
Impulsan consumo humano del jurel coquimbano como alternativa saludable y justa para la pesca artesanal
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En un esfuerzo por transformar el destino del jurel en la Región de Coquimbo, el senador Daniel Núñez, junto al delegado regional Galo Luna y representantes de pequeñas y medianas empresas pesqueras, se han unido para promover el consumo humano de este pescado tradicional, con el objetivo de dejar atrás su uso casi exclusivo para la producción de harina de pescado.
Actualmente, la gran mayoría del jurel capturado en aguas chilenas —especialmente en la Región de Coquimbo— se destina a usos industriales, principalmente a la elaboración de harina, mientras solo una mínima fracción termina en las mesas de las familias del país. Esta realidad responde a una distribución desigual de cuotas de captura: la pesca artesanal solo accede al 10%, mientras que el 90% está en manos de grandes empresas industriales.
Sin embargo, esta situación podría cambiar. El Senado discute actualmente una modificación a la ley de pesca que permitiría un nuevo fraccionamiento más equitativo, lo que daría mayor protagonismo a los pescadores artesanales y abriría la posibilidad de que el jurel, un pescado rico en Omega 3 y altamente nutritivo, sea accesible y asequible para el consumo humano.
“Estamos discutiendo un nuevo fraccionamiento de la ley de pesca, eso significa que van a entregarse más capacidades para que la pesca artesanal tenga y disponga del recurso jurel, y queremos que eso traduzca entonces que este producto del mar, este pescado tan sano y rico, llegue a la mesa de la familia chilena”, expresó el senador Núñez. Añadió que esta medida beneficiaría especialmente a las familias coquimbanas, serenenses y ovallinas, al ofrecerles una fuente saludable de alimento a menor costo.
Por su parte, Osciel Velásquez, presidente de la Asociación de Pesqueros Industriales de Coquimbo, también se mostró favorable a esta iniciativa. “Es muy atractivo tener jurel para consumo humano, pensando que le podemos dar trabajo a todas las pymes locales y además apoyar a las embarcaciones pequeñas que estén disponibles para poder trabajar con plantas de proceso”, señaló. Velásquez destacó además el alto valor nutricional del jurel y la necesidad de consumirlo lo más fresco posible para aprovechar al máximo sus beneficios.
La discusión legislativa en curso apunta a corregir una de las grandes desigualdades dejadas por la cuestionada “Ley Longueira”, aprobada en 2012, que favoreció ampliamente a las grandes pesqueras a través de cuotas entregadas de manera prácticamente perpetua. La ley fue aprobada en medio de escándalos de corrupción, con parlamentarios condenados por haber recibido sobornos de la industria para favorecer sus intereses.
Esta semana, el Senado debería votar la reforma, en medio de una creciente presión de organizaciones de pescadores de todo el país, que buscan recuperar el acceso justo a los recursos del mar y fortalecer la economía local a través de un modelo más equitativo y sustentable.
La apuesta por el jurel coquimbano como alimento en la mesa de los chilenos representa no solo un impulso a la salud pública, sino también un acto de justicia económica y social para miles de pescadores artesanales y trabajadores de pymes que han sido históricamente marginados del reparto pesquero nacional.