Chile al Día

Fuerte crítica a Paris por lenguaje clasista: fiesta «privada» si es en Cachagua; fiesta «clandestina» en comunas pobres

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El parlamentario por la Región de Antofagasta Esteban Velásquez, criticó la actitud del Ministro de Salud este jueves, quien se negó a nombrar a Cachagua por las polémicas fiestas clandestinas que allí se realizaron, “sin embargo, la semana pasada no tuvo problemas en criticar a Calama, Antofagasta y otras comunas del sur del país con nombre y apellido”, indicó.

El diputado de la Federación Regionalista Verde Social, Esteban Velásquez, criticó “la actitud discriminatoria” del ministro de Salud, Enrique Paris, quien en su informe diario por los casos de COVID – 19 y ante la pregunta de los medios de comunicación, se negó a mencionar a Cachagua directamente como la comuna donde se realizaron masivas fiestas clandestinas que se han podido conocer por los videos y audios que circulan en redes sociales, y que derivaron en un contagio masivo de coronavirus en la comuna de Zapallar.

Al respecto, el parlamentario por la región de Antofagasta, señaló que “si hay algunas situaciones que hoy día debemos desterrar, esas son las relacionados con la discriminación en todos sus escenarios, como la discriminación territorial, que se observa enfermizamente en Chile, ese clasismo, esa diferencia de ciudadanos que se hacen desde el propio Estado a través hoy día del Gobierno de turno, incluso en tiempos de pandemia”.

En este sentido, Velásquez recalcó que “hace algunos días atrás comunas como Calama, Antofagasta y en otras del sur se hallaron y se denunciaron algunas fiestas clandestinas, nos parece bien que sean sancionadas, con mucho detalle se informó de aquello. Sin embargo, en comunas como Cachagua y otras entre comillas donde participa la élite, se les cuida, se les protege, no son fiestas clandestinas, son fiestas privadas con una serie de explicaciones antes de hacer las denuncias como corresponde o hablar con firmeza también respecto a esos encuentros de jóvenes que provocan mucho contagio”.

“Es decir, en tiempos de pandemia, nuestro país no aprende y sigue con tanta discriminación y con tanto clasismo que pareciera que algunos han olvidado que hace poco más de un año tuvimos un estallido social, incluso por estas diferencias entre ciudadanos de primera, segunda, tercera y cuarta categoría”, concluyó.

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  1. Primero Mañalich ( el Mañoso) , luego Paris ( con acento en la a, asi se aleja del heroico combatiente del Partido Comunista el Dr. Enrique París, con solo acentuar la «a».); El Dr Parispuede que sea inteligente, capaz? no, capaz de dejar la cagá: si. Vendido al poderoso Don Dinero: de todas maneras.
    Dicho lo anterior, cree usted que este Matasanos, le importa un comino la salud del pueblo? por supuesto que no.
    Que Hacer? CONVENCER A TODOS LOS AMIGOS, COMPAÑEROS DE TRABAJO, FAMILIARES, HE INCLUSO CONVENCER A ENEMIGOS CONOCIDOS, PARA OBTENER UN 80% DE LOS DELEGADOS A LA ASAMBLEA CONSTITUCIONAL. Y as obtener un Nuevo Chile: DIGNO, INDEPENDIENTE Y SOBERANO.

  2. Germán Westphal says:

    Y qué esperan si la mayoría de los chilenos ha internalizado el lenguaje de la clase política que los controla y domina? Por ejemplo, son sólo gente, una masa amorfa despojada por definición de todo papel político, no se les llama ciudadanos y mucho menos pueblo. En las ciudades hay vecinos y pobladores. Los vecinos viven en el barrio alto, donde habita la gente linda, como el sector oriente de Santiago: Las Condes, Vitacura, Providencia. Los pobladores viven en las poblaciones. Como La Pincoya, por ejemplo. Y por supuesto, por ahí, entre medio, están los de medio pelo, los rotos o roticuacos, los indios de mierda, los pelusas o pelusones, los huevones y huevonas picantes, los flaites —todo un arsenal de vocabulario con connotaciones clasistas.

  3. El Dr. Paris, a poco llegar al Ministerio, se empapó rápidamente del espíritu que abriga o reviste a todo personaje que pisa las oficinas ministeriales, ya sea por mucho o poco tiempo. La gente esperaba más de él, lo sentía más cercano, pero muy pronto se despeja toda esperanza. Paris, utilizado como una marioneta más por su Jefe, ha demostrado ser capaz de todo sacrificio por ser aceptado y «bien mirado» por sus pares de Palacio, incluso a costa de su – no se si nula- poca dignidad. Le gusta el cargo, eso se nota cada día y se bajará si chistar ni reclamar toda vestimenta que sea necesaria, con tal de ser bien evaluado por sus superiores, mendigando un dedo para arriba, aunque no sea el de la ciudadanía. Pregunto, ¿Valdrá la pena a un académico , llegar a tan bajo nivel de autoestima?, ¿su familia le apoyará en su sacrificio de dignidad, ya no personal, sino familiar?… Sería interesante saberlo.

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