidad.

De otro lado, las Fuerzas Armadas desplazaron a sus efectivos en todo el país para resguardar las urnas y el material electoral.

En el Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro, (Vraem), donde el 25 de mayo un grupo armado dio muerte a sangre fría a 16 civiles, lo que está en investigación, las tropas acamparon desde el viernes en los colegios electorales para darles seguridad.

Fuente: Prensa Latina

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