50 años del triunfo de la UP Poder y Política

La polémica marcha de los mineros de Petorca en apoyo a Salvador Allende y al gobierno popular

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El período de la Unidad Popular fue de una gran efervescencia, en donde los desencuentros, las opiniones y las visiones diferentes respecto a la forma en que debía ser llevado adelante el proceso transformador de la sociedad, se vivieron enérgicamente. Esto se tradujo en momentos de intensa discusión ideológica, no solo entre los diferentes partidos que conformaban la coalición de gobierno, sino que también al interior de cada uno de los distintos conglomerados políticos, tensiones propias de un proceso en ebullición permanente, en donde muchas veces la práctica concreta de las bases era discrepante con las directrices emanadas desde sus propios partidos.

Más allá de las incomodidades que pueda provocar en algunos partidos y militantes de aquella época, este relato simplemente refleja la efervescencia con que se desarrolló el proceso de la Unidad Popular, en donde la lucha política-ideológica fue parte fundamental  de la misma. Esta historia refleja las discusiones y tensiones propias de un proceso popular en desarrollo, y no tiene que ser vista, de ninguna manera, como una forma de denostar o atacar el planteamiento de algunos partidos de la coalición de gobierno de la Unidad Popular. Forma parte de una historia que hasta el día de hoy sigue sin ser analizada en profundidad.

El caso que será entregado a través de esta crónica se refiere a un importante evento definido, planificado y protagonizado por los mineros pirquineros de Petorca, quienes estaban organizados en Cooperativas durante el Gobierno Popular y decidieron – en una Asamblea soberana – realizar una marcha hasta la Intendencia de Valparaíso con el objetivo de mostrar su total apoyo a Salvador Allende y las medidas que llevaba adelante el Gobierno de la Unidad Popular en el camino de la vía chilena al Socialismo.

Esta decisión de los trabajadores, que debiéramos pensar que sería apoyada en forma resuelta por las autoridades, no fue así, como podremos leer en el relato que nos entrega Eliana Vidal de estos acontecimientos.




Eliana Vidal, incansable luchadora social de Valparaíso, en la época que se vincula con los mineros  pirquineros de Petorca era estudiante e integrante de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica de Valparaíso. La vinculación es fruto de la decisión de acercarse a los campesinos, obreros  y trabajadores en general, para llevar a la práctica el concepto de la unidad obrero-estudiantil, estableciendo lazos directos para ir caminando juntos en este proceso.

 

Eliana Vidal junto a un compañero minero “chancando” material en el sector de Petorca. (Fotografía facilitada por Mario Aguirre)

 

Después de la crónica relativa a las brigadas de acción directa en la distribución de la “Canasta Popular”, con el objetivo de hacer frente al boicot y desabastecimiento provocado por la derecha en contra del Gobierno Popular de Salvador Allende, recibí un mail por parte de la compañera Eliana Vidal, contándome que dicho escrito la había transportado en el tiempo, comentándome de una marcha que provocó mucha polémica, organizada por los mineros de Petorca el año 1971, en apoyo al Compañero Presidente. Quedamos de acuerdo en conversar para que me relatara dicho acontecimiento, con el objetivo de rescatar, a partir de vivencias directas,  algunos trozos del rompecabezas de la Memoria Histórica de dicho período, conversación que transcribo a continuación:

Me comentaste en un correo de una marcha en apoyo a Salvador Allende que realizaron los mineros de Petorca a principio del año 71, la que había tenido dificultades para ser concretada, ¿me podrías comentar al respecto?

“Yo  había terminado la Universidad, había estudiado Comercio y Ciencias Económicas pero no me recibí.  Trabajaba como secretaria en la UCV, y seguía unida a los trabajos que hacía la Federación. Y en esa terminé en Cabildo y trabajando para el Sindicato de Obreros Pirquineros de Aconcagua, también como secretaria.”

¿Cómo llegaste a trabajar en ese lugar?

“Desde lo que era el Comité Sindical de la Federación de Estudiantes de la Católica empezó un acercamiento hacia los Sindicatos. Me recuerdo que en ese tiempo hicimos un enlace con la gente de SEDAMAR, apoyando lo que pasaba en el Sindicato y haciendo trabajo político. En el año 69 SEDAMAR tuvo una huelga de 9 meses y allí íbamos los estudiantes a apoyar. Incluso los trabajadores durante esa huelga trabajaron con las máquinas e inventaron un género de un metro veinte, porque se fabricaban solo de noventa centímetros, mientras estaban con la fábrica tomada.

Ahí conocí al compañero Daniel Palma, el “viejo Miguel” como era conocido, y nos juntamos un grupo a trabajar con él. Un día un compañero trabajador de SEDAMAR me dice, sabe compañera que soy de Cabildo y cuando fui para allá me encontré con los compañeros de la minería, con el compañero Muñoz, que es del Sindicato, entonces le pregunté si podíamos ir a Cabildo. Nos pusimos de acuerdo y nos llevó. Fuimos tres o cuatro compañeros. Después yo me interesé y con la gente de la Federación empezamos a ir regularmente. Yo hablé con el compañero Palma, que era mi jefe político y él nos acompañó a Cabildo, entonces después empezaron a llegar otros compañeros que también eran de la Organización Ranquil, o la “O” como se le conocía, y a la cual yo pertenecía, después  que salí de la Jota. Entonces, estar dando la lucha con los mineros, con el procesos de sus cooperativas,  es súper interesante.”

Eliana Vidal y detrás de ella, con casco, Mario Muñoz (fotografía facilitada por Mario Aguirre)

 

¿Perteneciste a alguna Cooperativa?

“No, yo formé parte del Sindicato.

A fines de los años sesenta estaba en la Federación toda esta política y las ganas de llevar adelante esto de realizar actividades conjuntas entre los trabajadores y los estudiantes. Nosotras nos contactamos con el Presidente de Pirquineros de Aconcagua, que era Mario Muñoz, y un grupo de la Federación de la Católica nos vamos a Cabildo. Conocemos allá la historia de ellos y lo que estaban haciendo, porque eran minas al pirquén, todavía no había cooperativas mineras.

Las Cooperativas Mineras empiezan a aparecer justo un poquito antes del triunfo de Allende, y todos estos pequeños grupos de pirquineros se van transformando en grupos más grandes. Incluso había unas minas antiguas, más grandes, que se habían dejado de lado y eso había provocado cesantía, entonces se dedicaban a buscar “un punto” como les decían ellos y trabajaban como pirquineros. En esa zona de Petorca cuando no había lluvia los compañeros se volvían mineros, y en las temporadas de lluvia se volvían campesinos. O sea, esa zona es campesina -minera realmente.

Poco antes de la llegada de la Unidad Popular comienzan a formarse los grupos y empiezan a trabajar juntos con la ENAMI en ese entonces, para empezar a formar Cooperativas. En Cabildo había una Planta Procesadora de Mineral y allí ellos podían dejar el material que traían en los camiones desde las diferentes Cooperativas Mineras. En esa zona también había mucha Reforma Agraria, y entre los campesinos y pirquineros la izquierda era muy fuerte, lo que se reforzó con el triunfo de Allende.

Al  Sindicato de Mineros  Pirquineros de Aconcagua, que funcionaba en una oficina chiquita en Cabildo,  empiezan a llegar los compañeros de las distintas Cooperativas Mineras que empiezan a formarse.

A principios  del año 71, en una reunión  un minero planteó que tenían que hacer algo para demostrar que estaban con el Gobierno de Allende y contentos con la Unidad Popular. Además había un contacto muy estrecho de Mario Muñoz con la Tati Allende, entonces se ponen de acuerdo con ella y deciden hacer una Marcha desde Cabildo hasta Valparaíso.

Se prepara la Marcha y los mineros van a hablar con el Intendente de San Felipe, porque Petorca pertenecía a la Provincia de Aconcagua, y le solicitan el permiso para realizar la marcha desde Cabildo hasta donde terminaba la Provincia de Aconcagua y empezaba la Provincia de Valparaíso. No recuerdo el nombre del Intendente, pero pertenecía a la Izquierda Cristiana, el que no pone problemas.

Luego deciden venir a Valparaíso a conversar con el Intendente y me piden que los acompañe también. El Intendente de Valparaíso era del Partido Radical y se le plantea que vendrán en una Marcha y quieren pedir permiso para el tramo de la  Provincia de Valparaíso, porque ellos quieren terminar la movilización en la Intendencia, ahí en la Plaza Sotomayor. Al Intendente no le gustó para nada la idea y se opuso a dar la autorización. Se armó una discusión y el Intendente llamó por teléfono a Daniel Vergara, que era el Subsecretario  del Interior, pero nos dice que  tampoco da la autorización para que ustedes pasen por acá, porque eso era una pérdida de tiempo, ya que tenían que estar trabajando y aportando en la “Batalla de la Producción”. Los dirigentes mineros le dicen que ellos han hecho un estudio y van a trabajar tantas horas extras desde el lunes para adelante, porque la marcha se haría un fin de semana, para recuperar el tiempo de trabajo.

Los mineros decidieron hacer de todas formas la Marcha y partieron un día viernes con destino a La Calera, donde serían alojados por los trabajadores de Cemento Melón, cosa que habían solicitado y acordado con el Sindicato de esa empresa. Pero cuando llegan a Calera, el Presidente del Sindicato, que era un compañero Comunista, tiene cerrado todo, no los espera ni les da alojamiento. Entonces fueron donde los Socialistas y ellos los apoyaron con algunos lugares como garajes, pero nada del Sindicato. Otro grupo de mineros se quedó en un local bailando toda la noche en una Quinta de Recreo, ya que no tenían dónde dormir.

La Marcha parte el día sábado, eran como unos ciento cincuenta mineros, al principio iban los dirigentes con los pendones y estandartes de las Cooperativas, y al final de la Marcha iba todo un grupo de mineros y las compañeras con las que habían pasado la noche,  bailando, saltando y riéndose, eso fue una imagen súper especial y divertida. Los acompañaron hasta la salida del pueblo haciéndoles señas para que pasaran de nuevo cuando volvieran.”

 

Campamento minero en Petorca (fotografía facilitada por Mario Aguirre)

¿Cómo se había planificado la marcha y qué se planteaba realizar en los distintos lugares por dónde pasaría?

“La idea de la Marcha era ir parando en las distintas ciudades por donde pasaba, Calera, Quillota , Limache, Quilpué,  y realizar un concentración en la plaza pública para explicar a la gente que estaban apoyando las medidas del  Compañero Allende.

Cuando vemos el desastre que quedó con el Partido Comunista en La Calera, en una camioneta un grupo empezamos a adelantarnos a la Marcha y nos íbamos directamente a las oficinas del PS y así obtener el apoyo, porque el PC no nos apoyó en ninguna parte.

Los dirigentes mineros, cuando fueron a Valparaíso, habían ido a hablar a la CUT, donde los atendió el presidente de entonces, que era comunista, para que la CUT se comunicara con los distintos pueblos por donde pasaría la Marcha para que los apoyaran. Pero la CUT de Valparaíso no hizo nada, excepto algunos dirigentes socialistas que  supieron y apoyaron a la marcha cuando llegó.”

¿Pero porque ocurrió esto, a qué partidos pertenecían los mineros?

“Casi el 90% de los pirquineros eran del PC, pero pienso que el problema era que el Mario Muñoz, que era el Presidente de los mineros, había sido del PC durante 20 años, se peleó con la gente del Partido y se fue del PC el año 70, y junto con él se fueron como cien compañeros más del PC de Cabildo y Petorca. El Mario era considerado como traidor a la clase obrera por irse del PC. Entonces por eso nos dirigíamos a las sedes del PS, pero además apoyaba el MAPU y el MIR también. Se hacen actos en Quillota, en Limache  y en Villa Alemana, apoyados siempre por el PS y otros.

A Quilpué llegamos el sábado en la noche y allí había una Escuela en donde nos recibieron para que durmiéramos ahí. Al día siguiente, después de tomar desayuno en Quilpué, se hace el acto en la Plaza de Quilpué y luego se continuó hacia Valparaíso. En Viña la gente de SEDAMAR, que tenía un local del Sindicato por ahí por 14 Norte con San Antonio, los estaban esperando para que almorzaran ahí.

Después de almuerzo parte la Marcha hacia la Plaza Sotomayor. Se colocan los mineros en la Avenida Libertad encabezando la Marcha los Dirigentes mineros, luego venían los grupos por Cooperativas y cada una de las Cooperativas llevaba sus banderas sindicales, y quienes se unían a la movilización con banderas políticas iban al final de la columna.

Como anécdota me recuerdo que llegó un grupo de compañeros del MIR, con unos palos, porque venían a apoyar y  defender a los mineros y querían ir protegiendo a los dirigentes al inicio de la Marcha, pero después de una discusión tuvieron que acatar lo propuesto por los mineros y colocarse en la parte final de la movilización.

En la mañana de ese día me llamó una compañera, María Teresa, diciéndome que había escuchado en la radio que Allende había encargado a Orlando Cantuarias para que le diera orden al Intendente de Valparaíso para que recibiera a los mineros. Mientras los mineros marchaban habían hablado de lo que estaba pasando con la Tati Allende y ella con su padre y se armó una discusión en Santiago, porque el PC insistía en que los mineros no tenían permiso, que habían pasado por encima de los partidos y otras cosas más. Orlando Cantuarias estaba en Copiapó y Allende le dijo que tenía que venirse a Valparaíso a recibir a los mineros. En la Intendencia estaban Cantuarias, Pedro Vuskovic, que había peleado a favor de los mineros, y el Intendente para recibir a los mineros.

Mientras los mineros estaban almorzando, nosotras partimos a ver como estaba la situación en la Plaza Sotomayor para ver si los iban a recibir o no. En la Plaza había un escenario y se escuchaba por los parlantes  música del Quilapayún y el Inti Illimani para recibir a la Marcha de los mineros. Como la marcha ya venía desde Viña, eso era como a las 4 de la tarde, nos colocamos a esperarla a la altura del Cine Metro, en el Parque Italia y miramos de repente hacia el fondo de Pedro Montt y venía una marcha enorme, gigantesca. Había llegado gente de las poblaciones, de los sindicatos, de distintas organizaciones, por un llamado que se hizo a través de la radio. La columna se veía muy linda. Primero venían los dirigentes de los mineros, luego una Cooperativa con su estandarte y un grupo de trabajadores, otra Cooperativa y otro grupo de trabajadores, más atrás los partidos y toda la gente que se sumó. Había banderas de todos los partidos, pero menos del PC ni de la CUT.              

Al mirar la marcha nos emocionamos, estaba hermosa, y era la culminación de una actividad con una serie de inconvenientes, trabas y peleas en contra.

La Plaza Sotomayor se llenó, y me recuerdo que cuando nosotros fuimos a hablar con el Intendente que no nos entregó su apoyo esa vez, una de las razones que nos dijo fue si nos dábamos cuenta de lo grande que era la Plaza Sotomayor, nos hizo asomarnos a los balcones, no la van a llenar nunca nos dijo.

Pero cuando llegó la Marcha el Intendente desde el balcón, donde estaba, Pedro Vuskovic y Cantuarias, dice “Vienen llegando los heroicos mineros….”, y nosotros nos reíamos para adentro, ya que sabíamos que fue por una orden de Allende que tuvo que cambiar de opinión. Hicieron subir a los dirigentes al balcón de la Intendencia, que es donde ahora está la Zona Naval, y ahí habló  Mario Muñoz explicando cómo y por qué se había organizado esta marcha.

Allende

Después que terminó esta movilización los mineros regresaron a Petorca en unos buses Pegaso que puso a disposición el gobierno. Los mineros como en tres semanas, haciendo  horas extras, recuperaron el tiempo que no habían trabajado de los días viernes, sábado y lunes, tal cual como lo habían prometido.”

 

Guillermo Correa Camiroaga, Valparaíso septiembre 2020

 

 

 



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