Estados Unidos ad portas de las elecciones
Tiempo de lectura aprox: 3 minutos, 6 segundos
El sistema electoral norteamericano es uno de los más complejos del mundo: el Presidente y el Vicepresidente son elegidos por un Colegio Electoral, integrado por 538 electores, que representan a cada uno de los estados, proporcional al número de ciudadanos que sufragan en cada uno de ellos.
Los padres fundadores, autores de la Constitución de 1787, se propusieron instaurar un sistema electoral que evitara que los estados más poblados terminaran por superar a los más pequeños y de bajo índice de población. A diferencia de la Constitución francesa, de 1791, en que se rige por un Estado unitario indivisible, la de Estados Unidos conforma una confederación de estados que pretende ser un modelo de federalismo.
La Revolución Francesa destruyó el antiguo régimen, cuya característica era la existencia de muchas regiones e idiomas; la monarquía constitucional suponía un Rey, representante de la nación, y una Asamblea Nacional, y tanto el rey como la Asamblea, por una especie de pacto estaban supeditados a la Constitución.
En Estados Unidos la norma de elegir al Presidente y al Vicepresidente está contenida en la enmienda 12 (ratificada 1804), que no ha sido reformada por mucho que se critique el sistema electoral. (El sistema electoral indirecto también se practicó en el Chile del siglo XIX, especialmente en los decenios).
Para ser elegido Presidente en Estados Unidos, un candidato requiere la mitad más uno, es decir, 270 electores. En general, en la mayoría de los 50 estados el candidato que obtenga la mayoría del voto popular se lleva todos los representantes de dicho estado, salvo dos excepciones en las cuales se da una proporcionalidad según el número de votos.
Los estados que tienen mayor número de representación en el Colegio Electoral son California, con 55 electores; Nueva York, 39; Florida, 39; Texas, 38. Hay estados que siempre votan por el Partido Demócrata, los de la Costa Pacífico, entre ellos California, con 55 representantes; por el Atlántico, Nueva York, con 39 representantes. Otros por el Partido Republicano, el más importante es Texas, 39.
De producirse un perfecto empate la Cámara de Representantes debiera decidir por el candidato ganador; de judicializarse el resultado de la elección podría terminar en la Corte Suprema, que dirimirá el ganador. (El precedente fue la elección de año 2000, entre los candidatos George W Bush y el demócrata Al Gore, en que fue necesario un recuento de votos que llevó meses, condado por condado, hasta que la Corte Suprema suspendió el recuento de los votos, y proclamó a Bush como Presidente.
El voto popular, muchas veces no coincide con el de la decisión del Colegio Electoral (1824,1871,1888,2000,2016), por consiguiente, la encuesta que importa considerar es la de los llamados ´estados dubitativos´; en el caso del voto popular, ya está claro que Joe Biden tiene una ventaja entre siete y once puntos sobre Donald Trump, (si se efectúa un promedio entre las encuestas cotidianas en Estados Unidos).
Existen algunas cábalas, por ejemplo, la de si un candidato gana en Florida, (estado de mayoría latina, sobre todo cubanos y, ahora, venezolanos), asegura la presidencia de la república. Otro estado que podría anticipar el resultado es Iowa, con solo seis electores.
Si les creemos a las encuestas, Biden se encontraría a un punto de ventaja sobre Trump en Florida, Carolina del Norte y Arizona, (este último estado, antes un voto seguro para los republicanos, hoy puesto en duda en el caso del candidato Trump), y ahora es rechazado por algunos republicanos, seguidores del extinto John Mc Cain; sólo dos puntos de diferencia a favor de Biden están Michigan, Pensilvania y Wisconsin.
El estado de Texas, que siempre ha votado republicano, hoy podría estar en duda a causa de la mala política del gobierno actual para enfrentar la pandemia. Por otra parte, debido al Fracking, este estado se está convirtiendo en uno de los principales exportadores de petróleo y gas natural, pero ahora parece perjudicado por el bajo precio de estos productos, y para que sea rentable sería necesario un precio superior a 60 dólares el barril.
Los tres temas centrales de la elección radican en primer lugar, en el manejo de la pandemia; en segundo lugar, la inseguridad en el país y el enfrentamiento en las grandes ciudades, debido al trato brutal de la policía, especialmente en contra de los afroamericanos; en tercer lugar, el tema económico. Los dos primeros favorecen a Joe Biden, y el tercero, (que no es sólo realidad sino también expectativas), siguen favoreciendo a Trump, a pesar de los actuales malos resultados.
Si se considera la situación política en la actualidad, es evidente que existe una fractura entre demócratas y republicanos, además de una extrema radicalización del conflicto político, sin embargo, es preciso considerar que estos quiebres se dan, principalmente, en las grandes ciudades, como Los Ángeles y Nueva York, en que en esta última ciudad el enfrentamiento está centrado en las calles más turísticas de la Gran Manzana, pues al sur de Manhattan la vida diaria se lleva con más tranquilidad.
En otro orden de cosas con respecto a los contagios por el Covid-19, las normas trazadas por el gobernador en Nueva York, han sido acatadas en buena parte de esta ciudad, y el rebrote se ubica en barrios especiales, (en este caso, de judíos ortodoxos, a quienes se les ha prohibido la visita muy continua a la Sinagoga).
Sabemos que las encuestas se equivocan y, a veces, mienten para tener contento a su patrón de turno, no queda más que esperar los resultados que, tal vez, no sean inmediatos debido al alto número de voto anticipado y por correo. (hasta ahora la cifra de votantes se acerca a 100 millones)
Rafael Luis Gumucio Rivas (El Viejo)
02/11/2020