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Algunos datos que nos revela la balanza de pagos: 3.197 millones de dólares salieron de Chile el 2020

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La balanza de pagos es un sistema contable que nos permite registrar y presentar en un todo ordenado los diferentes movimientos de bienes, servicios y activos financieros que se dan, en un período de tiempo determinado, generalmente un año, entre los agentes económicos de un país y el resto del mundo.

La balanza de pagos de Chile, correspondiente al año 2020, ya ha sido publicada por el Banco Central, y ella nos proporciona una serie de datos bastante importantes de ser conocidos y analizados por la opinión pública y más aún por el sistema político nacional.

Una de esas cuestiones es el movimiento de la inversión directa de capitales, que en Chile, en el año 2020, arrojó una salida neta del orden de los 3.197 millones de dólares. Esa cifra, es en sí misma importante, pues proporciona una visión cuantitativa de cuantos capitales, que podrían eventualmente invertirse en Chile, se van hacia el exterior, buscando oportunidades de inversión que sean más seguras o más rentables. Pero desglosando esa cifra se llega a circunstancias más interesantes aún. Esa cifra es neta, lo cual significa que considera el saldo de lo que sale y de lo que entra, desde y hacia Chile, por concepto de movimiento internacional de capitales con destino a inversión.

Y, según los datos de la balanza de pagos del 2020, los capitales chilenos que salieron del país, con fines de inversión directa en el exterior, fueron de 11.725 millones de dólares. Se trata de una cantidad bastante alta en el contexto de las cifras que caracterizan a la economía chilena. Y lo que entró al país, por concepto de inversión extranjera directa, es decir, capitales extranjeros que vinieron a Chile a tomar control total o parcial de actividades productivas nuevas o ya establecidas, fue de 8.528 millones de dólares. El resultado de esos capitales que entraron y que salieron, es el saldo neto de 3.197 millones dólares ya mencionados. Los 11.725 millones de dólares son capitales de agentes económicos chilenos que prefieren invertir en el exterior. Pero si esa cantidad de dólares se pudiera invertir en Chile, los niveles de producción, de crecimiento y de bienestar serían mayores que lo que han sido hasta ahora. Baste recordar que, como gran cosa, el gobierno propone en su programa de apoyo social para el año 2021 un gasto total de 12 mil millones de dólares, casi lo mismo que, por otro lado, sale a invertirse en el exterior.




Pero estas cifras que estamos mencionando no son lo único en materia de dólares o de activos financieros que salen del país. En el ítem “otra inversión” se menciona un saldo neto de 10.474 millones de dólares que salieron del país, pero no en calidad de inversión que se realiza en otros países, sino en calidad de préstamos comerciales, créditos o depósitos de agentes económicos chilenos, a residentes de otros países. De estos componentes de la “otra inversión” no se explicitan los datos particularizados, pero el Banco Central postula que esa cantidad está determinada “por el aumento neto de activos en el exterior por parte de la banca”.

Cabe destacar que, por lo general, ninguna de estas operaciones que permiten sacar fondos del país – o incluso dejarlos afuera antes de que lleguen – son ilegales. No están infringiendo la ley. Por ello, quizás, mientras no se logren cambios legales sustantivos en estas materias, por lo menos se pudieran lograr dos cosas: por un lado, cobrar tributos a ciertas transacciones financieras, de modo de hacerlas un poco más costosas para sus protagonistas, y hacer que el estado saque algún provecho de las mismas. En segundo lugar, lograr que estas acciones fueran enteramente transparentes, es decir, no estuvieran ocultas por la vía del secreto bancario, de modo de saber, con nombres y apellidos, quienes son los que hacen ese tipo de operaciones. Probablemente no tendríamos muchas sorpresas. Como somos un país pequeño, lo más seguro es que sean los mismos de siempre.

 

Por Sergio Arancibia

 



Economista

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