A 47 Años de las masacres en el Cerro Chena
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El Cerro Chena de San Bernardo fue convertido, con posterioridad al golpe de Estado de 1973, en un centro de detención, tortura y exterminio.
Hace 47 años, el 6 de octubre de 1973, dieciocho presos políticos fueron martirizados y masacrados por agente del Estado de la dictadura. En ese lugar estuvimos secuestrados y detenidos alrededor de 500 personas, entre ellas un centenar de mujeres, varios menores de edad y los regidores Dr. Luis Andrade (PS), Bernardino Jara (PC), Fernando Ávila (PC) de San Bernardo y el Dr. Héctor García (PS) de Buin.
Los torturadores y criminales, que han sido identificados, fueron los oficiales del Ejército Andrés Magaña Bau, Alfonso Faúndez Norambuena, Víctor Pino Pérez, Sergio Rodríguez Rautcher, Eduardo Octavio Silva Bravo, Juan Carlos Nielsen Stambuk, Jorge Eduardo Romero Campos, Carlos Kyling Schmidt, Luis Cortez Villa, Marcial Cobos Farías, Luis Villarroel Contreras, Héctor Maturana Zúñiga, Luis Garfia Cabrera, Julio Cerda Carrasco, Víctor Sandoval Muñoz, Jorge Saavedra Meza, Carlos Duran Rodríguez, Iván de La Fuente, Hernán Pizarro Collarte, Ciro ahumada Miranda y Pedro Montalva Calvo. Además de los policías de Carabineros e Investigaciones Sergio Ávila Quiroga, Oscar Hernán Vergara Cruces, Roberto Arcángel Rozas Aguilera y Mario Jesús Campos Ripley.
Algunos de estos criminales han fallecidos y varios fueron posteriormente integrantes de la DINA, la CNI y del Comando Conjunto. Pocos de ellos están condenados y procesados, algunos se encuentran encarcelados.
Declaraciones ante la Corte de Apelaciones de San Miguel, informan que los trabajadores y destacados militantes comunistas de la Maestranza de Ferrocarriles de San Bernardo, fueron detenidos el 28 de septiembre de 1973. El pastor Roberto Ávila, Arturo Koyk Fredes, Alfredo Acevedo Pereira, Raúl Castro Caldera, Hernán Chamorro Monarde, Manuel González Vargas, Ariel Monsalve Martínez, José Morales Álvarez, Pedro Oyarzún Zamorano, José Silva Oliva, y Ramón Vivanco Díaz. Además, dos jóvenes estudiantes socialistas fueron detenidos el 27 de septiembre: Francisco Viera Ovalle y Héctor Hernández Garcés, de 19 y 17 años respectivamente. También Javier Antonio Pacheco Monsalve, mueblista, ex GAP, quien fue detenido el 5 de octubre. Igualmente detuvieron a Ricardo Solar Miranda, quien trabajaba de rondín y era militante del MIR. También los campesinos militantes del MIR de Linderos y Paine, Juan Cuadra Espinoza, Gustavo Martínez Vera y Carlos Ortiz Ortiz.
El 6 de octubre fueron llamados a gritos por los torturadores. Ninguno de ellos volvió a la pesebrera de madera, de techo colorado, cercada por alambres de púa, ubicada a 250 metros de la Carretera Panamericana. Actualmente es una superficie destruida. La mayoría de los prisioneros aparecieron masacrados en el Instituto Médico Legal.
Alrededor de un centenar de compañeros fueron asesinados en el Cerro Chena. Las organizaciones de Derechos Humanos, exigen que se construya un memorial allí, lugar de terror y atrocidades.
En 2012 se estableció, el 6 de octubre como el “Día del Trabajador Ferroviario”, en reconocimiento de los martirizados.
En 2018, El Consejo de Monumentos Nacionales declaró Monumento Nacional en la categoría de Monumento Histórico:
Al Pórtico de Acceso, ubicado en la Carretera Panamericana, ahí llegaban en 1973 y 1974 los familiares que eran agredidos cuando solicitaban información por el paradero de las víctimas. Las agrupaciones de familiares han efectuado en este lugar conmemoraciones y velatones por sus deudos.
A la Escuelita, lugar de torturas en septiembre de ese año, ubicada al nor-poniente de Cerro. Las pequeñas salas de clases, fueron usadas como celdas de prisioneros, un galpón que fue utilizado para las torturas. Un árbol donde los prisioneros eran amarrados y torturados.
Y la Casa de Techo Rojo, de la cual sólo quedan solo vestigios. Funcionó como lugar de torturas y exterminio, desde octubre de 1973.
Todos los 6 de octubre, los familiares, compañeros y algunos sobrevivientes realizan actos de homenaje, romerías y velatones, exigiendo verdad justicia, memoria y reparación.
El negacionismo amnésico de la transición, ha impedido la necesidad de construir un sistema democrático participativo, donde se respeten los Derechos Humanos.
RICARDO KLAPP SANTA CRUZ