Ante un gobierno insensible avanza la idea de legislar sobre el segundo retiro del 10%
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Ante un gobierno insensible, incapaz y miserable no hay otra solución que el recurrir a los ahorros que los cotizantes han depositado en las AFP. La mayoría de los chilenos está de acuerdo en que no es el mejor camino, pero por ahora sería injusto e inhumano el tener guardado – como en una alcancía – el dinero que les es necesario para sobrevivir y, en muchos casos, salvar sus viviendas, adquiridas con tanto esfuerzo.
Afortunadamente, hoy los chilenos no creen las campañas del terror, anunciadas por los apocalípticos economistas, quienes auguraban el Armagedón si se aprobaba el primer proyecto de retiro del 10% de las cotizaciones en las AFP. Al implementarse la ley, ocurrió todo lo contrario: el PIB creció en un 2%; el endeudamiento de las personas bajó considerablemente; el comercio se reactivó y, sobre todo, la desesperación y malestar de las personas se redujo.
El Estado debe cumplir con el inalienable deber de proteger y auxiliar a los ciudadanos, pero en Chile, con un Presidente inepto, torpe, insensible, egoísta y que sólo favorece a los ricos, ha sido imposible hacerle ver que la situación económica y social de los chilenos es cada vez más precaria.
Los ministros de Piñera desprecian a los pobres, pues “son los derrotados del mercado debido a su flojera, ignorancia, alcoholismo”, y lo único que se les ocurre a esos funcionarios del Estado es presionar a los parlamentarios para que aprueben, a la brevedad, las reformas al Sistema de Pensiones, que mantendría incólumes a las AFP. Por lo demás, esta reforma no sería ninguna solución para aliviar la pobreza y el hambre que padecen los más necesitados.
Consultada la jefa del Rechazo a la nueva Constitución del por qué había ganado esta opción en las comunas más adineradas, (en el caso de la Región Metropolitana Las Condes, Vitacura y Lo Barnechea), la respuesta fue inmediata: ´en esas comunas habitaban las personas más cultas e informadas´, (habría que retroceder dos siglos al voto censitario, que sólo permitía la inscripción de aquellos ciudadanos que contaban con un grado universitario).
Los recursos del Estado son suficientes para que el gobierno pueda financiar el gasto que significaría este segundo retiro del 10%: en primer lugar, podría reducirse considerablemente el gasto en la compra de armamento sofisticado e innecesario al no existir ningún asomo de guerra con los países vecinos; en segundo lugar, Chile tiene todavía una alta posibilidad de endeudamiento, el dinero está barato y las tasas de interés muy bajas. Por otra parte, se podría aprobar un impuesto a las transacciones financieras de más de un millón de dólares; otra posibilidad es el impuesto a las grandes fortunas y, a su vez, suprimir muchas de las exacciones fiscales, que favorecen a los más ricos.
La ministra del Trabajo, María José Zaldívar, (bien podría tener el título honorario de secretaria de Estado de las AFP), trata de disuadir a los diputados de gobierno con la alarmante noticia, según ella, de que tres millones de cotizantes tuvieron que cerrar sus cuentas en las AFP, pero la verdad es que tomaron el mejor camino pues, de todas maneras, no tendrían pensiones producto del ahorro individual, por consiguiente, postularían a la pensión mínima solidaria, financiada por el Estado.
En Chile no existe un Sistema de Seguridad Social, sino un ahorro forzoso y una pensión básica estatal, que no alcanza a cubrir los gastos mínimos de supervivencia, por consiguiente, la única vía posible, hoy por hoy, es la instauración de un sistema solidario o bien, mixto, por el cual quienes tengan los medios económicos suficientes, puedan recurrir al ahorro individual, y jugar a la ruleta en las Bolsas.
El camino del proyecto presentado por Karin Bianchi, René Saffirio y Pamela Jiles, es largo y difícil: en la última sesión de la Comisión de Constitución, Justicia y Reglamento, que tuvo lugar el 27 de octubre, fueron aprobados tres proyectos: el del retiro del 10% de las AFP; el de las pensiones alimenticias, (que podrán ser cobradas por cobradas directamente por madres, padres e hijos); el retiro del 10% de las pensiones vitalicias; (anteriormente se había aprobado del retiro del 100% de sus ahorros a quienes padecen enfermedades terminales).
En dicha Comisión fue aprobada la idea de legislar, por 11 votos contra uno, (todos los diputados de gobierno votaron a favor, salvo Jorge Alessandri). Este proyecto deberá pasar a la Cámara, posiblemente el próximo martes, y votado en general y en particular y, luego, pasará al Senado; de haber discrepancia entre las dos Cámaras, pasará a una Comisión mixta.
El tiempo apremia a fin de que los ciudadanos puedan contar con el segundo 10% para los gastos de Navidad, siempre y cuando no destruya esta felicidad el “el gigante egoísta”.
Rafael Luis Gumucio Rivas (El Viejo)
28/10/2020