
Protestas en Estados Unidos denuncian amenazas a la democracia bajo el gobierno de Trump
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Desde Nueva York hasta California, miles de manifestantes se movilizaron contra lo que consideran un avance autoritario impulsado desde la Casa Blanca.
Miles de personas salieron a las calles de ciudades grandes y pequeñas en Estados Unidos para expresar su rechazo al gobierno del presidente Donald Trump, denunciando lo que califican como amenazas a los fundamentos democráticos y violaciones a los derechos civiles y constitucionales.
Las protestas, que se llevaron a cabo el sábado en diversos puntos del país, incluyeron marchas masivas en Manhattan, frente a la Casa Blanca y hasta actos simbólicos en lugares históricos como Concord, Massachusetts, donde se conmemoraba el inicio de la Guerra Revolucionaria hace 250 años. En San Francisco, los manifestantes formaron un cartel humano sobre la arena de Ocean Beach con el mensaje: «Impeach & Remove» (Juicio político y destitución).
Thomas Bassford, un jubilado de 80 años de Maine, participó en la recreación de las batallas revolucionarias junto a su familia. “Este es un momento muy peligroso en Estados Unidos para la libertad”, declaró. “Quería que los chicos aprendieran que a veces tenemos que luchar por la libertad”.
Las movilizaciones no fueron homogéneas. Mientras algunos se congregaron en actos simbólicos o marchas, otros optaron por acciones comunitarias como colectas de alimentos, talleres educativos y trabajo voluntario en refugios locales. En paralelo, se realizaron protestas frente a concesionarios de Tesla en rechazo al rol de Elon Musk como asesor del mandatario, cuestionado por sus esfuerzos de reducir el aparato estatal.
Los organizadores de las protestas acusaron a Trump de atropellar derechos fundamentales mediante la deportación masiva de inmigrantes, el despido de empleados públicos, el cierre de agencias federales y la supresión de programas sociales. En Columbia, Carolina del Sur, cientos se concentraron en el capitolio estatal portando pancartas como «Salva SSA», en defensa de la Administración del Seguro Social.
En Washington, Bob Fasick, un funcionario federal jubilado de 76 años, manifestó su preocupación por la erosión del debido proceso y la reducción de fondos para programas de salud. “No puedo quedarme quieto sabiendo que el mundo que estamos dejando a las futuras generaciones no es uno digno”, afirmó.
Una de las consignas más repetidas en Manhattan fue: «Sin miedo, sin odio, sin ICE en nuestro estado», en alusión a la agencia de inmigración ICE, blanco de críticas por su papel en las deportaciones.
El uso de leyes de guerra por parte del gobierno, como la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798, también fue blanco de críticas. Marshall Green, manifestante en Nueva Jersey, cuestionó que Trump la utilizara para justificar deportaciones de personas supuestamente vinculadas con bandas venezolanas: “No puedes deportar personas sin debido proceso. Todos en este país tienen ese derecho”.
Melinda Charles, residente de Connecticut, sintetizó la preocupación generalizada: “Estamos viendo una extralimitación ejecutiva. La rama ejecutiva no puede imponerse sobre las demás. Esto es alarmante”.
Las protestas reflejan un clima de creciente movilización social frente al avance de discursos autoritarios y a una percepción de deterioro institucional. En el espíritu de la Revolución Americana, los manifestantes recordaron que la resistencia a la tiranía sigue siendo un principio vigente en la vida democrática estadounidense.