Esta madrugada llegó a Chile extraditado desde Brasil Mauricio Hernández Norambuena
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Mauricio Hernández Norambuena, exmiembro del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR), fue recluido en una cárcel de Santiago tras llegar esta madrugada en medio de fuertes medidas de seguridad, extraditado desde Brasil.
La llegada del Comandante Ramiro, como también se le conoce, fue confirmada por el juez de la Corte de Apelaciones Mario Carroza, en declaraciones a la prensa desde la terminal aéreo capitalino.
Aunque el arribo del reo estaba anunciado para las 07:30 hora local, se produjo a las 03:00 en un avión de la Fuerza Aérea de Chile, escoltado por seis miembros de la Policía de Investigaciones (PDI) que la víspera se trasladaron a Brasil con ese objetivo.
El exguerrillero fue llevado de inmediato a la Cárcel de Alta Seguridad de Santiago, desde la cual se fugó espectacularmente en diciembre de 1996.
Según Carroza, el exmiembro del FPMR fue ubicado en una celda del tercer piso de la prisión en un sector donde no hay más reclusos.
La extradición de Hernández Norambuena, anunciada ayer, copo de inmediato el panorama informativo local, toda vez que el exmiembro del FPMR fue uno de los protagonistas en 1991 del atentado en el que murió el senador Jaime Guzmán, considerado el ideólogo de la dictadura de Augusto Pinochet.
Además participó en el secuestro de Cristián Edwards, hijo del propietario del conservador diario El Mercurio.
Tras ser capturado, fue sentenciado a dos cadenas perpetuas por ambos hechos, pero el 30 de diciembre de 1996 protagonizó junto a otros tres miembros del FPMR el llamado ‘vuelo de la justicia’, una espectacular fuga en helicóptero de la Cárcel de Alta Seguridad de Santiago.
Posteriormente fue detenido en Brasil y condenado a 30 años por el secuestro del empresario de esa nacionalidad Washington Olivetto, en 2001.
La premura con la que ambos gobiernos realizaron la extradición obedece a que el Comandante Ramiro estaba a punto de acceder a régimen carcelario abierto por el tiempo que le restaba de condena en Brasil.
Sin embargo, para poder concretar el traslado, la pena debió ser rebajada, y el gobierno de Chile confirmó que cumplirá una condena de 30 años.
Esto fue lo establecido por la Corte Suprema de Brasil, y que se enmarca en un tratado del Mercosur, que establece que el extraditado tendrá en el país demandante la pena máxima establecida en la nación requerida, esto es, 30 años y no dos cadenas perpetuas.